¿Estás quemado del trabajo y piensas en dimitir? Prueba a holgazanear un poco, según una experta en orientación profesional

¿Infeliz en el trabajo? ¿Te sientes quemado? Es muy habitual ver estas situaciones hoy en día. Y aunque renunciar pueda parecer la única solución para muchos (en concreto 43 millones de personas el año pasado), existe otra potencial respuesta, según Laurie Ruettimann, antigua ejecutiva de Recursos Humanos reconvertida a autora y consultora.

¿Cuándo fue la última vez que probaste a holgazanear?

"Si estás siempre trabajando a los términos que tu compañía impone, siempre vas a pasarlo mal", dice Ruettimann, autora del libro Betting on you: How to put yourself first and (finally) take control of your career, el cual sale en su edición de bolsillo este mes en Estados Unidos. "Si, en cambio, trabajas acorde a tus propios términos, tendrás contexto, perspectiva y un propósito".

Sus consejos son, cuanto menos, inusuales en el mundo de la orientación profesional, la mayoría de ellos consisten en averiguar nuevas y diferentes vías de canalizar más tú energía en tu trabajo. Y en Estados Unidos, donde prácticamente hay un imperativo moral no solo para trabajar duro y mucho, si no también de amar lo que haces, la mera idea de evadirse es un sacrilegio.

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Pero inmersos en casi 3 años de pandemia, en una época en la que la fuerza de trabajo estadounidense se siente colectivamente sobrecargada, una llamada a hacer menos puede resultar muy beneficiosa. 

"Nadie, excepto tú mismo, te va cubrir las espaldas"

Ruettimann tampoco está recomendando desentenderse por completo del trabajo e ignorar las responsabilidades que tus superiores te han encomendado. En cambio, ella aconseja reducir entre un 10% y un 20% tu rutina de trabajo habitual.

La orientadora profesional se describe a sí misma como "cínica, escéptica y de la generación X tardía", que creció con películas de culto de la  vaguería, como El Club de los cinco, Ruettimann, de 47 años, cree que abrazar la holgazanería es vital para mantenerse cuerdo y sano en el lugar de trabajo de hoy en día, llenos de ambición y entusiasmo desmedido.

Recursos Humanos no existe para proteger a los trabajadores; su trabajo consiste en proteger a la compañía, asegura. "Tienes que ser tu propio departamento de Personas porque nadie, excepto tú mismo, te va a cubrir las espaldas".

De acuerdo con Ruettimann, muchos de nosotros podríamos beneficiarnos de desligar nuestra personalidad e identidad de nuestro empleo. "Tu trabajo es digno de tu esfuerzo e integridad, pero cuando estás fuera de tu horario, estás fuera de tu horario", añade. "No eres tu trabajo".

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¿Qué apariencia tiene esto en la práctica? Ruettimann aconseja actuar como si tu dirigieras tu propio negocio y tu empleador es en realidad tu mejor cliente.  

Imagina que tu superior te pide que lleves la iniciativa en un gran proyecto con un plazo ajustado cuya entrega se acerca rápidamente. Pero tú ya estás abrumado por tu actual carga de trabajo, y tienes otras obligaciones personales que requieren tu atención. No consientas de manera automática.

En su lugar, hazte una serie de preguntas aclaratorias: ¿Este proyecto es realmente tan importante como cree mi jefe? ¿Cuántas horas puedo permitirme dedicar a ello? ¿Cómo puedo decir que sí a algunas partes del proyecto y no a otras? Tus respuestas pueden ayudarte a determinar cuánto puedes y debes comprometerte con la petición.

Holgazanear un poco también implica tomarte todo el tiempo libre remunerado al que tienes derecho y acogerse al derecho de la desconexión digital y no responder emails fuera de tu horario de trabajo. Esto requiere tomarte días libres para cuidar tu salud mental —incluso cuando estás en medio de un gran proyecto— y declinar oportunidades para "crecer" en el trabajo porque ya estás suficientemente ocupado o simplemente no quieres hacerlo.

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Esto también puede significar decir no a volver a la oficina de manera presencial si pone en peligro tu salud mental o la salud de alguien por el que te preocupas.

Holgazanear no es un suicidio profesional, insiste. Y, de hecho, puede suponer un impulso a tu carrera. Hay estudios que muestran que el descanso el vital para mantener la creatividad y que tener autonomía sobre tu día de trabajo es la clave para tener satisfacción y productividad en el puesto de trabajo.

"El mayor problema de sobreinvertir en tu trabajo es que subinviertes en tu vida personal y en tu bienestar individual", opina la experta.

"Si estás dando y dando y te sientes infeliz, tienes que reclamar un poco de tu autonomía y tiempo. Tu jefe no se va a dar cuenta".