Los empleados de Microsoft se rebelan contra el uso de sus cascos de realidad virtual en el desarrollo de armas militares

Alberto Iglesias Fraga
Microsoft Hololens llega a nuevos países, pero no a España
  • Más de 50 empleados de Microsoft han firmado una carta pidiendo a la empresa que cancele un contrato por el cual esta firma suministrará cascos HoloLens al ejército norteamericano.
  • Los trabajadores "se niegan a crear tecnología para la guerra y la opresión", además de criticar que se conviertan los campos de batalla en una suerte de videojuegos.
  • Microsoft ha salido del paso y ha defendido que está comprometida a trabajar con las organizaciones militares en el desarrollo de esta tecnología de realidad mixta.

Microsoft acaba de presentar sus prometedoras HoloLens 2, que aúpan la computación holográfica y la realidad mixta a un nuevo nivel de sofisticación. Sin embargo, entre tanta buena nueva de carácter técnico, los de Redmond también enfrentan una particular crisis: la rebelión de sus propios trabajadores.

Y es que, más de 50 empleados de Microsoft han firmado una carta pidiendo a Satya Nadella -CEO de la compañía- y Brad Smith -presidente- que cancelen un contrato por el cual esta firma suministrará cascos HoloLens al ejército norteamericano. La adjudicación, de 480 millones de dólares, fue anunciada el pasado noviembre.

En la misiva (disponible aquí), los trabajadores "se niegan a crear tecnología para la guerra y la opresión", además de criticar que se conviertan los campos de batalla en una suerte de videojuegos, en alusión a los hologramas que ven los usuarios cuando se colocan las HoloLens ("que separa a los soldados de las sombrías estacas de la guerra y la realidad del derramamiento de sangre"), en los que los soldados podrían detectar y matar a los adversarios virtuales.

Los documentos de licitación militar indican que la nueva tecnología, que el ejército de EEUU denomina como su Sistema Integrado de Aumento Visual, se usará tanto para entrenamiento como para combate. El objetivo declarado del Ejército es brindar mayor conciencia de la situación a las tropas para que se vuelvan más letales y móviles.

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La carta también pide a Microsoft que deje de desarrollar cualquier tecnología relacionada con las armas y designe un comité independiente para revisar su ética que determine los usos aceptables de la tecnología de Microsoft.

La respuesta de la multinacional no se ha hecho esperar, confirmando que la compañía está comprometida a trabajar con las organizaciones militares en el desarrollo de esta tecnología de realidad mixta; aunque admiten que tienen pendiente abordar "importantes asuntos éticos y de políticas públicas relacionados con la inteligencia artificial y el ejército". De hecho, ya en octubre del año pasado, Brad Smith defendía en un post que el ejército "debería tener acceso a la mejor tecnología de la nación".

De este modo, los empleados de Microsoft siguen la estela de las protestas que sufrió Google a lo largo del pasado curso, cuando sus trabajadores protestaron por el uso de la inteligencia artificial y las capacidades de reconocimiento visual del gigante de las búsquedas por parte del mismo ejército de EEUU.

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