España como potencia emergente en la nueva carrera espacial: "Es un momento muy bueno para ser astronauta"

Ilustración del Miura 1, el cohete español de PLD Space.
Ilustración del Miura 1, el cohete español de PLD Space.

PLD Space

  • Aunque Estados Unidos y Rusia han sido los protagonistas históricos de la carrera espacial, otras regiones como China y Europa están destinando cada vez más recursos para no quedarse atrás.
  • En el caso de España, Pablo Álvarez, español recientemente nombrado como astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) cree que España es un actor emergente en lo que él denomina la "nueva carrera espacial".

Rusia ha cumplido un papel histórico fundamental en la carrera espacial. La Unión Soviética, durante la Guerra Fría, consiguió hazañas que ningún país había logrado anteriormente.

Así, los éxitos en la carrera espacial se sucedieron: lanzaron el primer satélite de fabricación humana al espacio, el Sputnik I; la perrita Laika fue el primer animal en llegar al espacio –aunque falleció por falta de oxígeno– y sus astronautas protagonizaron el despertar de la carrera espacial.

Entre ellos, Ham el chipancé, el primer homínido en viajar al espacio; Yuri Alekséyevich Gagarin, el primer ser humano que lo consiguió a bordo de la Vostok 1 en 1961, y Valentina Tereshkova, la primera mujer, a bordo de la Vostok 6, tan solo 2 años más tarde.

Aunque el polo estaodounidense, protagonizado por la NASA, no se quedó de brazos cruzados. En 1969, Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieron en los primeros humanos en caminar sobre la Luna, una hazaña que recorrió los noticiarios del mundo entero.

No obstante, a mitad del año 1975, ambas potencias decidieron dejar a un lado sus diferencias y colaborar en el acoplamiento de las naves Soyuz y Apolo 18, la primera misión colaborativa de Estados Unidos y Rusia y el momento final de la Guerra Fría.

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Durante casi medio siglo, la carrera espacial ha ido de la mano de la colaboración internacional, aunque la guerra en Ucrania resucitó fantasmas del pasado. Con ello, Rusia –con su agencia Roscosmos– ha cortado sus lazos con Europa, con todas sus implicaciones.

Pablo Álvarez, astronauta español recientemente nombrado parte del nuevo equipo de la Agencia Esapcial Europea (ESA) considera que existe "una nueva carrera espacial"

 

"Tenemos sobre todo a los actores comerciales de Estados Unidos, tenemos a China... Es un entorno muy cambiante, lo que también hace que sea un momento muy bueno para ser astronauta", celebra Pablo.

Ahora bien, ¿qué papel tiene España en esta nueva carrera espacial y cómo puede competir la industria española y europea con actores protagonistas como Estados Unidos o China?

El papel de España y Europa en la nueva carrera espacial

A nivel internacional, según los datos de Space Capital, Estados Unidos es el país que más recursos destina a la carrera espacial, sumando hasta el 47% del mundo entero (125.000 millones de dólares), seguido de China con el 30% (79.000 millones).

El resto se divide entre diferentes países europeos, asiáticos, latinoamericanos o de Oriente Próximo. Por su parte, la inversión espacial en España por compañías de la economía espacial se queda en un escaso 0,31% del conjunto del planeta, es decir, aproximadamente 800 millones.

Pablo Álvarez, astronauta español recientemente nombrado para formar parte de la ESA.
Pablo Álvarez, astronauta español recientemente nombrado para formar parte de la ESA.

ESA

A pesar de ello, Pablo cree que España tiene un gran potencial en la nueva carrera espacial, más aún con la ESA como apoyo imprescindible en el desarrollo de una industria con numerosas ventajas, tanto a nivel económico como social.

"España es una potencia emergente en el sector espacial", asegura. "Estamos desarrollando sectores que han incrementado su aportación a la ESA en las últimas reuniones, la cual se ha duplicado desde 2019. Esto revierte en distintos proyectos en España y en el desarrollo de puestos de alta cualificación".

Pablo se refiere al último anuncio de Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, quien aseguró que durante los últimos años la aportación española a la ESA se había traducido en el retorno de contratos para el sector español, con un superávit de 74 millones de euros.

Aunque Pablo cree que la inversión aún queda bastante lejos de la Estados Unidos, ya que a pesar de tener prácticamente el mismo PIB en Europa que en Estados Unidos, la inversión europea es considerablemente menor.

Con ello, considera que la creación de la Agencia Espacial Española (AEE) supone un gran paso adelante. Y, aunque él es de León, celebra que su sede sea Sevilla.

"Claro que nos hubiera gustado que estuviera en León, pero al final lo importante es tener una agencia espacial operativa y que de verdad España tenga una única voz en la ESA, que encuentre sinergias entre las distintas áreas de la exploración espacial", concreta.

Parece que España comienza a apostar seriamente en la carrera espacial, lo que inevitablemente creará un sector aeroespacial fuerte que pueda aportar tecnología y ciencia a la ESA. En este sentido, las colaboraciones son esenciales y la inversión totalmente necesaria.

"Al final es una inversión que revierte positivamente en la vida de las personas", concluye Pablo. "Creo que podríamos ir un pasito más allá, la verdad".

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