El peligroso auge de las estafas románticas: cómo consiguen los ciberdelincuentes estafar 1.300 millones al año

Eve Upton-Clark,
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Los ciberdelincuentes estafan miles de millones a través de timos que a menudo comienzan en Facebook o Instagram.
Los ciberdelincuentes estafan miles de millones a través de timos que a menudo comienzan en Facebook o Instagram.

iStock; Robyn Phelps/Insider

  • No es ningún secreto que la pandemia ha aumentado la vulnerabilidad de las personas, especialmente de aquellas que se sienten solas.
  • Por desgracia, este grupo de la población se ha convertido en el objetivo perfecto de una estafa particularmente cruel: la estafa romántica o timo del amor, en la que el delincuente simula una relación romántica con la víctima y le pide dinero.
  • "Perder el dinero fue devastador. ¿Pero perder el amor y la idea de la familia que teníamos? Eso es lo que me destrozó".

Kate Kleinert estaba sola en casa un día de verano de 2020 cuando recibió una solicitud de amistad de un atractivo desconocido en Facebook. Se presentó como Tony, un médico noruego destinado en Irak. 

Kate, de 69 años, recibía a menudo solicitudes de amistad de hombres solteros. Normalmente, todos tenían el mismo perfil: guapos, de éxito y destinados en otro país. "Nunca aceptaba esas solicitudes, pero éste tenía algo. No sé si era mi estado de ánimo ese día, o qué", me dice. Decidió aceptar la solicitud de amistad de Tony.

"Llevaba 12 años viuda y nunca había buscado pareja. Mi corazón seguía casado con mi marido. Nunca entré en aplicaciones o webs de citas. Nunca salí a un club o bar en busca de alguien. Pero este hombre llegó al salón de mi casa a través de internet", relata.

Durante los 2 meses siguientes, Kate se vio envuelta en lo que ella creía que era un romance que se había consolidado rápido. Tony le enviaba mensajes a diario, fotos suyas y anécdotas sobre sus 2 hijos y su mujer, de la que decía que había muerto de leucemia. Al poco tiempo, le decía lo mucho que la quería, le pedía que mirara casas para irse a vivir juntos y colegios para los niños. 

"Me hacía mucha ilusión que alguien me dijera: '¿Qué tal el día, cariño?'. Hacía muchos años que no me lo decían, así que había olvidado lo bien que me sentía al tener a alguien, a cualquiera en realidad, con quien hablar", me cuenta. 

Cuando Tony empezó a pedirle dinero, al principio era para ayudar con los gastos de su hija. Kate, que no tenía hijos, estaba encantada de tener la oportunidad de adoptar el rol de madre, y Tony le aseguró que le devolvería el dinero cuando por fin estuvieran todos juntos en Navidad. Pasando por alto sus dudas iniciales, empezó a enviarle dinero para ayudar con "emergencias", y en diciembre de 2020 le había mandado ya 39.000 dólares. Pero su romance de cuento de hadas no duraría. 

Que una pareja te deje en la estacada, es algo que ha pasado toda la vida. Sin embargo, el confinamiento por la pandemia ha aumentado el número de usuarios en webs de citas, por lo que estas cosas han empezado a pasar más a menudo. En EEUU, se estima que en 2022 se estafaron unos 1.300 millones de dólares a través de las estafas románticas, conocidas también como el tiempo del amor. En España, con esta práctica fraudulenta llegan a conseguirse decenas de miles de euros de una sola víctima, y en 2022 la cifra total asciende a aproximadamente 600 millones de euros.

"Invierten mucho en desarrollar una relación. Pueden pasar 6 meses antes de que pidan dinero. Esperan a crear una sensación de compromiso", explica Stacey Wood, experta en neuropsicología forense.

Richard Mendelstein es muy precavido en lo que se refiere a ciberseguridad, pero todo su escepticismo desapareció cuando escuchó a su hija pedir ayuda por teléfono.

Un delito sin pasión

Desde siempre, los estafadores han encontrado formas de aprovecharse de la gente contándoles una historia convincente. Pero en la era de las citas online, estos timos han proliferado, evolucionando hacia estafas más sofisticadas enfocadas en ganarse la confianza de las víctimas. Según el informe de la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC, por sus siglas en inglés), la forma más popular de estafar el año pasado fue a través de Instagram (29%) y Facebook (28%).

A medida que la estafa se vuelve más sofisticada, el número de personas que cae sigue creciendo. El año pasado, 70.000 declararon en EEUU haber sido víctimas del timo del amor, con una pérdida media de 4.400 dólares. Y eso puede ser solo la punta del iceberg. La FTC señala que debido a que la gran mayoría de las estafas no se denuncian, "estas cifras reflejan solo una pequeña fracción del daño público". En el caso de España, la empresa de ciberseguridad Avast realizó una encuesta que reveló que el 33% de los españoles habrían sido víctima de una estafa online, mientras que el 16% lo habría sido de una romántica.

¿Una teoría que explique este repentino auge? La pandemia. Wood comenta que, aunque las restricciones por el coronavirus no han sido el único factor del aumento, sin duda han agravado el problema. "Los avances tecnológicos, el hecho de tener a la gente aislada de terceros que podrían haber intervenido y las menores oportunidades de encontrar afecto se han unido en una tormenta perfecta", afirma. La gente tenía una buena excusa para no querer conocerse en persona.

El día que Kate y Tony tenían que verse por fin, Kate se arregló el pelo y las uñas y esperó junto al teléfono. Horas después de que Tony aterrizara en el aeropuerto local, seguía sin tener noticias. Finalmente, recibió una llamada de alguien que decía ser el abogado de Tony. Tony había tenido problemas legales en el aeropuerto y necesitaba dinero para pagar la fianza. Tras un aluvión de llamadas en los días siguientes, tanto de Tony como del abogado, intentando convencer a Kate de que vendiera su coche, cobrara su seguro de vida, hipotecara de nuevo su casa o pidiera dinero a un pariente, Kate empezó a sospechar. Se suponía que Tony estaba en la cárcel, ¿cómo podía hacer tantas llamadas? 

"Entonces lo supe, y fue como si una bomba me hubiera estallado el corazón. Esto no era real", relata.

Los casi 40.000 dólares que Kate había enviado a Tony habían acabado con sus ahorros, el seguro de vida de su difunto marido, su pensión y sus ingresos de la Seguridad Social. Pero lo más trágico fue que le rompió el corazón. "Perder el dinero fue devastador. ¿Pero perder el amor y la idea de la familia que teníamos? Eso es lo que me destrozó", explica Kate. 

En lugar de confiar en las aplicaciones de citas, la Generación Z encuentra cada vez más romances en sus grupos de amigos.

Una epidemia de soledad

Los casos como el de Kate se han agravado con el problema de la pandemia, pero el origen se remonta a más atrás. En 2018, un estudio de la Kaiser Family Foundation concluyó que uno de cada 5 ciudadanos de EEUU afirmaba sentirse solo o socialmente aislado siempre o con frecuencia, y entre los adolescentes y adultos jóvenes, la soledad casi se duplicaba.

Wood explica que la soledad es un factor bastante consistente en diferentes tipos de estafas. "La validación psicológica es una necesidad humana y estos estafadores hacen mucha validación", señala. Sus tácticas mantienen a la gente comprometida, recompensando el comportamiento que cumple con sus peticiones y castigando el que no lo hace. Es terrible, pero eficaz", añade la experta.

Y aunque la "epidemia de soledad" lleva años gestándose, la pandemia alimentó el problema. En España, algunos estudios concluyen que uno de cada 3 jóvenes se siente solo. Incluso ahora que el mundo se ha vuelto a abrir, los chats virtuales y las videoconferencias se han convertido en una parte consolidada de la cultura de las citas, lo que deja la puerta abierta a los estafadores.

Según una encuesta realizada en 2022 por la sociedad financiera británica Nationwide Building Society, el 82% de las personas ha experimentado episodios de soledad o aislamiento social en algún momento, y el 20% se siente solo a diario. Entre los que se han sentido solos, el 29% afirma sentirse más vulnerable a una estafa romántica. Y el 17% de las personas que se sienten solas o aisladas socialmente con frecuencia afirman que seguirían hablando con alguien aunque sospecharan de sus motivos. 

"Cualquiera puede ser víctima", indica Wood, pero añade que "las vulnerabilidades psicológicas, en particular la depresión y la ansiedad, pueden aumentar el riesgo de explotación financiera".

El aumento de la soledad va a hacer que estas estafas sean más probables, según Wood. "Se pueden dar consejos prácticos, como asegurarse de conocer a alguien en persona antes de dar dinero, etc., pero creo que tiene que haber más intervenciones estructurales. Es un problema creciente que tenemos que cambiar activamente para resolverlo", comenta la experta.

Confluencia de cripto y romance

Si la soledad ha sido el "porqué" del creciente número de estafas románticas, las criptomonedas son el "cómo". Según los informes presentados a la FTC, el método de pago n.º 1 para las estafas románticas del año pasado fue la criptomoneda. Las estafas con criptomonedas empiezan de forma similar a otras estafas románticas, pero el estafador no pide dinero, sino que convence a la víctima para que invierta en criptomonedas. Se engaña a la víctima para que invierta sumas cada vez mayores en monedas falsas controladas por el estafador. Después, el estafador corta el contacto y se fuga con el dinero.

"Cuando vi a Ren por primera vez, era muy atractivo, alto, estaba en forma y era realmente educado y exitoso", narra Sarrah Rose a la reportera de Business Insider Doree Lewak. Lo conoció a través de una aplicación de citas, donde él le explicó que una de sus aficiones era hacer trading con criptomonedas. Le ofreció a Sarrah consejos sobre cómo operar con Coinbase. 

"Me hacía mover mi dinero a una billetera no regulada que no podría recuperar. Intentó convencerme de que estaba conectada a Coinbase (considerada una plataforma segura y establecida), por lo que no tendría problemas. No le creí", cuenta Sarrah.

El segundo día, le envió una captura de pantalla de su cartera de criptomonedas que supuestamente mostraba 5,5 millones de dólares, con 150.000 dólares en beneficios diarios. Ren le dijo a Rose que estaba planeando hacer una operación y la invitó a unirse a él como una "forma de acercarse el uno al otro."

"Puedes probar a hacer criptodivisas. De esa manera, también podríamos tener un interés común haciendo algo juntos. Es una forma de reforzar mi autoestima. Si confías en mí, seré feliz", escribió en un texto visto por Business Insider, mientras la acompañaba en una transferencia de fondos a su cuenta de Coinbase. Como el mercado de las criptomonedas tendía a la baja, dijo que era una "muy buena oportunidad" para invertir. 

"Se negó a conocerme en persona, pero quería actuar como un novio y esperaba que confiara en él como lo haría una novia", señala Rose. 

Criptomonedas.

Aunque Rose se dio cuenta enseguida de la estafa, otros no han tenido tanta suerte. En febrero, una mujer de Tennessee contó que un estafador que conoció en la aplicación de citas Hinge le había estafado casi 400.000 dólares. Nicole Hutchinson, una joven de 24 años que, al igual que Rose, tenía pocos conocimientos sobre criptomonedas, recibió un mensaje en Hinge sobre una oportunidad de inversión. Sin saber que las wallets digitales a las que se le pidió que transfiriera dinero estaban controladas por el estafador, acabó perdiendo sus ahorros y los de su padre.

CipherBlade, una firma de análisis de investigación de criptomonedas, estima que las pérdidas mundiales por este tipo de estafas fueron de "decenas de miles de millones" de dólares solo en 2021, y agrega que las presuntas pérdidas son "increíblemente altas". 

Tanto las estafas románticas criptográficas como las no criptográficas pueden ser devastadoras para las víctimas, pero para empeorar las cosas, una vez que alguien cae en un engaño así, tiene más probabilidades de ser presa de nuevo. Tras pedir ayuda en su caso, a Kate le advertieron que debía estar alerta. Le dijeron que ahora estaba en una lista verde que se había vendido por todo el mundo y que los estafadores la señalaban como un blanco fácil. 

Sin soluciones fáciles

Aunque la página web y el perfil en redes sociales de la Policía Nacional y la Guardia Civil ofrecen consejos como "tener cuidado con lo que se publica en Internet" e "investigar la foto y el perfil de la persona mediante búsquedas online" para evitar estafas, los expertos señalan que hace falta más intervención. 

En el caso de EEUU, Wood cree que las plataformas podrían señalar las transacciones sospechosas y permitir la intervención de trabajadores sociales o expertos en salud mental, con la esperanza de limitar los daños económicos y emocionales. Kate también dice que los anuncios educativos dirigidos a las personas mayores ayudarían a exponer a la gente a este tipo de estafas. "Si pudiéramos saber más sobre las estafas y cómo se llevan a cabo, la gente aceptaría el hecho de que esto es un peligro y tenemos que hacer más contra ello", defiende. 

Un año después de perder todo su dinero por la estafa de Tony, la casa de Kate se incendió, destruyendo todas sus pertenencias, matando a sus perros y casi acabando con su vida. Cuando un amigo creó una página de GoFundMe para ayudar, Tony volvió a ponerse en contacto. 

"Me asustó porque sabía que me estaba vigilando. Está esperando otra oportunidad. Pero creo que he aprendido mucho desde entonces. Ya no soy tan vulnerable", dice.

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