De paladín europeo de la privacidad a 'subastar' cibervigilancia a regímenes autoritarios: conoce a Eric Leandri, el polémico fundador de Qwant y Altrnativ

Eric Leandri, cofundador de Qwant, en 2019.
Eric Leandri, cofundador de Qwant, en 2019.

REUTERS/Charles Platiau

  • Politico ha accedido a 4.000 documentos internos de Altrnativ y mantenido docenas de entrevistas relacionadas con esta empresa fundada por Eric Leandri.
  • Este empresario galo, en su día apoyado por el Elíseo y Bruselas, también es el fundador de Qwant, un competidor de Google que pone el foco en la privacidad.

Un día eres el paladín de la privacidad, el fundador de Qwant, una de las tecnológicas más prometedoras de Francia y Europa. Al día siguiente eres el responsable de una controvertida firma de cibervigilancia que trabaja para la industria armamentística y ofrece sus servicios a regímenes autoritarios.

Podría ser el protagonista de un thriller, pero es real. Politico ha accedido a documentación interna de Altrnativ, la nueva firma de Eric Leandri, y entrevistado a docenas de personas. Todo para destapar cómo esta compañía fundada hace tan solo 3 años se ha convertido en un proveedor clave a la hora de investigar solicitantes de empleo y empleados, o recopilar datos para el Gobierno francés.

Leandri fundó también Qwant, que fue el depositario de muchas esperanzas en Francia y en Europa: la compañía había desarrollado un motor de búsqueda con el foco puesto en proteger la privacidad de sus usuarios y pretendía ser la alternativa europea a un gigante como Google.

La figura de un hacker o un ciberdelincuente.

Pero de aquella historia poco queda: Leandri abandonó su cargo en Qwant y la compañía del buscador francés estuvo a punto de declararse en bancarrota este verano. Hoy Leandri dice que sigue siendo un defensor de la privacidad, pero eso no le puede "impedir" que su mayor pretensión sea ahora competir con otra gigante estadounidense todavía más controvertida, Palantir.

Palantir es de origen estadounidense pero también opera en Europa. Salió a bolsa hace 2 años y su negocio es el análisis masivo de datos. Ha sido proveedora de tecnología a, entre otras, las autoridades de aduanas en EEUU, para la que recababa información sobre inmigrantes sin papeles. A pesar de su negocio, su fundador, Peter Thiel, carga duramente contra la tecnología de vigilancia. 

Un negocio, el de la tecnología de la vigilancia, en el que Eric Leandri quiere convertir a su Altrnativ en la principal alternativa europea a Palantir, como en su día se propuso con Qwant frente a Google. Está dispuesto a cabalgar contradicciones. Sigue defendiendo la privacidad, asegura a Politico, pero eso no le puede impedir desarrollar también tecnología "que recopile grandes cantidades de datos".

"Porque creo que la soberanía de un país, de un país como Francia, también es importante", zanja.

De ser la gran esperanza europea a la debacle

Para incidir en cómo ha evolucionado el personaje, Politico recuerda una visita del ministro de Economía galo, Bruno Le Maire, a las oficinas de Qwant en 2018, cuando todavía era dirigida por Leandri. "Para mí, Qwant es la respuesta a los escépticos que dudan si Francia o Europa son capaces de desarrollar empresas digitales al mismo nivel que EEUU o China", dijo entonces el ministro.

Emmanuel Macron, hoy presidente de Francia, fue uno de los primeros en apoyar a la tecnológica. Entonces vicesecretario del Elíseo, después ministro de Economía, el político apoyó a la firma cuando solicitó un préstamo de 25 millones de euros al Banco Europeo de Inversiones en 2016. Axel Springer, editora de Politico y Business Insider, fue una de las primeras inversoras de la compañía.

Los lazos no quedaron ahí. Qwant contrató a uno de los candidatos del partido de Macron que no logró ser elegido parlamentario en 2017. El exportavoz del anterior Gobierno de Macron, Benjamin Griveaux, confirma también a Politico que ha mantenido reuniones con potenciales socios en las oficinas de Altrnativ después de que saliese del Ejecutivo.

Los problemas llegaron años después, cuando investigaciones periodísticas de medios como Le Figaro empezaron a destapar que las cuentas de Qwant no eran tan sólidas como parecían, o que la firma había hecho uso de tecnología del motor de búsqueda de Microsoft, Bing. "Leandri es capaz de vender alfombras azules como si fueran rojas", reconoce uno de sus conocidos a Politico.

"El problema es que las alfombras siguen siendo azules".

El entusiasmo en Francia con Qwant fue tal que incluso los funcionarios del Ministerio de Defensa galo se vieron forzados a usarlo como principal motor de búsqueda. Pero tras el fatídico 2019 en el que todo empezó a desmoronarse, Leandri dejó su cargo en la compañía meses después, en enero de 2020.

Chalecos amarillos y políticos, 'investigados'

La web de Altrnativ incluye eslóganes muy evidentes. Seguridad, vida privada y soberanía. Aunque de manera pública la compañía francesa sigue poniendo el foco en la privacidad, Politico ha accedido a documentos internos que demuestran cómo la firma también está ofreciendo una plataforma llamada Targets —objetivos— a sus clientes.

Se trata de una solución OSINT —investigación de fuentes abiertas, un tipo de investigación que aprovecha la información pública o publicada en internet—. Targets, de Altrnativ, asegura ser capaz de reunir información incluso en la dark web, y hay un vídeo promocional en el que uno de sus "objetivos" no es otro que un ex primer ministro galo.

Entre los archivos a los que ha accedido Politico se aprecian, por ejemplo, informes de una operación de vigilancia que se hizo sobre críticos con el grupo empresarial Louis Vuitton. Acerca de esos documentos, el propio Leandri no reconoce el lenguaje que usa su compañía. "No somos nosotros. No ponemos a nadie bajo vigilancia digital".

Hacker en Las Vegas.

Resultado de ese examen a los críticos con Louis Vuitton, se pusieron 'bajo cibervigilancia' a activistas, manifestantes de los chalecos amarillos, políticos locales e incluso a una eurodiputada, Manon Aubry, que llegó a Bruselas como candidata de La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.

Entre los clientes de Altrnativ, Politico destaca a firmas armamentísticas como Naval Group —usaron la tecnología de la compañía francesa para encontrar al responsable de una filtración a medios en Australia— o Dassault Aviation —según Politico, querían determinar si un trabajador y dos demandantes de empleo podían tener lazos con los servicios de inteligencia magrebíes—.

Pero Leandri rechaza también los hechos, en declaraciones al mismo medio. Preguntado sobre si se han investigado a ciudadanos por sus orígenes étnicos, como puede ser el caso de la operación que hicieron para Dassault Aviation: "Nada de racismo bajo mi supervisión. No somos nosotros".

Más allá del OSINT: ofertas de ciberarmas a 6 gobiernos africanos

Pero el problema con el negocio secreto de Altrnativ no tiene tanto que ver con sus soluciones OSINT, sino con ofertas a 6 gobiernos africanos de acceder a programas y hardware malicioso capaces de  interceptar de forma remota teléfonos de un objetivo, de rastrear móviles en un radio de 10 kilómetros o de monitorizar internet a gran escala.

Los documentos incluyen presentaciones en las que aparece el logo de Altrnativ y que se realizaron ante funcionarios de Benín, Chad, Camerún, Comora, Gabón o la República del Congo. Los metadatos de los archivos señalan a un supuesto vendedor de armas francocanadiense de origen camerunés, Thierry Carbou, como posible autor, aunque Politico no ha logrado ponerse en contacto con él.

Leandri, por su parte, defiende que ese tipo de tecnología no forma parte de la oferta de soluciones de Altrnativ, y que esos encuentros —la reunión con la delegación gubernamental de Camerún se celebró en marzo del año pasado, por ejemplo— incluían propuestas de otras compañías que concurrieron en consorcio junto a la suya. "No son nuestras ofertas".

El empresario francés, en su día la gran esperanza europea, lo niega todo. El reportaje de Politico, por su parte, expone los posibles negocios ocultos de quien en su día pretendió ser un paladín de la privacidad. Todo, en un contexto en el que la industria de la cibervigilancia se ha puesto sobre la mesa después de que el escándalo Pegasus terminase por estallar.

Pegasus es la herramienta de ciberespionaje desarrollada por una firma israelí llamada NSO Group que afectó a miles de números de teléfono —según investigaciones de un consorcio del que formó parte Amnistía Internacional—. También fueron víctimas del spyware el presidente del Gobierno español, el propio Emmanuel Macron, o líderes independentistas catalanes.

Varias voces demandan en Europa el veto total a este tipo de tecnologías. Mientras eso sucede, Leandri rechaza que Altrnativ también participe de ese negocio y defiende que su propósito sigue siendo desarrollar el mercado tecnológico europeo frente a los gigantes de EEUU, Israel o China.

"Mi lucha hoy es la que siempre ha sido. La única manera de proteger a los europeos es con herramientas desarrolladas por europeos". "Por supuesto, puedo no ser el yerno perfecto. Puedo parecer más un sospechoso habitual. Pero sobre todo, no veo qué hay de malo en volver a traer a casa la soberanía", expone.

Puedes leer el especial de varios reportajes de Politico pinchando aquí.

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