La era de las armas nucleares está de vuelta y los expertos advierten que no se le está prestando suficiente atención

Mientras China aumenta su arsenal nuclear y Rusia sigue lanzando amenazas sobre utilizar sus armas nucleares, se está instando a Estados Unidos a que estudie su propia estrategia.
Mientras China aumenta su arsenal nuclear y Rusia sigue lanzando amenazas sobre utilizar sus armas nucleares, se está instando a Estados Unidos a que estudie su propia estrategia.

Getty; Rebecca Zisser/BI

Matthew Loh,

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  • Las armas nucleares están a punto de volver a ser el centro de atención, décadas después del final de la Guerra Fría.
  • A Estados Unidos, amenazado por el incremento de arsenal de China, se le aconseja que considere una expansión de sus fuerzas nucleares.
  • Los expertos explican a Business Insider que son muy pocos los que están prestando atención a esta peligrosa tendencia.

En 2022, el Congreso de Estados Unidos creó la Comisión de Postura Estratégica, un equipo de 12 expertos elegidos tanto por parte del Partido Demócrata como del Partido Republicano para asesorar al país sobre qué hacer con sus armas nucleares. Como detalle a tener en cuenta, la única vez que el Congreso estadounidense creó un grupo de este tipo fue en 2008.

Aparentemente, se formó este equipo porque China se había convertido una nueva preocupación. Según los servicios de inteligencia occidentales, desde 2020 Pekín ha iniciado una repentina expansión de su arsenal nuclear, acumulando lanzadores y cabezas nucleares sin razón aparente.

Por eso, en Washington sonaron las alarmas. La Guerra Fría fue un enfrentamiento entre dos superpotencias nucleares, y Estados Unidos teme ahora que China esté en camino de convertirse en una tercera. En su informe final de octubre de 2023, la Comisión mencionada describía la situación como calamitosa.

"El nuevo entorno global es diferente a todo lo vivido en el pasado, incluso a los días más oscuros de la Guerra Fría", afirmaban los miembros de la Comisión. En ese mismo informe recomendaban a Estados Unidos considerar su primera expansión nuclear desde la Guerra Fría, aumentando su número de cabezas nucleares, sistemas vectores, defensas y lanzadores.

Todo esto delata la profunda preocupación entre los principales expertos de que la escena internacional, tras años enfocada en el terrorismo tras los atentados del 11S, esté volviendo a una era de acumulación nuclear y de política de riesgo.

Ante esta situación, Business Insider ha hablado con 10 especialistas nucleares (entre ellos cuatro comisarios) además de con expertos en relaciones internacionales, concretamente entre Estados Unidos y China, sobre cómo debería actuar Estados Unidos. Todos coinciden en que, si no se invierte la tendencia mundial, la amenaza nuclear puede volver muy pronto.

Varios expertos del control de armamentos critican el informe de la Comisión, temiendo una carrera armamentística que consideran innecesaria y que aumentará el riesgo de aniquilar a la humanidad.

Sin embargo, hay indicios de que el Gobierno de Estados Unidos considera que tal vez sí haya que plantearse una escalada armamentística. En un discurso pronunciado recientemente, Vipin Narang, alto funcionario del Departamento de Defensa encargado de supervisar la política nuclear, afirmó que "ahora nos encontramos nada menos que en una nueva era nuclear".

Sobre esto, algunos expertos opinan que la gente en Estados Unidos no es consciente de la situación, especialmente entre las generaciones más jóvenes nacidas tras la desaparición de la Unión Soviética.

"Todas las líneas de tendencia apuntan hacia un mundo mucho más peligroso de lo que es hoy", señala James Acton, codirector del Programa de Política Nuclear de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional. "Es ciertamente posible que acabe siendo tan peligroso, si no más, que la Guerra Fría", añade.

U.S Navy carrier ship in China's crosshairs

El problema de los dos pares

En el centro de las preocupaciones de Estados Unidos se encuentra lo que los líderes estadounidenses llaman el Problema de los Dos Pares. Al país le preocupa tener que enfrentarse simultáneamente a dos de sus iguales en el terreno nuclear, cuando tradicionalmente solo tenía poder para enfrentar a uno: la Unión Soviética.

Según la información de la que se dispone, Pekín está aumentando rápidamente su arsenal, habiendo alcanzado unas 500 cabezas nucleares en 2023, frente a las 400 de 2022.

China hizo desfilar sus misiles nucleares estratégicos intercontinentales Dongfeng-41 en el 70 aniversario de su gobierno.
China hizo desfilar sus misiles nucleares estratégicos intercontinentales Dongfeng-41 en el 70 aniversario de su gobierno.

Xinhua/Lan Hongguang via Getty Images

A ese ritmo, China tendrá 1.550 cabezas nucleares en 2035, lo que la situará en igualdad de condiciones respecto a Rusia y Estados Unidos. Ese sería el Problema de los Dos Pares: un empate a tres que los expertos temen que haga añicos la base pasada de las negociaciones nucleares. Una forma sencilla de entender este dilema es mirar las cifras.

Estados Unidos y Rusia acordaron limitar sus arsenales a 1.550 cabezas nucleares cada uno. Si China alcanzara la paridad, Washington querría un arsenal igual al de Moscú y Pekín juntos, es decir, 3.100 cabezas.

Pero esto supondría un conflicto, ya que lo normal es que Rusia y China opinen que el equilibrio adecuado es que los tres tengan el mismo número de piezas. Sin embargo, dados los estrechos lazos de estas dos últimas potencias, es poco probable que Estados Unidos acepte un acuerdo de este tipo.

Sin un número común sobre el que ponerse de acuerdo, los tres países serán propensos a precipitarse para ganar la partida, según Acton. "Una vez que esta carrera armamentística arranque de verdad, creo que va a ser muy, muy, muy difícil pararla", argumenta.

La carrera contra 2035

Según sus cálculos, Washington dispone ahora de 11 años para encontrar y establecer una solución, es decir, antes de 2035. Es un plazo muy corto para los programas nucleares, que generalmente se desarrollan a lo largo de décadas, no de años. "Hay que tomar decisiones ya", escribió la Comisión.

Las recomendaciones de su informe incluían la colocación de múltiples cabezas nucleares en un misil balístico intercontinental (conocido como MIRV), la construcción de más bombarderos furtivos B-21 y la instalación de bases nucleares en la región del Indo-Pacífico.

El bombardero B-21 es un nuevo avión furtivo diseñado para lanzar bombas nucleares y convencionales.
El bombardero B-21 es un nuevo avión furtivo diseñado para lanzar bombas nucleares y convencionales.

FREDERIC J. BROWN/AFP via Getty Images

También aconsejaba estudiar la posibilidad de utilizar más armas nucleares tácticas, que son bombas de menor potencia que Rusia almacena por miles. El informe no hace recomendaciones sobre las cifras. Rose Gottemoeller, una de los 12 comisarios, ha dicho a Business Insider que el informe solo pide que se comience a planificar una expansión, no que se apriete el gatillo.

"Tenemos la oportunidad de aquí a 2035 de intentar que Rusia vuelva a la mesa de negociaciones y que China empiece a hablar con nosotros sobre el control de las armas nucleares", indica Gottemoeller, vicesecretaria general de la OTAN de 2016 a 2019 y exjefa negociadora de Estados Unidos con Rusia sobre programas nucleares.

Washington y Moscú mantuvieron conversaciones nucleares durante décadas, tanto en la Guerra Fría y después, pero China no ha entablado conversaciones de este tipo hasta ahora.

Eso es inaceptable para Estados Unidos. "No están obligados a acordar nada concreto, pero sí a negociar de buena fe, y desde luego no lo han hecho", declara Marshall Billingslea, exrepresentante presidencial especial de Estados Unidos para el control de armamento y uno de los 12 Comisarios.

En un avance en las conversaciones nucleares, el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping se reunieron en San Francisco a finales de 2023, y uno de los puntos de su agenda fue prohibir la IA en el uso de armas nucleares.
En un avance en las conversaciones nucleares, el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping se reunieron en San Francisco a finales de 2023, y uno de los puntos de su agenda fue prohibir la IA en el uso de armas nucleares.

BRENDAN SMIALOWSKI/Getty Images

Rusia, por su parte, se ha pasado los dos últimos años lanzando amenazas nucleares por la guerra de Ucrania. Para quienes apoyan una expansión nuclear estadounidense, la situación se ha deteriorado tanto que ya ha pasado el momento de limitarse a esperar negociaciones. Estados Unidos debe actuar, según han comunicado varias fuentes a Business Insider.

"Creo que cuando Estados Unidos es fuerte y nuestros adversarios piensan: 'Esto es peligroso. No queremos entrar en conflicto con Estados Unidos'", comenta Matt Kroenig, profesor del departamento de estudios gubernamentales de la Universidad de Georgetown y que también fue uno de los 12 comisarios. "Cuando Estados Unidos es débil, es cuando se ven agresiones y violencia", añade.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y la embajada china en Washington no han respondido a Business Insider para participar en este reportaje.

Rusia lleva tiempo utilizando inteligencia artificial para sus sistemas de armamento

No todos los expertos están convencidos

Los expertos que discrepan afirman que Estados Unidos está enfocando el problema de los dos pares de forma incorrecta. Las armas nucleares se consideran la defensa definitiva contra amenazas existenciales como la invasión, y este grupo discrepante afirma que el país puede mantenerla aunque tenga menos armas nucleares.

"Debemos centrarnos en mantener nuestro arsenal nuclear en condiciones de supervivencia, seguridad y fiabilidad. No necesitamos competir con ellos numéricamente. Hacerlo, no los va a disuadir", dice Acton, de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.

El Presidente George W. Bush anunció en 2001 la retirada de Estados Unidos del Tratado sobre Misiles Antibalísticos, un importante acuerdo de la Guerra Fría.
El Presidente George W. Bush anunció en 2001 la retirada de Estados Unidos del Tratado sobre Misiles Antibalísticos, un importante acuerdo de la Guerra Fría.

Alex Wong/Getty Images

Francesca Giovannini, responsable del Proyecto sobre la Gestión del Átomo de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard, dice que aunque las conversaciones nucleares oficiales entre Estados Unidos y China están congeladas, se está tratando de mantener el diálogo abierto. Sin embargo, declara a Business Insider que los movimientos pasados de la Casa Blanca, como la retirada del acuerdo nuclear con Irán en 2018 y del Tratado de Misiles Antibalísticos en 2002, han sembrado la duda en Pekín de que Estados Unidos vaya a mantener sus compromisos de control de armas.

"Estos ejemplos se repiten a menudo en el diálogo. En China, el control de armamento se ve cada vez más como un mecanismo ideado por Estados Unidos para limitar el creciente poder militar chino", afirma. "En consecuencia, hablar de control de armamento es un tema cada más controvertido entre ambas potencias. Para muchos, Estados Unidos es un interlocutor poco fiableo, especialmente el Congreso", añade Giovannini.

Lyle Goldstein, director de la Iniciativa China de la Universidad Brown, explica que en China, los estrategas de alto nivel ya creen que la acumulación nuclear de Pekín es una respuesta a la agresión estadounidense, y no al revés

"Yo les pregunté si estaban pensando seriamente en una guerra nuclear limitada, y su respuesta fue un rotundo sí: 'Estamos pensando en ello porque vosotros estáis pensando en ello'", relata Goldstein que le dijeron.

¿Cuánto costará a los contribuyentes?

Greg Weaver, exdirector adjunto del Estado Mayor Conjunto, señala que el argumento fundamental para una expansión nuclear es que Estados Unidos debe demostrar que puede defenderse a sí mismo y a sus aliados de forma creíble. "Si alguien lanzara un ataque a gran escala contra Estados Unidos, no hay duda de que le aniquilaríamos en respuesta", asevera Weaver, asesor de la Comisión.

"Pero esa no es nuestra estrategia. Extendemos la disuasión nuclear a unos 35 países de Europa y Asia. Una disuasión ampliada creíble requiere capacidades diferentes de las que requiere la disuasión de ataques directos contra Estados Unidos", puntualiza.

Algunos expertos como Weaver han defendido pequeñas ampliaciones de las fuerzas nucleares estadounidenses, como un misil de crucero que puede lanzar una cabeza nuclear desde un submarino.

Pero eso tiene un coste. Se calcula que Estados Unidos gastará 1,5 billones de dólares en los próximos 30 años en modernizar sus envejecidas fuerzas nucleares, algo que la mayoría de los expertos coinciden en que debe hacerse.

El Minuteman III, el misil balístico intercontinental estadounidense, recuerda a la Guerra Fría y está siendo sustituido por el moderno misil Sentinel.
El Minuteman III, el misil balístico intercontinental estadounidense, recuerda a la Guerra Fría y está siendo sustituido por el moderno misil Sentinel.

USAF/Getty Images

Goldstein, de la Universidad de Brown, teme que el dinero se desvíe de otros intereses nacionales urgentes. "Escuelas y hospitales y trenes de alta velocidad y todas las cosas que nos gustaría tener en nuestro país y no tenemos. Una de las razones es que estamos gastando billones en armas nucleares", denuncia.

David Kearn, que estudió misiles para la organización RAND y asesoró a la oficina del Secretario de Defensa de 2016 a 2017, cree que el gasto nuclear distraerá del desarrollo de armas convencionales. En julio, una revisión del Congreso concluyó que Estados Unidos ya no estaba preparado para librar una guerra contra China o Rusia.

"Dicen que el misil de crucero lanzado desde el mar costaría 12.000 millones de dólares. Eso podría suponer casi dos submarinos de ataque. Me quedo con los dos submarinos de ataque, por favor", defiende Kearn, ahora profesor asociado de política en la Universidad de St.

Analistas como Weaver afirman que el Pentágono solo gasta una pequeña parte de su presupuesto anual de defensa en armas nucleares, y que el país puede conseguir razonablemente una disuasión nuclear más potente con un gasto prudente.

"Podemos hacerlo si es la prioridad. Pero si el cambio climático, por ejemplo, compite con la prioridad de mantener la paz y disuadir a China y Rusia, nos impedirá hacerlo", opina Rebeccah Heinrichs, una de los 12 comisarios y directora de la Iniciativa Keystone de Defensa del Instituto Hudson.

Xi Jinping, presidente de China, y Vladímir Putin, presidente de Rusia.

Historia antigua

A pesar de los crecientes indicios de una carrera armamentística incontrolable, varios expertos creen que no hay apenas atención pública sobre el tema.

"Creo que es generacional. Incluso cuando estaba en la escuela de posgrado a principios de la década de 2000, muchos de mis asesores me decían: '¿Armas nucleares? Eso es cosa de la Guerra Fría. Historia antigua. Estudia algo relevante como el terrorismo o la insurgencia'", expone Kroenig.

Giovannini afirma que las organizaciones que estudian las armas nucleares tienen dificultades para reclutar a jóvenes analistas y estudiantes. "Están más interesados en el espacio de la inteligencia artificial que en las armas nucleares", comenta.

A medida que se acerca 2035, los expertos vislumbran un futuro con tres superpotencias nucleares y casi ninguna negociación.

"Me temo que, a menos que consigamos encauzar las conversaciones, volveremos a estar donde estábamos en la década de 1950, cuando los gobiernos no estaban dispuestos a hablar entre ellos sobre este tema. ¿Y qué produjo eso? Una grave crisis. La crisis de los misiles cubanos en 1962, cuando estuvimos al borde de la aniquilación nuclear", reflexiona Gottemoeller.

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