¿Cómo serán los próximos 5 años de pandemia? Los 3 escenarios más probables, según expertos internacionales

El coronavirus deja aún demasiadas incertidumbres como para poder predecir el futuro, pero las decisiones que se tomen hoy influirán para bien o para mal en la evolución de la pandemia, advierten expertos internacionales.

Un nuevo informe elaborado por el Consejo Internacional de Ciencias (ISC, por sus siglas en inglés) analiza el posible desarrollo del COVID-19 de aquí a 5 años, con el objetivo de "apoyar el cambio de mentalidad necesario para lograr una 'visión mundial' más completa de las pandemias y emergencias similares", y "lograr el final más deseable de la pandemia".

"Es necesario identificar las diferentes crisis y sus posibles 'escenarios' finales para subrayar qué decisiones tomadas hoy por los organismos mundiales y los gobiernos, así como por los ciudadanos, pueden conducir a escenarios más optimistas o pesimistas", explican.

Así, un grupo de 20 científicos internacionales y diversos (especializados en salud pública, virología, economía, ciencias del comportamiento, ética, sociología y otras áreas) ha supervisado este trabajo, para el que también han consultado a otros 17 expertos en políticas internacionales y han contado con un taller integrador de expertos de cara a al planteamiento de recomendaciones.

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De esta forma, este lunes 16 han presentado 3 escenarios de resultados globales verosímiles de la pandemia del COVID-19 que pueden observarse en el transcurso de 5 años —casualmente o no, coincide con el "plazo de 4 a 5 años" estimado recientemente por la jefa científica de la OMS en el que se podría "estar controlando" el covid—:

Escenario de continuidad

Este es el escenario más probable, indica el informe, del que los autores aclaran que "no pretende predecir el futuro", ya que "hay demasiadas incertidumbres para hacer eso" respecto al coronavirus.

"El COVID-19 se ha convertido en una enfermedad endémica en todo el mundo, con oleadas de temporada que requieren vacunas actualizadas y el uso de productos farmacéuticos antivirales", exponen sobre este primer panorama posible.

En él, la colaboración mundial y regional durante los próximos 5 años ha dado lugar a vacunas eficaces que se van actualizando en función de cómo evoluciona el coronavirus, y la mayoría de los países cuentan tanto con estas como con dosis de refuerzo. Además, hay acciones esporádicas de recuperación social e inversión para reforzar los sistemas de salud.

Sin embargo, la población no vacunada permanece sobre todo en los países de bajos ingresos, las personas que dudan de si vacunarse "en todas partes siguen siendo un obstáculo para lograr una inmunidad generalizada" y países con brotes han recuperado algunas medidas.

Finalmente, este escenario hipotético también incluiría un progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU que se desaceleró durante los primeros años, aunque podría retomar el ritmo después, y una pérdida de confianza entre los ciudadanos y el Estado por factores como la desinformación, el populismo y la menor cohesión social.

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Escenario de recuperación perdida

Se trata de una situación futura verosímil pero más pesimista, señalan los expertos, que presenta "condiciones sociales en declive y desigualdades en incremento, derivadas de las crecientes tensiones geopolíticas, como ya se pone de manifiesto con el conflicto de Ucrania, las políticas proteccionistas y la escasa colaboración mundial y regional en respuesta a la pandemia".

En este segundo escenario, la mayoría de los países ha autorizado la administración de vacunas de refuerzo (incluso actualizadas), ante la disminución de la inmunidad, la mala respuesta en grupos vulnerables y las variantes más patogénicas o transmisibles.

Sin embargo, otros de bajos ingresos siguen con acceso limitado a las dosis iniciales y los antivirales, menos del 60% de la población mundial ha sido vacunada de manera efectiva contra el coronavirus y algunos requieren confinamientos y políticas de teletrabajo.

"En este escenario, los mecanismos de recuperación de COVID-19 y la inversión en atención social y sistemas de salud han sido limitados. Como resultado, el COVID-19 sigue mayormente sin control, con recurrencias graves en algunas partes del mundo", describe el informe sobre el panorama más pesimista.

Auge del populismo, aumento de la gobernanza autoritaria y un progreso gravemente retrasado hacia los ODS, entre otros elementos de este posible 2027.

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Escenario de colaboración plus

Consiste en una previsión verosímil pero más optimista, con un mundo el que la importancia del COVID-19 se ha reducido y que presenta una alta tasa de protección contra el virus: más del 70% de las personas han recibido una vacuna eficaz, prevén.

Vacunas mejor fabricadas y distribuidas, antivirales eficaces accesibles y asequibles, medidas sociales mucho menos restrictivas, ODS priorizados de nuevo, países ricos que fortalecen sus sistemas de salud y naciones con menos ingresos que aún pueden verse sobrecargadas cuando aparecen nuevos brotes, pero una enfermedad por COVID-19 "más manejable" sería la actualidad de este futuro en 5 años.

Recomendaciones para lograr el mejor futuro posible

Cualquiera de estos 3 escenarios son "completamente posibles", así como otros intermedios basados en estos o alguno más extremo, señalan los expertos entrevistados, por lo que "es crucial que la comunidad mundial se centre en las acciones que se pueden tomar para lograr el mejor resultado posible".

En esto, jugarían un papel fundamental varios "factores críticos que afectarán los resultados a mediano y largo plazo de la pandemia": la salud, lo social, la gobernanza nacional, la economía, la gobernanza mundial, el medio ambiente, y la ciencia y la tecnología.

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A partir de ahí, los autores comparten sus recomendaciones sobre cómo el mundo puede prepararse para el futuro para mitigar el impacto del COVID-19 y abordar otras crisis existenciales (pandemias, desastres naturales o el impacto del cambio climático) que dan por seguras, con el objetivo final de llegar al escenario de colaboración plus, el más optimista.

La equidad mundial, la comprensión de los riesgos, la confianza y la movilización pública, la diplomacia científica, el desarrollo de capacidades para el asesoramiento científico y el desarrollo de resiliencia, la reforma de los sistemas multilaterales y la inversión en I+D y en el aprendizaje sobre políticas son las áreas en las que debería enfocarse la comunidad, según ellos.

Esta ya se está centrado en elementos clave como el suministro de vacunas, los antivirales y la vigilancia de nuevas variantes, admiten. 

"Sin embargo, de manera abrumadora, nuestra conclusión es que muchos de los factores que tendrán el impacto más significativo en las sociedades a largo plazo (5 años o más), no están siendo priorizados lo suficiente por muchos gobiernos o por la comunidad global en la actualidad", advierten.

Políticas para mejorar la capacidad del sistema de salud pública, la prestación de atención médica a las poblaciones vulnerables, el estado de los sistemas educativos y el acceso a los servicios de salud mental son algunas de ellas, así como vigilar la propagación de información falsa, la poca accesibilidad al mercado de los países de ingresos bajos o medios y la pérdida de progreso en los ODS, apuntan.

"El curso futuro de la pandemia y sus consecuencias, que se extienden mucho más allá del régimen de salud, dependerán de las decisiones sobre políticas que se tomen hoy. Tales decisiones acortarán o prolongarán el curso de la pandemia y mitigarán o agravarán sus impactos", concluyen.