La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha concedido la autorización de uso de emergencia a una prueba basada en la saliva y financiada por la NBA y la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto (NBPA, por sus siglas en inglés) para que este disponible para el uso público, según ha anunciado la agencia.
La prueba fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Yale y financiada conjuntamente por la NBA y la NBPA, según ESPN.
SalivaDirect, basada en la saliva, podría tener un precio increíblemente bajo. Los expertos dijeron a ESPN que el coste por muestra podría ser de tan solo 4 dólares (3,38 euros aproximadamente), pero es más probable que los pacientes terminen pagando entre 15 y 20 dólares (12,67 y 16,89 euros).
La prueba también es accesible y fácil, y los que se someten a ella podrían conocer resultados en cuestión de horas, ha señalado Nathan Grubaugh, uno de los autores principales de los estudios sobre la saliva, a ESPN.
La NBA usa actualmente hisopos nasales, pero la prueba de saliva fácil y barata podría potencialmente redefinir los planes para las futuras temporadas, ha explicado fuentes a ESPN.
Las pruebas de saliva fueron entregadas a los jugadores y personal de la NBA, junto a pruebas regulares de hisopado nasal para comparar los resultados. Los investigadores de Yale descubrieron que los resultados de ambos tipos de pruebas eran casi idénticos, según ESPN.
ESPN también informó de que Yale, la NBA y la NBPA no planean cobrar royalties por la administración de las pruebas.
"Mi objetivo no es hacer pruebas únicamente a los atletas", señaló Grubaugh a ESPN. "Mi población objetivo es todo el mundo".
En abril, la FDA autorizó una prueba de coronavirus basada en saliva desarrollada por investigadores de la Universidad de Rutgers, también estadounidense. ESPN informó de que esas pruebas cuestan a los pacientes entre 60 y 150 dólares (50,67 y 126,66 euros) pero que la nueva prueba SalivaDirect eliminó la "extracción de ARN de las muestras".
"Pierde un poco de sensibilidad [en relación a la prueba de Yale], pero lo que ganamos es velocidad y que debería ser hasta 10 veces más barata", ha añadido Grubaugh.