Los empleados de uno de los hoteles de Trump dicen que tuvieron que fingir que apoyaban al presidente: "Por dentro me estaba muriendo"

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  • Antiguos empleados de un hotel de Trump han confesado que tenían que fingir que apoyaban al presidente mientras trabajaban.
  • El personal del hotel dijo que también se enfrentaba al acoso de los activistas anti-Trump.
  •  Sin embargo, el trabajo tiene una enorme ventaja: está bien pagado.
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Para los empleados del Trump International Hotel que no eran partidarios de Donald Trump, fingir serlo era una regla no escrita del trabajo, según publicaba Washingtonian el jueves. 

Una exgerente del hotel de lujo en Washington D.C., dijo a la revista local que rápidamente aprendió en sus primeros días de trabajo que tenía que fingir ser fan del expresidente. Cuando otro empleado le hizo una visita guiada por el hotel, le comentó que Trump era "un alma tan amable" y "tan bueno con la gente".

La exgerente se sintió inclinada a estar de acuerdo, pero luego admitió: "Por dentro, me estaba muriendo".

Otro antiguo empleado, Michel Rivera, que era camarero en el bar del vestíbulo, dijo al Washingtonian que también tuvo que mentir.

"Dije ciertas cosas para interpretar el papel y hacer lo que tenía que hacer para evitar problemas", dijo Rivera a la revista. "Muchas veces, terminaba siendo como: 'Sí, apoyo al presidente. Es un tipo increíble'".

Jessica Sidman, de Washingtonian, habló con varios antiguos empleados del hotel de Trump que detallaron los pros y los contras de trabajar en esta propiedad del expresidente mientras este estaba en el cargo. Además del entusiasmo fingido por Trump, otra situación habitual era el acoso que sufrían las personas que se oponían a Trump.

A veces, los proveedores de alimentos del restaurante BLT Prime del hotel enviaban productos estropeados y pescado o carne en mal estado, dijo el chef Bill Williamson.

Durante los descansos en el balcón del hotel, un gerente que en realidad estaba a favor de Trump, dijo que un transeúnte le había hecho un corte de mangas. Mientras llevaba el uniforme en el metro, era reprendido por otros viajeros. Al final, se cansó de la vergüenza pública y dejó el trabajo, dijo a Washingtonian.

También se esperaba que los empleados cumplieran estrictos códigos de vestimenta, con políticas que limitaban la longitud de la barba de los hombres y la longitud de las uñas de las mujeres. "Siempre intentaba vestirme como una presentadora de Fox News", dijo una exgerente.

El inicio de la pandemia de coronavirus provocó el despido de todos los empleados, señaló el Washingtonian, pero una vez que se levantaron las restricciones y comenzó la reapertura, los trabajadores dijeron que una nueva tarea era asegurarse de que los partidarios de Trump que visitaban el hotel –que a menudo no seguían las directrices de salud pública– llevaran puesta la mascarilla.

Así es por dentro La Capellanía, un hotel riojano en una casa del siglo XVIII que ahora se vende por 820.000 euros

Sin embargo, una de las principales ventajas era el salario, dijeron los empleados. Rivera, el antiguo camarero, dijo a Washingtonian que era el trabajo mejor pagado que había tenido, ganando más de 100.000 dólares (alrededor de 82.500 euros al cambio actual) al año con las propinas. Ahora, por miedo a las reacciones de futuros empleadores, su currículum dice que trabajaba en la "Antigua Oficina de Correos", que es lo que era el edificio antes de ser renovado para convertirse en el hotel Trump.

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