Los envases reutilizables no siempre son mejores para el medio ambiente que los de un solo uso, aunque eso no significa que debas dejar de usarlos

cafetería, vasos para llevar
  • Una investigación analiza el impacto medio ambiental de envases de un solo uso y reutlizables en el contexto de la industria de comida para llevar.
  • Los recipientes de EPS obtienen los impactos más bajos en las 12 categorías consideradas, incluyendo calentamiento global o efectos sobre la capaz de ozono.
  • Los envases reutilizables deben usarse entre 16 y 208 veces para equiparar su impacto ambiental al del EPS de un solo uso. 
  • Aunque esto no significa que no deban usarse, solo que deben ser compaginados con políticas activas de reciclado de desechos.
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El planeta necesita consumir menos plásticos. En especial en envases de un solo uso, uno de los principales contaminantes de los océanos.

Los envoltorios de alimentos y bebidas de un único uso componen el grueso de la basura que flota en las aguas. De no poner en marcha una iniciativa global para atajar el planeta, se estima que 1.300 millones de toneladas de plástico inundarán los océanos y la tierra para 2040.

Una de las soluciones evidentes puede ser optar por sustituir este tipo de envases por uno reutilizables. 

Enlínea con esto la industria de envases de alimentos y bebidas "respetuosos con el medio ambiente" se prevé que alcance un valor de 24.840 millones de euros en todo el mundo para 2027, más del doble de su valor de 2019 (11.170 millones).

Pero, ¿son realmente los envases reutilizables la opción más idónea con el medio ambiente? De acuerdo a una investigación de 2019, sorprende saber que estos recipientes no son siempre la opción más ecológica.

Un recipiente reutilizable tendría que reutilizarse entre 16 y 208 veces para equiparar su impacto ambiental al del EPS de un solo uso.

Investigadores de la universidad de Manchester e Ikerbasque, la Fundación Vasca para la Ciencia evaluaron los impactos ambientales del ciclo de vida de 3 tipos de recipientes que los establecimientos de comida para llevar suelen utilizar: aluminio, Poliestireno Expandido (EPS) y polipropileno (PP). Estos fueron a su vez comparados con recipientes de PP reutilizables, es decir los clásicos  "tupperware" que pueden encontrarse en la mayoría de casas.

El área geográfica seleccionada para llevar a cabo el estudio fue la UE. Para comparar envases reutilizables y no reutilizables se aplicó el concepto de “punto de transición”. Este se define como el punto en el que un sistema comienza a funcionar mejor que el sistema con el que se está comparando en función de variables de interés. —En este estudio, la variable de interés fue la cantidad de veces que ambos tipos de envases de PP (para llevar y táper) deben reutilizarse para equilibrar el impacto de los envases de aluminio y EPS de un solo uso—. 

Pues, si bien puede ser intuitivamente obvio considerar los recipientes reutilizables como los ambientalmente mejores, las pruebas mostraron que sin embargo no es siempre así. 

El motivo se debe a que este tipo de envases deben ser más resistentes y duraderos para tolerar el uso continuado, y deben limpiarse después ser utilizados, consumiendo más materiales y energía, por lo que su huella de carbono es más elevada. 

Los hallazgos señalaron que el EPS fue la mejor opción para el medio ambiente entre los envases de alimentos de un solo uso. 

Esto se debe principalmente al uso de solo 7,8 gramos de materias primas en comparación con los 31,8 gramos de los envases de PP. Además, requieren menos electricidad para la producción que los recipientes de aluminio.

A su vez, un recipiente reutilizable tendría que reutilizarse entre 16 y 208 veces para equiparar su impacto ambiental al del EPS de un solo uso.

Los investigadores evaluaron hasta 12 impactos ambientales a lo largo de todo el ciclo de vida de estos  utensilios. Estos incluyeron la contribución al calentamiento global y a la lluvia ácida, toxicidad para los seres humanos y los ecosistemas naturales y sus efectos sobre la capa de ozono.

Cuando se trata de cuidado de los ecosistemas, los envases reutilizables fueron la peor opción, sin importar la cantidad de veces que se utilicen. La razón es el gasto energético que requieren para lavarlos.

Lo cual conlleva "emisión de sustancias como los metales pesados

en la generación de electricidad, que son tóxicas para muchos organismos terrestres", afirman los autores del estudio en un artículo en The Conversation.

Una investigación anterior centrada en vasos de café, llegó a conclusiones similares. 

Elaborada por El Centro Internacional de Referencia para el Ciclo de Vida de Productos, Procesos y Servicios (CIRAIG, por sus siglas en inglés) encontró que un vaso reutilizable necesitaría entre 20 y 100 usos para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de un vaso desechable. Para los indicadores de calidad de los ecosistemas, podrían necesitarse más de 1.000 usos.

El problema debe tratarse a gran escala impulsando las políticas de reciclado

¿Y ahora qué? ¿Quiere esto decir que no podemos ayudar al planeta o que debería optarse por los envases de un solo uso? Nada de eso. Sigue utilizando tus táper y vasos reutilizables. Pero teniendo esto en mente quizá puedas limitar la cantidad de agua caliente y jabón que pones al lavarlo.

Aunque la radiografía de este problema envuelve un área más grande. Es decir, la cuestión debe tratarse a gran escala, incluyendo la industria de comidas y bebidas takeway  y las políticas de reciclado.

Teniendo en cuenta las veces que un utensilio reutilizable debe usarse para compensar su impacto ambiental, ese número sería más fácil de asumir cuando se trata de productos "para llevar" de una cafetería o restaurante.

Pero ahí entra el problema de la comodidad. Parece poco probable que los clientes carguen envases vacíos hasta que puedan devolverlos o reutilizarlos en el local. También existen problemas potenciales por intoxicación alimentaria o contaminación cruzada por alérgenos al volver a usar los envases.

Por ello los autores ponen el acento en las políticas de reciclado, ya que con ello se acabaría uno de los grandes inconvenientes de los envases de un solo uso: los desechos que generan.

"Una mejor solución ambiental puede ser alentar a las empresas de alimentos a invertir en sistemas de reciclaje más eficientes en todo el mundo", escriben los investigadores en el artículo.

"Eso significa compaginar materiales ecológicamente racionales y de bajo impacto con una infraestructura de residuos que valore cómo se comportan los seres humanos y esté diseñada para ayudarles a llevar una vida sostenible. Cuando la conveniencia y la sostenibilidad se une, todos ganan".

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