Nuevo récord de velocidad de transmisión de datos a través de Internet: así es como lo han conseguido estos ingenieros del UCL
- El equipo de investigación dirigido por la doctora Lidia Galdino ha conseguido batir el récord de velocidad de transmisión de datos, consiguiendo ser un quinto más rápido que el récord anterior.
- Se alcanzó una velocidad de 178 terabits por segundo, el doble de la capacidad de los sistemas actuales, gracias a la amplificación de longitudes de onda.
- Para ello, combinaron distintas tecnologías, creando así constelaciones de conformación geométrica (GS) nuevas, que consiguieran modificar las propiedades de cada longitud de onda individualmente y permiten hacer un mejor uso de sus propiedades.
- "El tráfico de Internet ha aumentado exponencialmente durante los últimos 10 años y todo este crecimiento en la demanda de datos está relacionado con la disminución del costo por bit", explica la doctora Galdino.
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La sociedad avanza y la tecnología con ella. Lo que ayer parecía imposible, hoy no lo es.
El equipo de investigación dirigido por la doctora Lidia Galdino, profesora de Ingeniería Electrónica y Eléctrica del University College de Londres (UCL) y becaria de investigación de la Royal Academy of Engineering, junto con dos empresas, Xtera y KDDI Research, han conseguido batir uno de esos récords que parecen imposibles en un laboratorio de la UCL, el de la velocidad de transmisión de datos, consiguiendo ser un quinto más rápido que el récord anterior, que correspondía a un equipo japonés.
Según se describe en un nuevo artículo de IEEE Photonics Technology Letters, se alcanzó una velocidad de 178 terabits por segundo, o lo que es lo mismo, 178.000.000 megabits por segundo, el doble de la capacidad de los sistemas actuales.
"Si bien las interconexiones actuales de centros de datos en la nube de última generación son capaces de transportar hasta 35 terabits por segundo, estamos trabajando con nuevas tecnologías que utilizan de manera más eficiente la infraestructura existente, haciendo un mejor uso del ancho de banda de la fibra óptica y permitiendo una tasa de transmisión récord mundial de 178 terabits por segundo", explica la autora e investigadora principal del proyecto, la doctora Galdino.
Para que te hagas una idea de la rapidez de esta transmisión, podrías descargar todas las series y películas de Netflix en tan solo un segundo, e incluso llevaría menos de una hora descargar los datos que de la primera imagen tomada de un agujero negro que, debido a su tamaño, fue almacenada en media tonelada de discos duros y transportarse en avión.
La pregunta es ¿cómo lo han conseguido?
Esa veloz transmisión de datos se ha alcanzado gracias a una gama de colores de luz o longitudes de onda más amplia que la de la conocida fibra óptica.
El ancho de banda de espectro que se utiliza en la actualidad es de 4,5 THz, mientras que estos ingenieros utilizaron un ancho de banda muchísimo más grande, de unos 16,8 THz.
Sin embargo, el proceso no ha sido fácil. Para alcanzar esa amplificación significativa, los investigadores han tenido que combinar distintas tecnologías, creando así constelaciones de conformación geométrica (GS) nuevas, que consiguieran modificar las propiedades de cada longitud de onda individualmente y permiten hacer un mejor uso de sus propiedades.
Además, esto supone un avance importantísimo en el mundo de las telecomunicaciones, pues con la actual crisis del coronavirus, la demanda de estos servicios ha experimentado aumentos de hasta el 60% con respecto al período previo a la pandemia, en cuanto a tráfico de datos.
“Pero, independientemente de la crisis de COVID-19, el tráfico de Internet ha aumentado exponencialmente durante los últimos 10 años y todo este crecimiento en la demanda de datos está relacionado con la disminución del costo por bit", explica la doctora. "El desarrollo de nuevas tecnologías es crucial para mantener esta tendencia hacia costos más bajos y, al mismo tiempo, satisfacer las demandas futuras de velocidad de datos que continuarán aumentando, con aplicaciones aún impensables que transformarán la vida de las personas".
Otro de los beneficios de esta técnica es que puede ser usada en infraestructuras ya existentes sin un costo demasiado alto, pues basta con actualizar los amplificadores de fibra óptica a intervalos de 40-100 kilómetros.
La actualización supondría un gasto mucho menor que instalar nuevas fibras ópticas, pues esto podría llevar a costar 500.000 euros por kilómetro y fibra, mientras que mantener los mismos saldría por unos 18.000 euros cada uno.
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