"Son intocables": los empleados de Microsoft denuncian que ciertos jefes siguen campando a sus anchas 8 años después de la promesa de la compañía de acabar con su cultura tóxica

Satya Nadella prometió acabar con la tolerancia de Microsoft hacia los abusos de poder de los ejecutivos.
Satya Nadella prometió acabar con la tolerancia de Microsoft hacia los abusos de poder de los ejecutivos.

Allen J. Schaben/Rick Maimant/Mint/Getty Images; Jenny Chang-Rodriguez/Insider

Un ejecutivo de Microsoft entró en una pequeña sala sin ventanas a eso de las 8 de la tarde. En el interior, le esperaba una media docena de empleados del departamento de realidad mixta que se había quedado trabajando hasta tarde, retocando prototipos de auriculares de realidad virtual. Cuando llegó el jefe, un empleado dijo: "Ya está funcionando".

En ese momento, el ejecutivo se puso unas gafas de realidad virtual y le dio al play. Mientras probaba el dispositivo, lo que estaba viendo se reflejaba en un monitor que había en la sala, de modo que todos los empleados podían ver lo mismo que estaba observando el jefe.

En el vídeo, había varias mujeres en una cama con poca ropa, simulando una pelea de almohadas totalmente sexualizada. Un empleado que estaba presente, habló más tarde con Business Insider y describió la escena como "porno de realidad virtual". Algunos trabajadores se mostraron confusos, mientras que otros se levantaron y se fueron.

"Fue en la oficina, y había mujeres delante", recordaba la persona. "Increíblemente incómodo", añadía. 

Lo más sorprendente es que el ejecutivo que llevaba los auriculares no es cualquier empleado. Se trata de Alex Kipman, uno de los más relevantes de Microsoft y líder de la parte de realidad mixta. Con su pelo largo, su chaqueta de cuero y su barba, parece más una estrella del rock que un jefe de Microsoft.

Si esto hubiese sucedido hace muchos años, la industria tecnológica, dominada por hombres, ni se habría inmutado. Sin embargo, en teoría esto ya debería haber cambiado en una compañía como Microsoft. El incidente con Kipman ha tenido lugar unos años después de que el CEO Satya Nadella se comprometiera a revisar esa cultura tóxica de la empresa y a implantar medidas para lograr un entorno de trabajo respetuoso, diverso e inclusivo. 

"Cada uno de nosotros tiene que hacer su mejor trabajo, liderar y ayudar a impulsar el cambio cultural. A veces subestimamos lo que cada uno de nosotros puede hacer para que las cosas sucedan y sobreestimamos lo que los demás tienen que hacer para hacernos avanzar. Debemos cambiar esto", escribió Nadella a los empleados el día que se convirtió en consejero delegado en 2014.

Sin embargo, las entrevistas con docenas de empleados y exempleados sugieren que el incidente que involucra a Kipman es parte de un patrón generalizado de mala conducta por parte de los responsables, incluyendo abusos verbales y acoso sexual, que continúa persistiendo en Microsoft. (Las fuentes han solicitado el anonimato por temor a represalias, pero sus identidades son conocidas por Business Insider). A pesar de la postura pública de Nadella contra aquellos a los que se ha referido como "idiotas con talento", muchos dentro de la compañía opinan que Microsoft mantiene una gran tolerancia al mal comportamiento de sus principales creadores y desarrolladores

A finales del año pasado, un grupo de trabajadores participó en un informe que detallaba muchas de las quejas contra Kipman, según 2 personas familiarizadas con el asunto. Sin embargo, las docenas de acusaciones de mala conducta no han tenido consecuencias aparentes para Kipman, según ha denunciado una de las personas implicadas.

En lo que respecta a Nadella, algunos exempleados con altos cargos afirman que "no le gustan los conflictos", "no es algo de lo que quiera oír hablar" y, "si lo hace, quiere que vaya otra persona a arreglarlo". 

Microsoft ha declinado confirmar o negar las acusaciones contra Kipman y otros ejecutivos, pero sí indica que "no tenía conocimiento de ningún informe" sobre el incidente de la RV. "Cada denuncia que recibimos es investigada, y por cada denuncia que se encuentra fundamentada se toman medidas claras. Esta acción disciplinaria puede ir desde el despido, hasta el descenso de categoría, la pérdida de salario o bonificación, la reprimenda oficial, la formación obligatoria, el entrenamiento o la combinación de algunas de ellas", detalla en un comunicado a Business Insider.

Steve Ballmer y Bill Gates en el año 2000. Paul Allen describió trabajar para Gates como 'estar en el infierno', y Ballmer era conocido por su temperamento explosivo.
Steve Ballmer y Bill Gates en el año 2000. Paul Allen describió trabajar para Gates como 'estar en el infierno', y Ballmer era conocido por su temperamento explosivo.

Rick Maiman/Sygma/Getty Images

Las actitudes irrespetuosas y abusivas en el entorno laboral han sido una característica de la industria tecnológica durante décadas. En Microsoft, según las fuentes, los llamados "chicos de oro" de la empresa han gozado de una impunidad que se remonta a los tiempos de Bill Gates y Steve Ballmer. 

Ahora, la aparente postura de Nadella sobre un Microsoft más amable y gentil está en peligro de deshacerse. En noviembre, los accionistas presionaron a la empresa para que dejara de ocultar la mala conducta en el lugar de trabajo, votando favorablemente a exigir que la compañía informe sobre la eficacia de las políticas de acoso sexual y los resultados de las investigaciones sobre los directivos.

En enero, Microsoft provocó la indignación de algunos trabajadores cuando anunció que iba a adquirir Activision Blizzard, el desarrollador de juegos que también ha sido foco de muchos escándalos e incluso demandado por el estado de California, por lo que se describe como una "cultura generalizada de "universitarios" en el lugar de trabajo" que somete a las empleadas a acoso sexual y discriminación. En respuesta al anuncio, un empleado de Microsoft criticó a Nadella por su "continuo silencio" ante el esfuerzo de años de las empleadas por abordar el acoso sexual y la discriminación de género. 

"Ni siquiera podemos ocuparnos de nuestra propia casa. Y ahora acabamos de comprar una en peores condiciones", comparaba el trabajador.

Las puertas ('Gates') del infierno

En la época de Bill Gates, cofundador y primer consejero delegado de Microsoft, la empresa tenía fama de premiar a la persona más inteligente de la sala, sin importar cómo tratara esa persona a los demás.

Gates convirtió Microsoft en la mayor compañía de software del mundo, pero dicho éxito tuvo un coste para los empleados que soportaron sus ataques de ira y su intimidación. El cofundador de Microsoft de Gates, Paul Allen, dijo en una ocasión que trabajar para él era como "estar en el infierno". El sucesor de Gates, Steve Ballmer, también era conocido por su carácter explosivo. La cultura establecida por el liderazgo se extendió por todo el organigrama, hasta el punto de que los diferentes departamentos de Microsoft fueron representadas una vez en una caricatura como bandos en guerra.

Cuando Nadella asumió el cargo en 2014, afirmó que cambiar la cultura de la empresa (una cultura que conocía bien, ya que comenzó su carrera en Microsoft en 1992) sería su principal prioridad. Cabe destacar que, incluso los que le critican reconocen que ha conseguido avances. Puso en marcha un programa de revisión del rendimiento que premia la colaboración de los empleados, contrató a un director de diversidad y vinculó las bonificaciones a los avances en materia de diversidad e inclusión. 

En mayo de 2021, cuando Gates se enfrentó a acusaciones de comportamiento inapropiado hacia las empleadas de Microsoft y acabó reconociendo haber tenido un romance con una empleada, Nadella aseguró que la empresa que dirige es una nueva Microsoft. "El Microsoft de 2021 es muy diferente del Microsoft de 2000 para mí y para todos", dijo literalmente.

En una conferencia de tecnología en 2014, Nadella dijo a una miembro del consejo, Maria Klawe, que las mujeres debían confiar en el 'buen karma' para conseguir un aumento.
En una conferencia de tecnología en 2014, Nadella dijo a una miembro del consejo, Maria Klawe, que las mujeres debían confiar en el 'buen karma' para conseguir un aumento.

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Pero los empleados y exempleados dicen que las declaraciones públicas y los cambios de política no han resuelto problemas profundamente arraigados en la empresa. En 2014, poco después de que Nadella asumiera el cargo de CEO, subió al escenario en una importante conferencia para mujeres en la tecnología. 

En una conversación con Maria Klawe, entonces miembro del consejo de administración de Microsoft, Nadella indicó que las mujeres deberían confiar en la "fe" en el sistema y en el "buen karma" para conseguir aumentos de sueldo, en lugar de pedir a los jefes lo que se merecen. Klawe replicó, entre los aplausos del público, diciendo que las mujeres debían investigar y negociar los aumentos.

Ante las fuertes reacciones, Nadella se disculpó. Como contó más tarde en su libro Hit Refresh, el momento le ayudó a "enfrentarse a un prejuicio inconsciente que no sabía que tenía, y me ayudó a encontrar un nuevo sentido de empatía por las grandes mujeres en mi vida y en mi empresa".

No obstante, Klawe habló con Business Insider y dijo que esa no era toda la historia. Aparentemente, después de la conferencia, el presidente de Microsoft en ese momento, John Thompson, la culpó de convertir los comentarios de Nadella en una metedura de pata y le pidió que renunciara a la junta. "Sentí que me estaban silenciando", dijo Klawe, que dimitió al año siguiente. "Me decepcionó que Satya Nadella dejara que eso sucediera", añadió.

Casi 8 años después, Microsoft sigue con esa filosofía así para muchas mujeres. Según el propio informe de la empresa sobre diversidad, las mujeres solo representan el 25% de los puestos ejecutivos de la empresa. El año pasado, como ya informó Business Insider, docenas de empleadas utilizaron un grupo interno de correo electrónico para compartir historias de discriminación de género en el trabajo, pidiendo a la dirección que abordara las diferencias salariales y de promoción entre hombres y mujeres. 

Los empleados entrevistados por Business Insider dicen que incluso las nuevas políticas que Nadella ha aplicado para abordar estos problemas no siempre han funcionado como se pretendía. La empresa tiene ahora una unidad de recursos humanos dedicada a investigar cuestiones relacionadas con el género. Pero algunas mujeres explican que las investigaciones se prolongan durante meses o incluso años, sin un calendario claro de resolución.

Además, otros empleados afirman que los esfuerzos de Microsoft por promover la equidad racial se quedan en algo meramente simbólico. Una empleada de raza negra dijo que había sido entrevistada para una docena de puestos y que tenía la sensación de que la empresa se limitaba a cumplir con una nueva política que exige que todas las búsquedas abiertas incluyan entrevistas con al menos un candidato "diverso". "Hago un montón de entrevistas solo para que puedan rellenar la casilla de 'minoría'", sentenciaba.

La era del 'idiota con talento' sigue viva 

Pocos de los "chicos de oro" de Microsoft han tenido comportamientos tan infames dentro de la empresa como Terry Myerson, que en su día fue señalado como "el hombre más importante de Microsoft". Myerson trabajó en la empresa durante 21 años, ascendiendo a vicepresidente ejecutivo a cargo de productos importantes como Microsoft Windows y el software del sistema Xbox. Pero los empleados han contado a Business Insider que su mandato tenía un lado oscuro. Una persona que trabajó directamente para él durante años lo acusó de "abusar, reprender y menospreciar" a los empleados. Otra persona lo describió como "intimidante, extremadamente abusivo, iracundo".

Myerson disfrutó de un estatus de protección en la empresa durante mucho tiempo, según trabajadores que lo conocieron. Pero poco antes de que dejara la compañía a principios de 2018, "colapsó" en un evento de Microsoft, según una persona que presenció el incidente. "Gritó a todo el mundo y en un foro muy público", describe la persona en cuestión.

Según una empleada, hace falta que suceda algo como esto para que Nadella aborde el problema. "Solo interviene si es algo que pueda poner en peligro su reputación", afirma.

Los empleados afirman que Alex Kipman, Tom Keane y Terry Myerson son 3 de los 'chicos de oro' protegidos por Microsoft tras acusaciones de mala conducta.
Los empleados afirman que Alex Kipman, Tom Keane y Terry Myerson son 3 de los 'chicos de oro' protegidos por Microsoft tras acusaciones de mala conducta.

Andrew Burton/Gabriel Bouys/Getty Images; Microsoft; Insider

Poco después del incidente, Myerson dejó Microsoft para, como dijo Nadella en su momento, "seguir su próximo capítulo". Un representante de Myerson declinó confirmar o negar las acusaciones contra él. Dice que "no recuerda" haber reprendido a los empleados en el evento y que "con más de 17.000 empleados, por supuesto que habrá algunos descontentos". 

Otro chico de oro que, según un antiguo ejecutivo, trataba muy mal a la gente durante años es Tom Keane, un veterano con 20 años de experiencia que ocupó el puesto de vicepresidente corporativo de Azure. "Le he visto haciendo llorar a gente", cuenta el exejecutivo.

2 personas afirman que Keane se ganó el apodo de "Rey Tom" porque se esperaba que los empleados estuvieran a su "entera disposición" y le obedecieran sin rechistar.

El exejecutivo que trabajó con Keane recordó un incidente en el que este interrumpió una reunión para reprender a una de sus empleadas delante de todos, haciéndola llorar.

Keane, añade el ejecutivo, fue protegido en Microsoft porque estaba a cargo de "una de las herramientas más vitales para el crecimiento de Azure": la personalización de los productos en la nube para industrias específicas. A Keane se le atribuyó internamente la obtención de un contrato de 10.000 millones de dólares del Pentágono.

"Tom podía decir cualquier cosa y hacer cualquier cosa. Solo se hacen cosas así si la empresa te lo permite", añade el excompañero.

En enero, tras un paréntesis de 30 días (Microsoft no quiso especificar los motivos de la baja), Keane fue reasignado en el nuevo equipo de proyectos especiales de la compañía como parte de una reorganización del negocio de la nube de Microsoft. Sigue supervisando a cientos de empleados, según un organigrama interno consultado por Business Insider. Microsoft no reprende a los "matones", dijo a Business Insider una mujer que trabaja en el equipo de Keane. "Los ascienden".

El hombre clave de Microsoft en el metaverso

En enero de 2015, aproximadamente un año después de que Nadella se convirtiera en consejero delegado, Microsoft presentó un elegante artilugio de aspecto futurista: las gafas HoloLens, que permiten al usuario ver la realidad aumentada. Se trata de una visión del mundo físico entrelazada con imágenes holográficas. El inventor del dispositivo fue Alex Kipman, un veterano de Microsoft entre cuyos éxitos se encuentra el mando Kinect con sensor de movimiento para la consola de juegos Xbox. 

Hoy, más de 5 años después del incidente de la realidad virtual comentado al principio, Kipman sigue estando en lo más alto de la plantilla de Microsoft. Supervisa un equipo que es fundamental para el plan de Nadella de definir la próxima ola de computación en el metaverso.

Empleados y exempleados que han trabajado con Kipman durante la última década afirman que ha fomentado una cultura que disminuye las contribuciones de las mujeres y ha realizado tocamientos y comentarios inapropiados. Un exejecutivo que trabajó con Kipman afirmó haber sido testigo de su comportamiento inapropiado con compañeras más de una vez. Un día, según esta persona, Kipman frotó los hombros de una empleada mientras ella "parecía profundamente incómoda". La mujer se encogió de hombros, aparentemente tratando de hacer que él parara, pero "él seguía haciéndolo con firmeza".

Los directivos han llegado a advertir a los empleados que no dejen a las mujeres solas cerca de Kipman, según 3 fuentes que dicen haber recibido esas advertencias. En los últimos meses, Kipman parece tener lo que 2 empleados describieron como "acompañantes" de recursos humanos presentes con él en las reuniones. 

Kipman no ha respondido a la solicitud de comentarios de Business Insider, y Microsoft dice que la información de que estaba acompañado es "falsa". Pero el año pasado, los empleados que dicen haber sido objeto de las actitudes inapropiadas de Kipman decidieron que ya era suficiente. Más de 25 personas compartieron sus experiencias como parte del informe que se recopiló sobre Kipman. No está claro si Nadella vio el informe, pero el colaborador se mostró decepcionado por el hecho de que Microsoft haya permitido que Kipman siga ocupando un alto cargo.

El exejecutivo que trabajó estrechamente con Kipman afirma que su comportamiento acabó siendo frenado por algo todavía peor. "Lo mejor que pasó, lamentablemente, fue la pandemia. Así que nunca tuvimos que interactuar con él en persona", relata.

Se avecina una tormenta

Después de que los accionistas de Microsoft votaran en noviembre para exigir una mayor apertura sobre el abuso en el lugar de trabajo, la compañía contrató a un bufete de abogados para llevar a cabo una investigación sobre la gestión de Microsoft de las reclamaciones por acoso sexual y discriminación de género. La empresa no ha querido responder a las preguntas de Business Insider sobre el estado de la investigación. 

"Microsoft está profundamente comprometida con todos los aspectos de nuestra cultura y la experiencia de los empleados, lo que incluye garantizar que estos tengan oportunidades claras para expresar cualquier preocupación que tengan sobre el comportamiento en el lugar de trabajo. El equipo de liderazgo de Microsoft ha establecido un proceso robusto para reportar e investigar cada preocupación, y sea cual sea la forma en que los empleados decidan reportarlas, nos aseguramos de que pasen por ese proceso exhaustivo", dijo la compañía en un comunicado.

Pero la investigación no sirvió para reducir la indignación interna por la decisión de la compañía de adquirir Activision Blizzard. En enero, a las pocas horas del anuncio, los tablones de mensajes internos de Microsoft se encendieron. Muchos empleados estaban alarmados por el hecho de que Microsoft uniese fuerzas con una empresa descrita públicamente como una cultura de universitarios de fraternidad y que se enfrentaba a acusaciones generalizadas de acoso sexual y discriminación.

En marzo, Activision Blizzard acordó pagar 18 millones de dólares para resolver una investigación federal, aunque todavía se enfrenta a la demanda de los reguladores de California. La empresa ha pedido a un juez que desestime esa demanda, que según un representante contiene "descripciones distorsionadas, y en muchos casos falsas, del pasado de Blizzard".

Los empleados de Activision Blizzard, adquirida por Microsoft, organizaron una huelga el pasado mes de julio para protestar por lo que afirman es una cultura de acoso y desigualdad.
Los empleados de Activision Blizzard, adquirida por Microsoft, organizaron una huelga el pasado mes de julio para protestar por lo que afirman es una cultura de acoso y desigualdad.

Allen J. Schaben / Los Angeles Times/Getty Images

Activision Blizzard, editora de franquicias de videojuegos como Call of Duty y World of Warcraft, representa una importante pieza en el objetivo de Microsoft de dominar lo que muchos creen que será el próximo gran acontecimiento tecnológico. "Estamos invirtiendo mucho en contenidos de primera clase, en la comunidad y en la nube para dar paso a una nueva era de los juegos", dijo Nadella cuando se anunció el acuerdo. La tecnología de Activision Blizzard, añadió, "jugará un papel clave en el desarrollo de plataformas del metaverso".

Pero algunos creen que Nadella no ha ido lo suficientemente lejos para abordar las preocupaciones internas sobre la influencia que la cultura de Activision Blizzard podría tener en Microsoft. "Estoy muy decepcionado de que no hayamos escuchado de Satya cuáles son sus planes para asegurarse de que la horrible cultura que se ha arraigado en Activision Blizzard no se extienda dentro de Microsoft", escribió una empleada en un mensaje interno visto por Business Insider poco después de que se anunciara el acuerdo. "Personalmente, nunca me plantearía la idea de trabajar para/con Blizzard o Activision por mi propia seguridad y bienestar como mujer ingeniera. Espero que escuchemos pasos concretos para asegurarnos de que no estamos introduciendo una cultura peligrosa", añadía.

En un principio, Microsoft afirmó que el veterano jefe de Activision, Bobby Kotick, seguiría ocupando el puesto de consejero delegado. Kotick ha sido objeto de escrutinio después de que, al parecer, no informara a la junta directiva de que algunos empleados habían sido acusados de agresión sexual, incluida una violación. Pero una reciente presentación de Activision Blizzard ha revelado que el empleo de Kotick en la empresa, tras la adquisición, no se ha concretado.

Algunos en Microsoft se muestran escépticos con que la destitución de Kotick suponga un gran cambio. Un antiguo ejecutivo dijo que a Microsoft le gustaba excusar sus problemas culturales "echando la culpa a terceros", es decir, responsabilizando de la mala conducta a antiguos CEO como Gates y Ballmer. Pero con los años, no ha cambiado mucho. "Un idiota con talento siempre se adapta. Aparece un nuevo CEO y simplemente aprenden a jugar el mismo juego de una manera diferente", señaló el exdirectivo.

Los que mejor conocen la empresa dicen que la cultura de la mala conducta de los directivos ha permanecido constante y omnipresente en Microsoft, desde Gates hasta la actualidad. "Por experiencia, sé que la cultura tóxica en Microsoft no desaparece simplemente cuando desaparece una persona tóxica. La cultura tóxica se extiende. Es como el cáncer. El hecho de que la extirpes no significa que no vuelva a crecer", admite el empleado.

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