Marieta Jiménez, CEO de Merck España: "Estamos en un momento muy esperanzador en la investigación de una terapia contra el cáncer"

Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España
  • Merck Group es una compañía alemana de ciencia y tecnología con 350 años de historia. Tiene más de 50.000 empleados y opera en 66 países. En 2018 su facturaciónglobal fue de 14.517 millones de euros con un beneficio neto de 3.373 millones.
  • Actualmente desarrolla su actividad en tres segmentos: Healthcare, Life Science y Performance Materials. Sus productos van desde terapias contra el cáncer o la esclerosis hasta la fabricación de los cristales líquidos de los smartphones.
  • En España, Merck cuenta con tres centros de producción y más de mil empleados. Marieta Jiménez es la actual presidenta y directora general, cargo que ejerce desde 2017,tras ocupar la misma posición en Suecia dentro de la compañía durante dos años.

Hablar de una compañía innovadora cuando presume de más de 350 años de historia puede parecer una paradoja, y en absoluto lo es. Como bien explica Marieta Jiménez, actual directora general de Merck España, precisamente el carácter innovador es el que ha llevado a la compañía a la vanguardia de su sector a lo largo de casi cuatro siglos.

Hoy en Merck se respira innovación por dentro, pero también por fuera. Además de estar liderando la investigación de terapias y fármacos para el cáncer, la esclerosis o la infertilidad, también fabrica pantallas de cristal líquido de última generación para automóviles o smartphones, pigmentos para cosméticos o semiconductores para todo tipo de dispositivos y aplicaciones. 

A la vez, con la absoluta implicación de Marieta Jiménez, la compañía está muy comprometida con iniciativas como la diversidad de género (con el clúster ClosingGap, en el que once grandes compañías, lideradas por Merck, analizan el impacto que tiene la brecha de género para la economía y la sociedad) o la accesibilidad de medicinas a los países en desarrollo.  

Acerca de Merck

Cómo definirías Merck a alguien que no lo conozca. ¿Qué hace y en qué segmentos trabaja?

Merck es una compañía de ciencia y tecnología que asienta esta definición en tres negocios diferentes. 

El primero es healthcare, el más conocido. El segundo es el negocio de life science que son ciencias para la vida. Un montón de productos y soluciones innovadoras para centros de investigación, fábricas, purificaciones de aguas... La tercera pata es más tecnológica, performance materials. Fundamentalmente lo que hacemos son cristales líquidos, microchips, materiales electrónicos, ventanas inteligentes... [Quizá es menos conocido porque en España, aunque tenemos red comercial, no es tan grande como en otros países]. 

También es importante destacar que Merck es una empresa familiar de 350 años de historia que tiene un origen químico, fue fundada por un farmacéutico. Se ha ido expandiendo y creciendo hasta tener representación en más de 60 países. 

Tiene un tamaño medio en el negocio healthcare. Somos una de las pocas compañías con una fábrica de biotecnología en España. Esto es importante porque el desarrollo de productos tecnológicos es un proceso mucho más complejo y mucho más de I+D que el farmacéutico clásico.

¿En qué momento se encuentra Merck actualmente?

A nivel global estamos en un momento estratégico muy interesante. Lo que hemos hecho durante los últimos cinco años en el negocio de healthcare es reforzar mucho nuestra inversión en I+D para acelerar el desarrollo de nuestro pipeline. Ahora mismo estamos en un 26% de inversión en I+D, sobre todo en áreas relacionadas con Inmunología, Oncología e Inmuno-Oncología.

Y desde el año pasado empezamos con la parte productiva de ese pipeline y hemos estado desarrollando cómo introducirlo y hacerlo accesible a los pacientes en el mercado. Con lo cual, de aquí a los próximos cinco años, tenemos el reto de seguir acelerando ese pipeline, desarrollando nuevas moléculas, y a la vez poner en el mercado las nuevas terapias, fundamentalmente en oncología y en el área de inmunología. 

Si llevas 350 años en el sector es que algo importante has hecho en innovación

Tenemos un gran foco en el I+D porque al final somos una empresa innovadora. Si llevas 350 años en el sector es que algo importante has hecho en innovación. 

El core de nuestro negocio es la innovación. En las otras dos áreas de negocio lo que hemos hecho es consolidar nuestras posiciones de liderazgo en diferentes mercados con adquisiciones de otras compañías. Ahora mismo somos líderes en life science. Y en performance materials acabamos de comprar una compañía americana para reforzar nuestra posición en el mercado en la parte de materiales electrónicos.

Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España
Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España

De toda la parte de I+D relacionada con la salud, donde trabajáis en campos tan cruciales como el cáncer, la esclerosis, fertilidad, inmunoterapia... ¿Qué avances significativos podemos esperar en los próximos años? 

Creo que Merck siempre ha hecho algo muy bien: está en todas las fases de la vida de una persona. Es decir, nosotros tenemos medicamentos muy innovadores para la infertilidad, para ayudar a traer vida al mundo. Tenemos medicamentos para ayudar a crecer a los niños de una manera sana, tenemos hormona de crecimiento. Y, luego, tenemos medicamentos para cuando llegan las enfermedades crónicas, como es la esclerosis, para mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

En cuanto al cáncer, es el gran reto que tenemos la humanidad, no es solo un reto particular de una empresa. Todas las empresas del sector estamos dedicando un gran parte de investigación a buscar una cura para el cáncer y algún día la encontraremos porque es algo que le debemos a la sociedad como sector de salud.

Merck siempre ha hecho algo muy bien: está en todas las fases de la vida de una persona

En concreto, nosotros estamos trabajando el desarrollo de inmuno-oncología y de terapia génica. Hemos llegado a acuerdos con compañías sobre moléculas muy innovadoras, y también con una empresa de big data para ver si somos capaces de obtener, con todos los datos que tenemos, respuestas para enfocar mucho mejor la investigación. Creo que estamos en un momento muy esperanzador en lo que se refiere a encontrar una terapia contra el cáncer.
 
Acabamos de introducir al mercado una molécula para un tipo de cáncer para el que no había nada. Nada. Es un cáncer de células deMerkel, un cáncer de piel, y hay muy pocos pacientes -en España unos 150- y no había ninguna cura. 

Poco a poco vamos a ir consiguiendo, gracias a toda esta investigación y a mucho esfuerzo, desarrollar algo para que al final el cáncer sea una enfermedad crónica y no una enfermedad mortal.

¿Y cuándo creéis que puede suceder algo así? ¿Hablamos de años, de décadas?

Eso no te lo va a poder contestar nadie. Todo el que se dedica a esto cree que con todos los esfuerzos que se están poniendo en la lucha contra el cáncer, lo conseguiremos. No te sabría decir, pero probablemente de aquí a diez años hayamos experimentado un enorme avance.
 
Hay muchos avances en oncología, hay terapias tremendamente innovadoras a través del desarrollo de biomarcadores o de terapia personalizada. Lo conseguiremos.

Viendo lo que está haciendo una compañía como Merck es fácil valorar el impacto positivo que tiene en la sociedad. Y, sin embargo, la imagen que ha tenido y aún tiene el sector farmacéutico no es buena. ¿Por qué y qué tendría que hacer el sector para cambiarla?
 
Esta pregunta siempre la afronto desde mi posición, los demás que hablen por ellos.
 
Yo soy farmacéutica de profesión y llevo toda mi carrera en este sector y me siento orgullosa de trabajar en él porque creo sinceramente que lo que hacemos salva vidas. Esa es mi perspectiva. 

Desde Merck estamos ahora haciendo un gran esfuerzo para contar lo que hacemos. La gente a veces tiene una imagen en función de las percepciones sin conocer realmente lo que hacemos. Y por eso hemos decidido abrirnos y contar lo que hacemos con transparencia y con honestidad. 

Llevo toda mi carrera en este sector y me siento orgullosa de trabajar en él porque creo sinceramente que lo que hacemos salva vidas

En el sector hemos evolucionado mucho en temas de transparencia, de regulación, etc. Estamos en un momento bueno para abrir nuestras puertas y contar claramente lo que hacemos. Si tú vas a nuestra fábrica verás a la gente que trabaja allí y alucinarás con el mimo, la ilusión y el esfuerzo que ponen, lo conscientes que son de lo que están haciendo, de que al final esas medicinas van a ir a un paciente y le va a ayudar a tener una vida mejor. 

¿Por qué esa imagen? Pues no lo sé, yo ahora estoy enfocada en el futuro porque al final las cosas se cambian transmitiendo y siendo súper honesta, y ese es el camino que en Merck hemos emprendido. 

Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España (izq) y Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España
Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España (izq) y Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España

Merck por dentro

Me gustaría que me contaras cómo es Merck por dentro, cuáles son su cultura y sus valores, y qué otros beneficios aporta a la sociedad además de los de su propio negocio.
 
Yo soy de las personas que opina (o por lo menos ese siempre fue mi sueño desde que empecé a trabajar) que las empresas no están para generar negocio. Las empresas están para construir una sociedad mejor, y como consecuencia de eso, la sociedad te premia con resultados económicos. 

Eso es lo que yo creo y así es como lidero. A nivel local, nosotros hemos trabajado y estamos trabajando en tres ámbitos que consideramos pueden ayudar a mejorar la situación de nuestro país.
 
Por un lado ponemos mucho foco en talento y ciencia, y estamos llegando a muchos acuerdos con centros de investigación y con universidades.

Las empresas están para construir una sociedad mejor, y como consecuencia de eso la sociedad te premia con resultados económicos

En segundo lugar, creo mucho en la parte de la innovación desde dentro. Y nosotros lo estamos haciendo muy bien adaptándonos nosotros mismos, porque las compañías son personas, aunque a veces se nos olvide. Hay que generar una cultura que premie la innovación, o que trabaje con la innovación, que genere una mentalidad que lleve detrás la palabra innovación. Y ahí estamos trabajando mucho dentro, pero también fuera llegando a acuerdos con startups que nos ayuden a generar esa cultura de innovación.

Y por último llegamos al tema de la mujer y su impacto en la economía, porque nos parece que hay algo que en este país no hemos sabido hacer bien y es gestionar y potenciar el papel la mujer para generar crecimiento positivo y económico con el objetivo de ayudar a transformar el país. 

A nivel global tenemos una fundación que está haciendo muchas cosas tanto en países en vías de desarrollo como con programas como Merck Más que una madre ayudando a mujeres en unas situaciones realmente duras en algunas zonas de África para que puedan crecer, tener un trabajo y desarrollarse. O en países asiáticos, con un programa que se llama Healthy women, healthy economies  para ayudar a las mujeres a tener un estado de salud más favorable.

Has hablado de la diversidad de género, donde vosotros contáis con iniciativas como ClosinGap. ¿Qué es lo que nos falta en este país para que este asunto deje de ser una asignatura pendiente?

Lo que falta es un poco de organización. Falta el porqué. Por qué un país como España o una empresa debería cambiar y dejar de hacer lo que lleva haciendo muchos años.
 
Para nosotros el porqué es el objetivo final, es una cuestión de riqueza y de economía, de crecimiento económico. El Gap no solamente es un tema de derechos humanos, que también lo es, es un tema de mejorar los planes estratégicos en las empresas, de crear empresas donde la innovación sea más fácil, donde la agilidad sea mayor. Y para eso tienes que incorporar mujeres, para gestionar mejor las empresas y que eso contribuya positivamente. 

La diversidad de género no es solo un tema de derechos humanos, sino de riqueza y crecimiento económico

Nosotros queríamos hacer un programa que pusiera en evidencia los datos para después empezar a promover acciones concretas que cierran las brechas. El dato valida la necesidad de que las mujeres estemos al mismo nivel.

ClosinGap es un proyecto pensado para el largo plazo. Vamos por el cuarto informe (pronto sacaremos el quinto) y vamos a empezar ya a proponer acciones, y los primeros en ponerlas en marcha seremos las empresas (las que formamos el clúster sumamos casi un millón de empleados). Las empresas tenemos que dar ejemplo, y después vamos a generar influencia con las administraciones públicas, por supuesto, y con la sociedad civil para conseguir que eso se expanda.
 
Claramente hay un movimiento en muchos sentidos y ayer oíamos a Jose Ignacio Goirigolzarri decir que Bankia tiene un 17% de mujeres en su consejo y que el año que viene tendrá un 30%. Ya hay una dinámica imparable que irá moviendo todo rápido, porque hay que mover todos los aspectos de la sociedad.

Trayectoria personal

¿Qué diferencias hay entre liderar una compañía en Suecia o en España? 

Cuando te mueves de una cultura a otra, y cualquiera que haya estado fuera te lo va a confirmar, te cambian muchas cosas.
 
En mi caso el cambio fue muy grande porque Suecia no tiene nada que ver con España. En ningún sentido, ni social, ni económico, ni cultural. Hasta las palabras significan cosas diferentes. Cuando un sueco te dice "sí" no es lo mismo que cuando te lo dice un español, y cuando te dice "no" tampoco significa lo mismo. 

Pasé por tres meses de un shock tremendo cuando llegué a dirigir una compañía con las habilidades de liderazgo que había trabajado durante 20 años y me di cuenta de que tenía que desaprender y volver a aprender, porque se trata de una sociedad que admite un liderazgo por influencia más que por poder.

España es una sociedad que tradicionalmente ha sido más jerárquica - no quiero decir que no haya buenos líderes en España, que los hay- pero no eres tan consciente cuando diriges una empresa de cuáles son los aspectos que te hacen mejor o peor líder porque el poder está reconocido. Cuando entras en una sociedad donde el poder no está reconocido, sino que es puro liderazgo por influencia, te das cuenta de qué cosas traes y de qué cosas te faltan y que aquí no se cuestionaban, con lo cual es un reto estupendo como líder. Enfrentarte a una situación así, tener que volver a aprender lo que realmente significa ser un líder, y lo digo con toda humildad, me ha hecho mucho mejor líder de lo que era antes. 

Tener que volver a aprender lo que realmente significa ser un líder, y lo digo con toda humildad, me ha hecho mucho mejor líder de lo que era antes

La otra parte tiene que ver con la propia sociedad sueca. Casi te diría que es una sociedad ideal, donde no hay paro, con un crecimiento económico extraordinario, con unas condiciones de conciliación y de igualdad muy trabajadas, con muchos temas superados en los que aquí estamos aún muy lejos.
 
Yo nunca oía hablar de conciliación, ni de igualdad, ni de mujeres. Llevan 40 años con esto superado, lo cual también te da esperanzas al comprobar que de verdad es posible hacerlo.

También es una sociedad muy innovadora en todo lo que tiene que ver con el acceso a nuevas terapias. Ellos tienen clarísimo que la salud es prioritaria, y apenas hay mercado privado en salud: es un mercado público con un foco total en la innovación y el acceso.  Desde luego fueron dos años de mucho aprendizaje para mí. 
 
Por último tenemos el ámbito de la de las startups. Estocolmo es una de las ciudades unicornio en Europa. Y no son más conocidos porque son muy humildes y hacen poco ruido, pero hay que tener en cuenta que de allí han salido Spotify o el Candy Crash. Todo eso me hizo pensar que si realmente quieres transformar una empresa como la nuestra, si quieres dinamizarla, necesitas gente de ese perfil y meterlos dentro de la organización. Allí en Suecia me llevé la empresa a un centro de innovación, donde compartíamos despacho con los de Spotify y comíamos con ellos. Todo eso genera un clima diferente en la empresa y en la mentalidad de la gente. 

Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España (izq) y Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España
Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España (izq) y Marieta Jiménez Urgal, presidenta y directora general de Merck en España

Y tras todos esos enormes aprendizajes que te trajiste de allí, ¿cómo definirías tu estilo de liderazgo ahora? 

Me considero una persona de un liderazgo transversal. Me gusta mucho que la gente vaya más allá de la función, trabajar en equipos multidisciplinares.
 
Si hay un proyecto no importa que tú seas especialista en oncología o en comunicación. Al final somos personas trabajando en un proyecto que contribuirá al beneficio colectivo. Al principio ponía a trabajar a diez personas juntas y me preguntaban, "¿pero quién es el líder de este proyecto, quién manda?".

Esto en Suecia no pasaba jamás. Tú ponías un equipo a trabajar y nadie te preguntaba quién era el líder. Ellos consideraban que cada uno tiene una tarea concreta y las cosas evolucionan de forma natural. Aquí o dices quién manda o se produce cierto desconcierto. Y aquí estamos cambiando esa cultura, estamos en ese proceso, contratado también perfiles diferentes que nos ayuden en la innovación.

Si tuvieras que quedarte con un aprendizaje en tu trayectoria profesional, ¿cuál sería? ¿Cuáles son los retos que te planteas para el futuro?
 
Cada vez que cambiaba de posición, entendía que quería avanzar en mi carrera. Lejos de acomodarme y descansar, cada vez que he subido a una nueva posición he encontrado nuevas cosas que aprender, nuevas cosas que hacer, nuevas cosas que desarrollar.
 
Mi principal aprendizaje es que entiendo que mi vida está enfocada a contribuir de una manera positiva a generar algún impacto en la sociedad en la que vivo, pues nunca dejo de aprender, de crear y de generar cosas nuevas. 

No creo que llegue nunca a alguna posición de placidez. Siempre estoy fuera de mi área de confort. Estamos en un momento maravilloso y estoy muy contenta de lo que hemos construido en tan poco tiempo. En dos años que llevo aquí la compañía sigue creciendo, contribuyendo de una manera positiva también fuera de nuestro negocio. Nos quedan años muy gratificantes por delante, en el sentido de lo que hacemos, de acercar las soluciones a las personas, de seguir generando propuestas de valor que ayuden a la sociedad.

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