La empresa española de sharing Reby llega a 12 ciudades gracias a la apuesta de Italia por la micromovilidad ante el virus

La cofundadora de Reby Cristina Castillo.
La cofundadora de Reby Cristina Castillo.
  • La española Reby está presente en 12 ciudades entre España e Italia tras ganar el concurso de Sevilla y, en parte, gracias al impulso que las ciudades han dado a la micromovilidad durante la pandemia.
  • "Buscaban que, cuando se desconfinasen, los ciudadanos tuviesen vehículos de sharing", explica su cofundadora Cristina Castillo en conversación con Business Insider España. Ahora Reby cuenta con una flota de 4.000 patinetes, 250 bicicletas y 250 motos.
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La empresa española de patinetes, bicicletas y motos eléctricas compartidas Reby, con sede en Barcelona, ha ganado este martes el concurso público de Sevilla y con esta última ya son 12 las ciudades en las que está presente.

Barcelona, Zaragoza, Tarragona, Terrassa, Gijón, Sevilla (en España), Nápoles, Florencia, Bérgamo, Lecce, Caserta y Taranta (en Italia): se trata de una expansión que se ha llevado a cabo casi exclusivamente durante la pandemia del coronavirus, sobre todo gracias al impulso que han dado los ayuntamientos a la micromovilidad.

"Buscaban que, cuando se desconfinasen, los ciudadanos tuviesen vehículos de sharing. Que hubiera más opciones, porque no querían que la gente se lanzase al vehículo privado", ha explicado la cofundadora de Reby Cristina Castillo en conversación con Business Insider España.

En España los concursos públicos para permitir la entrada de patinetes en las ciudades no han progresado a tal velocidad, aunque este martes el Ayuntamiento de Sevilla ha dado a conocer que Reby —en una UTE con la empresa local Maratunes Gestion— y la sueca Voi han sido las seleccionadas en su concurso para llevar a cabo un proyecto piloto de despliegue de patinetes que desarrollará a lo largo de los próximos 18 meses, con 2.000 de estos vehículos en total. Ambas han convencido al Consistorio por encima de gigantes norteamericanos del patinete como Lime y Bird.

Castillo también remarca el lado positivo de las pruebas piloto, algo que "está incentivando la Unión Europea" de manera que las instituciones públicas puedan recopilar durante dicho periodo la información necesaria para después publicar un pliego con las condiciones definitivas para operar estos vehículos.

En el caso de Sevilla, desde Reby valoran que se haya premiado a las empresas que cuentan con un "firmware, software y hardware propio", apunta la cofundadora, así como a las que tienen "mayor capacidad de adaptación" y son "más flexibles". Sin embargo, la compañía rechaza dar más detalles sobre hacia dónde va a continuar su expansión para no dar pistas a los competidores.

Así, Reby cuenta ahora con una flota de más de 4.000 patinetes, 250 motos y 250 bicis compartidas entre ambos países, y con unos 70 empleados, menos de los 120 que tenía antes de la pandemia, que también ha hecho mella en su negocio.

Reby fue fundada en 2019 por el ex-CEO de Fever —y aún uno de sus accionistas más relevantes— Pep Gómez, el ex jefe de producto de Privalia Kiran Thomas; Guillem Pages, antes en la compañía china de bicicletas eléctricas Mobike, y Cristina Castillo, también fundadora de la empresa de bicicletas UUALK. Reby contó en primera instancia que había contado con la inversión de uno de los primeros inversores de Tesla, así como de uno de los fundadores de Mobike.

El joven español fundador de Fever acaba de montar una startup de patinetes compartidos en la que ha invertido uno de los principales accionistas de Tesla

Entonces se dio a conocer porque sus patinetes eran los únicos que contaban con un sistema de candados, y los usuarios debían anclaros al mobiliario público —aparcabicis, mayormente— para poder estacionarlos.

"Yo quiero que los coches desaparezcan de las ciudades", indicó Gómez en una entrevista con Business Insider España. Sin embargo, entonces tuvieron problemas con el Ayuntamiento de Barcelona, que retiró algunos de sus vehículos argumentando que no estaban permitidos en la ciudad, y aseguró que la empresa acumulaba más de 5.000 euros en multas por incumplir la normativa.

Ahora, la compañía espera poder continuar ampliando su territorio con los tres vehículos de los que dispone y sorteando, desde su posición, a la "agresiva" competencia internacional.

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