Los españoles gastan más, a pesar de que un 75% considera que la situación económica del país es "mala o muy mala": por qué se produce esta paradoja, según los expertos

Los españoles consideran que su economía es buena mientras se es pesimista en la economía española.

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Los españoles se mueven entre el desánimo y la esperanza. El último barómetro del CIS de este mes de julio revela la opinión de los españoles sobre la situación económica. 

Si se mira de cerca los datos, existe una gran paradoja entre la valoración de la economía a nivel nacional y a nivel personal: un 75,8% de los españoles afirma que el país vive una situación mala o muy mala (43,6% piensa que es mala y el 32,2% piensa que es muy mala); sin embargo, el 63,8% de los mismos encuestados responden que su situación económica personal en la actualidad es buena (59,8%)o muy buena (4%). 

Percepciones económicas de los españoles

CIS / Elaboración propia

Sí, casi las mismas personas que responden que España está sumida en una mala situación, también creen que su economía personal es buena. Sin embargo, la realidad se ajusta a los números presentados por las instituciones económicas. 

Las previsiones de la zona euro no son demasiado positivas y se espera que vayan a peor si la guerra en Ucrania no termina pronto. El Banco Central Europeo fijó un objetivo del 2% de inflación, pero el último dato del mes de junio se encuentra en el 8,6%, su máximo histórico, debido al aumento de precios de la energía. 

Con esta diferencia de 6 puntos, el BCE anunció ayer una subida de los tipos de interés el doble de lo esperado. La entidad financiera ya había avisado que ajustaría las previsiones en septiembre con nuevas subidas si la inflación seguía desbocada, pero la noticia no ha tardado mucho en producirse. 

Frente al 0,25 que se esperaba para septiembre, el Consejo de Gobierno del organismo anunció ayer que finalmente será del 0,5, una subida histórica. Luciana Taft, consultora en el Área de Economía y Mercados de Afi, explica que es una noticia esperada, "lo que ocurre es que se ha adelantado", pero no es algo que se vaya a notar de forma inmediata. 

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Hoy se paga un 19% más en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles respecto al año pasado, un 19,2% más en transporte, un 12,9% más en alimentos y bebidas y un 7,2% más en restaurantes y hoteles, según datos del INE.

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¿Cómo es posible entonces que los españoles vean con malos ojos la situación económica general de España, pero que ante la inflación y la subida de precios, valoren positivamente su situación personal? 

Aunque la proyección a futuro no es esperanzadora, las expertas en psicología y economía consultadas por Business Insider España coinciden en que la gente está pensando en los activos de los que dispone ahora, especialmente para disfrutar de las vacaciones. 

En cuanto pase la época estival, Taft asegura que en septiembre se empezará a notar la contención del gasto de las familias, pero de momento, la inflación no se está notando en los bolsillos de manera desproporcionada, lo que puede explicar una buena percepción de la economía doméstica, junto con unos buenos datos de empleo. 

La guerra en Ucrania se ve lejos y "puede que la excepción ibérica haga que la gente sea consciente de que en España estamos un poco más protegidos frente a la dependencia del gas ruso". Aunque no está claro que esta sea la razón principal, ya que puede deberse a que el empleo está creciendo y las familias están teniendo ingresos, lo que se percibe de forma positiva. 

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Por otro lado, Jenifer Saiz, experta psicóloga, afirma que esta discrepancia puede deberse a una disociación entre lo que está ocurriendo y lo que los ciudadanos están dispuestos a prestar atención.

Si bien los ciudadanos han empezado a notar la subida de los precios, evaden esta realidad porque no pueden asimilar más infortunios después de dos años de pandemia. "Todavía vivimos en un estado de estrés postraumático debido al COVID-19 y nuestro instinto de supervivencia no nos permite asimilar las malas noticias derivadas de la guerra en Ucrania o la inflación". 

Es lo que en psicología llaman indefensión aprendida, es decir, tras 2 años de pandemia los ciudadanos han aprendido que no tienen capacidad para controlar los eventos, y que nada de lo que hagan les va a sacar de la mala situación. "Nos hemos conformado con que esto es así, nos hemos adaptado a las malas situaciones, pero sí nos quejamos de lo de fuera". 

"La gente ha dejado de responsabilizarse a sí misma y ha empezado a responsabilizar al Gobierno y a las políticas", afirma Saiz, lo que explicaría por qué sí se valora de forma negativa la economía general de España. 

En este sentido, los ciudadanos perciben una buena economía personal porque están evadiéndose de las circunstancias externas o porque piensan que podrían estar peor, lo que les hace valorar mejor su situación. Aunque los españoles son conscientes de que la economía del país no pasa por su mejor momento, no lo perciben como una realidad propia, sino algo ajeno a ellos mismos. 

Lo que es seguro es que los españoles están gastando, algo que se deriva también de la demanda de vivienda, pero pasado el verano, es posible que los españoles salgan de ese letargo y vuelvan a acompasarse las percepciones económicas tras unas vacaciones bien disfrutadas. 

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