Llevas toda tu vida bebiendo la mayoría de la cerveza de la forma más insípida y aburrida posible: así es cómo debes tomarla

'Bienvenidos al fin del mundo'.
'Bienvenidos al fin del mundo'.
  • No hay nada mejor que beberse una cerveza bien fría durante un día caluroso. Pero atención porque no todas las cervezas están pensadas para beberse heladas.
  • Una temperatura fría puede ralentizar el proceso químico que distribuye y activa los componentes que le dan a cada cerveza su toque. Por eso una bebida en teoría prometedora puede parecerte sosa.
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Si preguntas a tus amigos cómo prefieren beber la cerveza, seguro que la gran mayoría te responde que "bien fría". Es un resultado lógico, ¿quién es capaz de rechazar una cerveza helada al final de un día caluroso o como colofón refrescante de una amena quedada nocturna?

El problema es que, si siempre te bebes la cerveza fría, independientemente de su tipo, entonces llevas toda tu vida tomándotela mal y posiblemente existen cervezas de las que jamás has probado su auténtico sabor.

Sarah Roarty, cervecera y sommelier, explica para The Wall Street Journal, que existen cervezas preparadas para ser tomadas bien frías, como le gusta a la mayoría de tus amigos. Roarty llama a este tipo de bebidas "las cervezas de cortar el césped" porque están hechas para ser tomadas después de una tarea agotadora como cortar el césped un domingo por la mañana.

Estas cervezas suelen producirse en masa y tienen la palabra light o lite en algún lugar del envase. Si la examinas, encontrarás alguna etiqueta que te recomienda que las consumas en frío.

Este tipo de cervezas están hechas con "jarabe de maíz o con arroz en lugar de con malta de cebada", explica la experta. Eso se debe a que su función principal es calmar tu sed mientras las tomas bien frías. "Una cerveza de este tipo carece de un sabor complejo, así que no tendría sentido añadir malta en este tipo de casos".

El factor clave que no tienes en cuenta: la temperatura

'Brewmaster'.
'Brewmaster'.

Beberse estas cervezas bien frías es normal y recomendable. Pero Roarty alerta que existen otras cervezas, de sabores más consistentes, que no deben tomarse heladas. 

¿El motivo? La temperatura altera drásticamente el sabor de una cerveza. Eso se debe a que los componentes químicos que se encargan de dar a cada líquido su toque característico se activan ante cierta temperatura o bien se bloquean con otra.

Exceptuando las cervezas pensadas para refrescarte, las temperaturas frías en la mayoría de cervezas ralentizan el proceso de volatilización de los aromas e ingredientes; estos se quedan atrapados en el líquido en lugar de ascender y distribuirse correctamente. 

Como resultado, una cerveza preparada para ser servida en temperaturas más cálidas (para que sus aromas complejos asciendan junto a las burbujas) sabrá insípida si te la bebes fría. 

Puedes hacer una prueba sencilla. Coge una cerveza que en teoría debería tener un sabor complejo y aspira su aroma. Deberías apreciar dicha complejidad aunque no sepas describirla. A continuación, métela en la nevera junto a tus cervezas "de cortar el césped". Al cabo de unas horas aspira de nuevo su aroma. No olerás nada destacable porque el sabor se ha quedado estancado.

Pero cuidado: lo contrario también es posible. Tal y como alerta La Vanguardia, pasarse y tomar una cerveza demasiado caliente tendrá malos resultados. El amargor de los lúpulos se disipa, así como la cantidad de gas que ayuda a distribuir el sabor. Como resultado, el resultado vuelve a ser anodino y poco destacable.

La temperatura ideal de cada cerveza

'Crafting a Nation'.
'Crafting a Nation'.

La solución ideal es compleja: hay que servir cada cerveza en su temperatura ideal. 

Primero no hay más remedio que empollar un poco, pero el blog especializadoBeer and Brewing cree que, una vez descubres esta realidad, empezarás a adquirir un talento intuitivo para encontrar la mejor temperatura. Al igual que ya te sabes que el café es mejor tomarlo caliente o el vino tinto a temperatura ambiente.

"Cuando tengas dudas", explica este blog especializado, "recuerda la regla: un cuerpo ligero y una cerveza con poco alcohol sabe mejor en frío mientras que, para todo lo contrario, es mejor servirla en caliente".

Dicho esto, aquí tienes una guía aproximada:

  • Lagers light producidas en masa: 2-4 °C.
  • Pilsners checas y alemanas, Munich Helles, cervezas de cebada y Kölsch: 4-7 °C.
  • IPAs, cervezas americanas claras, porters, y casi todas las stouts: 7-10 °C.
  • Cervezas belgas, agrías, Bocks, cervezas británicas amargas, cervezas escocesas: 10-13 °C.
  • Vino de cebada, stouts imperiales, cervezas fuertes belgas, doppelbocks: 13-16 °C.

Si vas a una cervecería especializada, seguramente recibirás la bebida en su mejor temperatura. Pero, ¿qué hacer en casa? No es práctico tener diferentes lugares de almacenamiento / refrigeración para diferentes cervezas. La mejor solución es guardarlas en la nevera y, antes de servirlas, sacarlas y esperar un tiempo a que se hayan calentado lo suficiente.

Un consejo final que da Beer and Brewing es que tampoco te tomes estas indicaciones al pie de la letra. Utiliza este nuevo conocimiento para experimentar y encontrar tu forma preferida de probar cada tipo de cerveza. Ya lo dijo la escritora Evelyn Beatrice Hall: "Rechazaré tu forma de beber cerveza, pero defenderé a muerte tu derecho a beberla de ese modo".

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