Estados Unidos teme desde hace años perder su ventaja científica sobre China, y según una métrica crucial ya la ha perdido

Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Política Científica y Tecnológica de Japón (NISTP) concluye que China ha superado a Estados Unidos como el país líder en producción de investigación científica y estudios de "alto impacto". 

El estudio se presentó el pasado martes, 9 de agosto de 2022, precisamente el mismo día en el que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmaba la Ley de CHIPS y Ciencia, que, entre otras partidas, destinará 197.387 millones de euros (200.000 millones de dólares al cambio actual) en 10 años para investigación científica. 

China publicó el 23,4% de los artículos científicos publicados

Concretamente, lo que muestra el informe del instituto dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Japón es que, entre 2018 y 2020, China publicó, de media, 407.181 artículos científicos al año (23,4% del total), por encima de los 293.434 publicados en revistas estadounidenses. 

Además, el 27,2% del 1% de los artículos más citados en el mundo en 2019 provinieron de instituciones chinas. Estados Unidos ocupa el segundo puesto con un 24,9% y el Reino Unido cierra el podio con un 5,5%. 

La frecuencia con la que los artículos son citados es una medida a la que se concede mucho valor en la comunidad científica. 

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Más en detalle, las investigaciones con origen en el país asiático se centraron, principalmente, en la ciencia de los materiales, química, ingeniería y matemáticas. 

En el caso de las que nacieron en Estados Unidos, el foco se puso en la física, la medicina clínica y las ciencias básicas de la vida, tal y como apuntan en La Lista, con una información de The Guardian. 

La Ley de CHIPS y Ciencia de Estados Unidos

El mismo día que el organismo nipón hacía público este informe, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, rubricaba la llamada Ley de CHIPS y Ciencia. 

De ella, además de los 200.000 millones de dólares ya comentados para investigaciones científicas, también saldrán 51.319 millones de euros (52.000 millones de dólares) para impulsar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos. 

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La aprobación de esta normativa ha tensado aún más las relaciones entre ambos países, puesto que en la misma "se prohíbe a fabricantes estadounidenses de chips que construyan nuevos espacios para la producción o que aumenten las líneas ya existentes en China, durante al menos una década".

La respuesta desde el país asiático no tardó en llegar: afirmaron que esta ley obstaculiza el comercio y la innovación y es un ataque a las empresas extranjeras.