La falta de perfiles comerciales y de negocio es el principal problema de las startups nacidas dentro de las universidades, según los fundadores de la aceleradora Impulse to grow

En 2006, una joven zaragozana llamada Alicia Asín decidió emprender junto a su socio, David Gascón, un proyecto nacido en el seno de la Universidad de Zaragoza. Aquella aventura universitaria se ha convertido casi quince años después en Libelium, una multinacional tecnológica presente en 140 países que da trabajo a 55 personas y factura 6 millones de euros al año. 

Pero Libelium no es la única gran empresa española nacida en un entorno universitario. Aragón Photonics, fundada en 2004, es otro ejemplo de éxito salido también de la Universidad de Zaragoza: crece a un ritmo de un 30% al año, emplea a 20 personas y ha trabajado con clientes de todo el mundo en su misión por, entre otras labores, vigilar el mantenimiento de los cables submarinos que hacen funcionar internet. 

Son dos ejemplos de éxito de spin-offs con origen universitario, una fórmula de emprendimiento que no está del todo extendida en España. De hecho, los directores de la aceleradora Impulse to grow, Mireia Mir y Francisco Badía, explican en una entrevista con Business Insider España que uno de los mayores errores que tienen estas compañías suele ser la falta de perfiles comerciales y de negocio, ya que la gran parte del equipo suele estar formado por investigadores.

"Suelen ser equipos de perfil investigador y les hace falta complementar la parte de negocio", incide Mir, que en su día creó paraBebés y cuenta con 20 años de experiencia dentro del ecosistema de las startups en España.

Badía, cofundador de la compañía y exdirector de Roca Brasil y Roca Benelux (entre otros puestos), señala otro error común: muchos no llegan ni siquiera a dar el paso de fundar una empresa. "Tienen que tener pasión para salir de la zona de confort", señala.

La aceleradora nació en 2010 con el objetivo de ayudar a las startups a crecer de manera sostenible y con el foco en las compañías con proyectos deep tech. Badía explica que estos van de la mano con uno de los principales valores corporativos de Impulse to grow: el capitalismo consciente. 

Ahora, esta compañía ha puesto en marcha un nuevo programa, Get Impulse, para ayudar a los investigadores que tengan un proyecto de deep tech — tecnología encaminada a mejorar la sociedad que engloba innovación y descubrimientos científicos — entre manos y quieran constituir una compañía.

Esta convocatoria se ha puesto en marcha de manera online debido al COVID-19, lo que permitirá participar a empresas de todo el país y de universidades más pequeñas, deslocalizando así el conocimiento. Impulse to grow asegura, además, que este programa creará un centenar de empleos directos y ayudará a decenas de compañías.

Asimismo, contará con su propio vehículo de inversión, Grow Venture Partners, que tiene como objetivo captar 5 millones de euros para los proyectos de Get Impulse. Badía detalla que, hasta ahora, se habían financiado con recursos propios, pero han decidido escalar recursos de terceros en esta ocasión.

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La aceleradora trabajará con las compañías seleccionadas en Get Impulse para establecer un marco de negocio atractivo para el inversor y formará a los investigadores para convertirlos en empresarios.

No es la primera vez que Impulse to Grow trabaja con universidades: en 2018 pusieron en marcha otro programa dirigido a estudiantes en su último año de carrera.

Paciencia, perseverancia y disfrutar con lo que haces: los 3 requisitos para que una startup funcione

La clave para que una startup triunfe es la paciencia y perseverancia, según Badía, aunque añade que lo más importante es disfrutar y pasarlo bien con lo que haces. Ambos explican que lo que buscan en los proyectos es pasión en los emprendedores y que haya un mínimo interés por parte del mercado.

"Tienes que ver que realmente hay compromiso", sostiene Mir, que se sumó a la compañía en junio de este año.

Estos requisitos son los más importantes para la aceleradora y coinciden con los señalados por otros directivos como factores de éxito a la hora de fundar una startup. Por ejemplo, la directora de Google Campus Madrid, Sofía Benjumea, apuntó en una entrevista con Business Insider España el año pasado que es importante que los emprendedores "estén dispuestos a todo", sean personas resilientes y que tengan claro que les apasiona lo que están haciendo. 

No obstante, Mir incide en que estos ya eran necesarios para invertir hace un año, antes de la pandemia, pero ahora tiene más mérito dada la incertidumbre del momento actual.

Según los responsables de la aceleradora la pandemia, de alguna forma, ha afectado positiva a la comunicación con las compañías porque las videollamadas permiten fijar varias reuniones en un mismo día, algo imposible con encuentros presenciales, y eso les ha hecho atender mejor a los emprendedores y ser mucho más productivos. "Compensan la gran distancia", sostiene Mir. 

Muchas startups consultadas previamente por Business Insider Españaya utilizaban herramientas tecnológicas online que facilitaban la gestión a distancia e incluso teletrabajaban en periodos vacacionales. Por ejemplo, el cofundador de We Are Knitters, Alberto Bravo, coincide con Impulse to grow y considera que de esta forma "las reuniones son más eficientes".

"Tú te conectas, saludas y vas al grano. Reuniones que antes duraban una hora ahora duran media. Yo estoy muy contento, porque perder el tiempo me pone nervioso", incide.

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El panorama emprendedor español, al alza

Los directivos de Impulse to grow señalan que el ecosistema emprendedor español se está moviendo "hacia adelante". "Hace 10 años era todo muy local", apunta Badía, y añade que los avances registrados estos últimos meses no se han dado debido a la pandemia la pandemia, sino a las macrotendencias del mercado. 

Sin ir más lejos, Apple, Facebook y Google han realizado en los últimos meses operaciones de envergadura en España en plena pandemia, lo que deja claro que el sector tecnológico español es cada vez más interesante para las grandes multinacionales.

Apple adquirió en octubre Vilynx, una startup especializada en comprender vídeos mediante IA, en tanto que Facebook compró hace apenas un año PlayGiga, especializada en el desarrollo de juegos en la nube. 

Pero la mayor operación ha llegado hace solo unos meses, cuando el fondo sueco EQT adquirió en septiembre el portal inmobiliario Idealistapor 1.300 millones de euros. La compañía escandinava destacaba en un comunicado que están "impresionados por la posición de liderazgo en el mercado que idealista ha construido durante los últimos 20 años". "Junto a sus fundadores y directivos, EQT apoyará los planes de idealista para penetrar aún más en sus mercados principales", asegura el fondo, que también ha adquirido la startup Freepik.

De hecho, este año ha supuesto un punto de inflexión para el sector tech español y expertos consultados por Business Insider España han explicado que se trata de una tendencia que ya se veía venir: tarde o temprano, la industria comenzaría a dar síntomas de su consolidación con exits de este calibre.

Badía cree que las startups que triunfarán en los próximos meses serán aquellas en las que haya convergencia de tecnologías y, muy en concreto, las que combinen inteligencia artificial y medicina, como la gestión hospitalaria. Todo lo que tenga que ver con la inteligencia artificial y el big data, en general, también cotiza al alza, así como las compañías de ingeniería aeroespacial, robótica y gaming.

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Mir, por su parte, afirma que el interés de los inversores extranjeros está aumentando aunque las "trabas a nivel impositivo y burocrático" lo dificulten. El sector tecnológico español es el más beneficiado y este año ha habido varias compras que así lo atestiguan. 

Además, según resume el cofundador de eDreams, Mauricio Prieto, estas adquisiciones desencadenan un "efecto multiplicador": la onda expansiva de un exit (venta) que provoca que de esa empresa exitosa salgan ejecutivos y trabajadores que han acumulado capital y experiencia para lanzar un nuevo proyecto o convertirse en inversores.

No obstante, la pandemia se ha hecho notar en las inversiones: Badía explica que los business angels están más tocados porque han sufrido más por la caída, entre otros, del sector turístico, y las fases iniciales están siendo más difíciles.

Mir precisa que durante las primeras semanas del confinamiento se pararon muchas operaciones y que los inversores estaban a la expectativa, ante la incertidumbre de ese momento.

Esa situación ha evolucionado con los meses y todo parece estar volviendo a su cauce, apunta Mir. Los datos lo confirman: las operaciones de inversión en startups han batido su propio récord durante el tercer trimestre de 2020 hasta las 85, según un reciente informe de la Fundación Innovación Bankinter.