Elon Musk está llevando la reducción del gasto a otro nivel: los empleados de Twitter piden papel higiénico y denuncian el mal olor en Slack

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- Elon Musk no ha parado de recortar gastos desde que se hizo cargo de Twitter.
- Tras despedir a empleados del soporte informático y al personal de mantenimiento y limpieza de las oficinas, los trabajadores están teniendo problemas como la falta de cargadores o la suciedad de los baños.
El drástico recorte de gastos de Elon Musk en Twitter tiene algunas consecuencias inesperadas para los empleados, como baños malolientes y falta de papel higiénico, aunque no solo.
Durante los últimos 3 días, el personal de la oficina de Twitter en Nueva York ha estado viendo los efectos de la decisión del multimillonario de no renegociar los contratos de los trabajadores de mantenimiento de las instalaciones que se encargaban de los suministros y la limpieza en la oficina.
Los olores de los baños sin limpiar y de varios retretes atascados se están comentando por todos lados, según 2 personas familiarizadas con la situación y según los mensajes vistos por Business Insider.
El papel higiénico no se encuentra en ninguna parte de la oficina, aseguran las fuentes, que pidieron no ser identificadas por posibles represalias. Mientras tanto, Musk sigue exigiendo que casi todo el mundo trabaje en la oficina 5 días a la semana.
Ha habido varias peticiones en Slack y por correo electrónico por parte de los empleados para que alguien en la empresa arregle la deteriorada situación del baño, explican las personas conocedoras del asunto. Hasta el jueves por la tarde, nadie había recibido respuesta.
Uno de los portavoces de Twitter no ha contestado a la solicitud de comentarios por parte de Business Insider.
En las últimas semanas, Musk ha reducido los gastos de Twitter más de lo que muchos empleados esperaban, supuestamente en un esfuerzo por salvar la empresa.
Se han recortado o eliminado varias prestaciones sanitarias y de bienestar, se ha limitado la comida gratuita y las oficinas de San Francisco siguen sirviendo como dormitorios y duchas para reducir los gastos de hotel, mientras que otras oficinas están cerradas.
Incluso uno de los tres principales servidores de datos de Twitter en Estados Unidos se cerró abruptamente la semana pasada para ahorrar dinero, según aseguran 3 fuentes familiarizadas con los motivos de la medida.
Un trabajador de la oficina de Nueva York explica que la falta de artículos básicos, como papel higiénico, era inaudito y que afecta aún más a la ya de por sí baja moral de la empresa.
Otro empleado admite que si la empresa no suministra papel higiénico antes del jueves, los trabajadores probablemente se verán obligados a traer sus propios rollos de papel de casa. Algo que tuvieron que hacer durante un tiempo sus compañeros en la sede de Twitter en San Francisco, según publicaba recientemente The New York Times.
2 fuentes cercanas a la empresa señalan que el mes pasado se incorporó a esa oficina un nuevo equipo de mantenimiento, algo que todavía no se ha proporcionado a los trabajadores de Nueva York.
Un segundo problema que ha surgido debido a los recortes del CEO de Twitter es la falta de un equipo interno de soporte informático.
Casi todos los empleados que ayudaban a los compañeros con los ordenadores y el software del trabajo fueron despedidos o dimitieron durante los 2 primeros meses después de la entrada de Musk.
El personal restante se ha quedo con poco o ningún recurso para resolver problemas habituales que van desde cargadores de ordenador rotos hasta el bloqueo accidental de los sistemas internos necesarios para hacer su trabajo, según apuntan las fuentes.
Es frustrante para los empleados que se encuentran con estas dificultades, pero también generan ansiedad, ya que puede impedir que la gente realice su trabajo. Según un empleado, las revisiones del rendimiento se producen "prácticamente a todas horas" y la productividad sigue siendo el principal criterio de evaluación.
Para resolver los problemas, los empleados de Twitter piden ayuda en uno de los pocos canales públicos que quedan en Slack, la mayoría de los cuales se han cerrado (incluido el canal que antes se utilizaba para hablar de problemas de salud y seguridad en Twitter).
Una de las personas consultadas por Business Insider asegura que las solicitudes se envían simplemente con la esperanza de que alguien de la dirección se dé cuenta, ya que los empleados no saben a quién deben dirigir sus preguntas o necesidades.