España vuelve a ser clave para Coca-Cola: es el mercado que más crece de Europa
- Coca Cola mejora sus ventas en Europa, aunque todavía no está en niveles prepandemia.
- Lo hizo impulsada sobre todo por el mercado que componen España, Portugal y Andorra, que acumuló un crecimiento del 16,5% de las ventas, más que el 16% registrado en Reino Unido.
- La mejora en los datos se produce después de un ERE que en España se saldó con 360 despidos.
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La recuperación del turismo y la hostelería en España devolvió la alegría a Coca-Cola.
Con una fuerte dependencia de la restauración, las ventas del popular refresco cayeron el doble en la Península Ibérica que en el resto de Europa.
Aunque todavía están lejos de las cifras previas a la pandemia, los ingresos de Coca-Cola Europacific Partners (CCEP) en el país son los que más suben de todo el continente.
La principal embotelladora mundial de la bebida hizo públicos esta semana sus resultados de los primeros seis meses de 2021.
Con unos ingresos de 5.918 millones de euros y un beneficio de 246 millones, la compañía presidida por la española Sol Daurella se mostró optimista y presumió de la “fortaleza” del negocio.
Buena parte de la recuperación llegó desde Iberia, la división que agrupa los mercados español, portugués y andorrano.
La organización explicó que los ingresos crecieron el 16,5% en el territorio hasta los 1.069 millones de euros. La subida solo es similar a la del Reino Unido, que mejoró su facturación el 16%.
Crecimiento de las ventas de Coca-Cola Europacific Partners (CCEP) en los primeros seis meses de 2021. Fuente: CCEP
“Los volúmenes fueron al alza debido a la relajación de las restricciones, particularmente en España, con una fuerte exposición al canal de hostelería”, explicó la firma.
De este modo, la recuperación de la hostelería y el turismo motivó que CCEP pudiese incrementar los ingresos por unidad comercializada, lo que también repercutió de forma positiva a los resultados de la cotizada.
España todavía está lejos de los niveles previos a la pandemia
A pesar de la mejora, las ventas de Coca-Cola siguen lejos de los niveles anteriores al estallido del coronavirus.
Así lo asume la dirección de la cotizada que, aunque no pone fechas para la vuelta a la normalidad, confía en que el impacto de la pandemia sea transitorio.
El virus se cebó especialmente con el mercado ibérico. En 2020, la región pasó de ser la más importante a cerrar el podio de ingresos de la cotizada.
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“Los volúmenes cayeron por la debilidad del turismo y la exposición al canal de bares y restaurantes, particularmente en España”, admitía la firma.
Ni se salvaron las ventas en supermercados, que también sufrieron.
La Coca-Cola en botella de cristal es hoy uno de los puntales de la recuperación del refresco en España
La crisis se prolongó durante todo el ejercicio y el descenso de las ventas fue del 22% hasta los 2.173 millones en todo el año.
Al cierre provocado por el estado de alarma en primavera le sucedieron la debilidad del turismo y las restricciones impuestas durante las continuas oleadas del virus en la segunda mitad de la campaña.
Un claro ejemplo del golpe fue que los refrescos embotellados en cristal –los más vendidos en el canal Horeca— perdieron el 85% de sus ventas entre abril y junio.
Hoy son el puntal de la recuperación junto con la marca de bebidas energéticas Monster.
Los despidos de Coca-Cola España
La recuperación del mercado no fue impedimento para que CCEP presentase el pasado mes de febrero un expediente de regulación de empleo (ERE) en España que se saldó con 360 despidos.
La multinacional concentró el plan entre el departamento comercial de Andalucía y los servicios centrales que la firma tiene en Esplugues de Llobregat (Barcelona) y Madrid. Entre los tres territorios sumaron más de 240 afectados.
El ERE afectó así a aproximadamente el 10% de la plantilla que la empresa tiene en el país. Buena parte de los empleados tenían la oportunidad de acogerse a prejubilaciones o recolocaciones.
Aquellos que no pudieron adherirse a estas opciones abandonaron la firma con una indemnización de 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades. También se les otorgó un lineal de 15.000 euros.
Según las cuentas semestrales de la organización, el coste del recorte de plantilla ascendió a 50 millones de euros.
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