Nueva hipótesis: estas 'células zombis' tendrían la culpa de los síntomas depresivos y la pérdida de memoria temprana en la tercera edad

Zombis

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  • Investigadores de Corea del Sur acaban de descubrir que las personas mayores con síntomas tempranos de depresión y deterioro cognitivo tienen telómeros inusualmente cortos.
  • El ensayo controlado aleatorizado publicado en Aging presenta más pruebas a favor de la hipótesis telomérica del envejecimiento, que postula que todas las células llegan a un punto en el que ya no pueden dividirse y replicarse más. 

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Una nueva investigación publicada en la revista Aging y llevada a cabo por científicos surcoreanos aporta más evidencias de lo que se ha dado en llamar la hipótesis telomérica, aquella que remite como culpable del deterioro cognitivo temprano y los síntomas de la depresión en la tercera edad al acortamiento de los telómeros.

¿Qué son los telómeros? Según explican desde el National Human Genome Research Institute, son secuencias especiales del ADN que se hallan en los extremos de los cromosomas y tienen secuencias repetitivas que son reconocidas como el final de los mismos, y que impiden que se rompa o dañe. Cuando la célula se divide, los telómeros también lo hacen.

Los telómeros funcionan como fusibles de combustión lenta: cuando te haces mayor, se van quemando. Lo que estos investigadores han hallado en su ensayo controlado aleatorizado es que todas las células llegan a un punto en el que ya no pueden dividirse y replicarse, tal y como recoge Science Alert. 

 

Así, las personas mayores relativamente sanas, pero que ya tienen síntomas depresivos y de pérdida de memoria, manifestarían un acortamiento inusual de los telómeros, esos relojes moleculares cuya cuenta atrás se acelera por el estrés crónico y la depresión, mermando la protección de los cromosomas.

Cuando los telómeros llegan a su fin, la célula deja de dividirse y entra en un estado zombi

Según la hipótesis, si el sistema de reciclaje del organismo no elimina estas células zombis, los muertos vivientes pueden formar un "ejército" que puede contribuir a la aparición de enfermedades en casi cualquier parte del cuerpo.

Numerosos estudios previos han demostrado que la reducción de la longitud de los telómeros guarda relación con el envejecimiento, el deterioro cognitivo y la depresión en las personas mayores.

Por otro lado, la carga física que puede suponer la depresión crónica o sus vínculos con la inflamación se han utilizado para explicar por qué el envejecimiento se acelera en el cerebro y los telómeros de algunos individuos mayores. El nuevo estudio surcoreano respalda la interpretación, incluso para las primeras fases de la depresión. 

En el ensayo participaron 137 voluntarios de entre 60 y 79 años. Los científicos descubrieron que quienes manifestaban síntomas de depresión y se quejaban de problemas cognitivos eran más propensos a poseer telómeros más cortos.

Otro descubrimiento del estudo es que los telómeros más cortos también guardan vínculos mayores niveles de interleucina-6 (IL-6), que puede actuar como citoquina proinflamatoria, así como de mioquina antiinflamatoria en la sangre.

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"El acortamiento de la longitud de los telómeros se asocia con el aumento de los niveles de IL-6 en los ancianos, y especulamos que la IL-6 puede ser una citoquina implicada en la depresión desde las primeras etapas hasta la depresión avanzada", concluye el neurocirujano Myung-Hoon Han, del Hospital Guri de la Universidad de Hanyang y principal autor del estudio.

No es nuevo que la inflamación crónica se considere uno de los factores potenciales detrás de enfermedades neurodegenerativas. A su vez, también se ha descubierto que la depresión aumenta significativamente el riesgo de desarrollar alzhéimer —ambas comparten factores genéticos— y el aumento de marcadores inflamatorios como la IL-6 se ha relacionado con la demencia.

"El mecanismo preciso que subyace a la correlación de los telómeros más cortos con la depresión, el deterioro cognitivo y las citocinas inflamatorias sigue sin estar claro", admiten los investigadores. Dicho de otro modo, se desconoce la dirección de la causa y el efecto, aunque puede ser probable en ambos sentidos. 

2 ejemplos: las células con telómeros acortados son más propensas a segregar citoquinas proinflamatorias como la IL-6, mientras que a su vez, la inflamación crónica de bajo grado parece acortar los telómeros a un ritmo más rápido.

"Este proceso repetido puede causar cambios estructurales y funcionales acumulativos en el cerebro, lo que conduce a un deterioro cognitivo y a trastornos del estado de ánimo, incluida la depresión", explican los investigadores, que insisten en repetir los resultados del estudio en cohortes más amplias y aplicar sus hallazgos para la prevención de la depresión en personas mayores.

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