Esta es la receta que ayuda a luchar contra la corrupción dentro de las empresas, según dos ejecutivas españolas

De izquierda a derecha: Alejandra Miranda, Ignasi Carreras, M. Laloma y María Rocha
De izquierda a derecha: Alejandra Miranda, Ignasi Carreras, M. Laloma y María Rocha
  • La receta para acabar con la corrupción en las empresas pasa por aumentar la transparencia, promocionar un código ético o fomentar los canales de denuncia.
  • Maria Rocha, gerente de SR Integrity de Repsol, como Alejandra Miranda, al frente de desarrollo de negocio para Latinoamérica, Iberia y Francia en EcoVadis participaron en la mesa redonda Políticas activas de lucha contra la corrupción, organizada por la escuela de negocios Esade.
  • En 2016, Repsol implementó un canal de denuncias que recogió, sobre todo, conflictos de interés y denuncias por acoso. 

Mejorar la transparencia, la promoción de un código ético desde la alta dirección o fomentar la acción de denuncia por parte de los empleados son los primeros pasos para establecer medidas anticorrupción dentro de las propias empresasTanto Maria Rocha, gerente de SR Integrity de Repsol, como Alejandra Miranda, al frente de desarrollo de negocio para Latinoamérica, Iberia y Francia en EcoVadis coinciden en ver estas acciones como un punto de partida para una reflexión más profunda de este problema en las empresas. 

Ambas ponentes compartieron mesa en la sesión Políticas activas de lucha contra la corrupción que organizó la escuela de negocios Esade en Madrid esta semana donde perfilaron los problemas a los que se enfrentan las compañías cuando trabajan para evitar prácticas corruptas tanto dentro de sus procesos como en las relaciones externas.

Las organizaciones empresariales, a menudo, afrontan una disyuntiva ética y deben decidir, entre otras cuestiones, si entran a trabajar con países o proveedores con niveles de corrupción que o son elevados o casi la norma.El moderador Ignasi Carreras, profesor y director de los Programas de formación directiva para ONG del Instituto de innovación de Esade, plantea a estas directivas cómo enfrentarse a esta disyuntiva. 

La respuesta es clara para ambas. Tanto la portavoz de Repsol como la de Ecovadis sostienen que para hacer frente a la corrupción empresarial es importante atenerse a las normativas internacionales más restrictivas, como la CFPA estadounidense (las siglas en inglés para Foreign Corruption Practices Act) o la ISO 37001.

"Además, las multas deben ser exponenciales para que suponga una lección para las empresas", sostiene Miranda

Una postura que refuerza la tesis de que repitieron las expertas de la mesa durante el debate al reclamar que las medidas anticorrupción no sean mera cosmética, sino una fuerza real que empuje a las empresas a movilizarse. En este sentido, Miranda insta a implementar auditorías internas, a tener una radiografía de los riesgos de corrupción dentro de las empresas, a evaluar a los proveedores y las partes interesadas asociadas a ellos. 

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Por su parte, Rocha enfatiza la necesidad de identificar las áreas de negocio más sensibles a ese riesgo. E insiste en la formación de los empleados como medida preventiva, así como la implicación del equipo directivo.

“Los empleados estadounidenses están muy decididos a denunciar, algo que en España no es tan común. Las empresas deben garantizar la confidencialidad de las denuncias para que se convierta en una práctica habitual”, analiza la ejecutiva. 

Otra de las cuestiones que emergieron en este sentido es si las denuncias se realizan de buena fe o no. Por eso, cuando hay una denuncia, las empresas deben realizar una investigación de forma adaptada a cada situación, según sostuvieron las directivas.  

El canal de denuncia de corrupción en Repsol

Para hacer frente a este problema, Repsol implantó un canal de denuncia de corrupción para sus empleados en 2016, según avanza María Rocha. En su primer año de funcionamiento fueron en torno a 40 los casos de corrupción denunciados. La ejecutiva resalta que estas cifras están incrementando, aunque no disponen aún de datos concretos actualizados. 

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En este canal, no solo fueron denunciados los casos de corrupción sino que Rocha revela cómo los conflictos de intereses y los casos de acoso han sido los dos incidentes más denunciados. “También en lo relativo a los regalos empresariales”, completa la ejecutiva.  

Rocha ratifica durante su intervención que Repsol dejó pasar operaciones cuando implicaban un riesgo elevado: “Sí, hemos dejado de hacer negocios cuando el riesgo era alto. No renunciamos a países sino a operar con terceros”, afirma

Estándares universales

Combatir la corrupción dentro de las compañías parece que, al menos por el momento, es cosa de los países desarrollados. Las empresas europeas y norteamericanas son las que mejor nota sacan en la implementación de políticas anticorrupción, según los datos de sostenibilidad empresarial del último estudio realizado por EcoVadis. Mientras la media de las empresas a escala mundial apunta a un 45 sobre 100, la que peor desempeño presenta en este aspecto es China, con una puntuación de 32.

Lo cierto es que el debate se cierne, habitualmente, sobre la corrupción pública, que se ha convertido en la cara más evidente de cara a los ciudadanos. Y para recalcar esta idea, recuerda Miranda que Noruega es el único país en el que la corrupción empresarial supera a la corrupción pública. 

Así, la mesa de expertos defiende la implementación de medidas transversales e internacionales: “los estándares deben ser los mismos, estés en el país que estés”, razona Rocha. 

Ignasi Carreras deja constancia de que la crisis económica fue agravante de los casos de corrupción. El objetivo no era otro que sino impulsar, al menos minimizar el impacto de la crisis en las cuentas de las empresas, justifica Carreras.

El profesor de Esade no deja escapar la oportunidad de enfatizar el peso de tales prácticas opacas:  "El Fondo Monetario Internacional considera que el coste económico anual de la corrupción supone casi el 2% del PIB del planeta, lo que equivaldría a dos veces el PIB español, con unas consecuencias tanto políticas como económica muy sustanciales".
 

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