Estas son las 14 mejores fotos de animales salvajes en 2019: desde un infanticidio por un hipopótamo a una ballena acercándose a un humano

Los tallos de estas plantas parecen llegar al cielo desde el lecho del lago Neuchâtel, en Suiza.
Los tallos de estas plantas parecen llegar al cielo desde el lecho del lago Neuchâtel, en Suiza.Michel Roggo/Wildlife Photographer of the Year
  • El concurso anual de fotografía de Vida Silvestre del Museo de Historia Natural de Londres premia a quienes mejor retratan el mundo natural y que inspiran a protegerlo.
  • Este año, recibió 48.000 instantáneas de fotógrafos de 100 países.
  • Los ganadores capturaron imágenes de una foca leopardo lanzándose a por un pingüino, de un hipopótamo macho aplastando a un recién nacido entre sus mandíbulas y de una tortuga marina estrangulada con una cuerda.
  • Aquí están las 14 mejores fotografías del concurso de este año.
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Los humanos pocas veces podemos apreciar imágenes como estas, que reflejan la verdadera cara del reino animal. Pero, gracias al concurso de fotografía de Vida Silvestre, dirigido y producido por el Museo de Historia Natural de Londres, tenemos la oportunidad de ver la cara más brutal de los depredadores, y muchas otras facetas de los animales.

Este año, los fotógrafos recorrieron las selvas amazónicas de Perú, se sumergieron en las aguas de la Polinesia Francesa y pasaron bastante frío para capturar las mejores imágenes de los animales residentes en la Antártida.

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Fotógrafos de 100 países diferentes enviaron al concurso más de 48.000 instantáneas, entre las que destacan las de una foca leopardo lanzándose a por un pingüino, las de un hipopótamo macho aplastando a un recién nacido entre sus mandíbulas y las de una tortuga marina estrangulada con una cuerda.

Estas han sido las 14 mejores fotografías, que han pasado a la final.

La supervivencia es todo un reto en la sabana africana. Aquí vemos el último aliento de una cría de hipopótamo aplastada entre las mandíbulas de un macho.

Un hipopótamo recién nacido es aplastado hasta la muerte por un macho adulto en el lago Kariba, Zimbabwe.
Un hipopótamo recién nacido es aplastado hasta la muerte por un macho adulto en el lago Kariba, Zimbabwe.Adrian Hirschi /Wildlife Photographer of the Year

El fotógrafo suizo Adrian Hirschi dijo que vio cómo el macho agarraba al bebé, que estaba con su madre, en las aguas poco profundas del lago Kariba, en Zimbabwe.

La cría murió, aunque el infanticidio es raro entre los hipopótamos. Son animales territoriales, y las peleas entre ellos son bastante frecuentes. También se sabe que atacan y matan a los humanos cuando se sienten amenazados.

No obstante, lo más común es que los animales mueran a manos de un depredador y no de otro de su misma especie. Eduardo Del Álamo vio a este pingüino siendo acosado por una foca leopardo.

Un pingüino papúa huye para salvar su vida cuando una foca leopardo sale del agua en la isla de Cuverville, en la Antártida.
Un pingüino papúa huye para salvar su vida cuando una foca leopardo sale del agua en la isla de Cuverville, en la Antártida.Eduardo Del Álamo/Wildlife Photographer of the Year

La foca se había metido debajo del barco del fotógrafo momentos antes. Cuando salió del agua, con la boca abierta, Eduardo estaba listo para capturar el momento.

Los pingüinos papúa son los nadadores más rápidos de la especie. Pero en este caso, la foca leopardo persiguió al pingüino durante más de 15 minutos antes de capturarlo y comerlo.

Las hembras de esta variedad de focas pueden llegar a medir hasta 3,5 metros de largo y pesar más de 500 kilos, tienen cuerpos preparados para avanzar rápido y capturar a sus presas.

Aunque los guepardos son depredadores, también se enfrentan a amenazas. El fotógrafo Peter Haygarth capturó el momento en el que un guepardo macho fue atacado por una jauría de perros salvajes africanos.

Un guepardo macho es atacado por perros salvajes africanos en la Reserva Privada de Caza de Zimanga, KwaZulu-Natal, Sudáfrica.
Un guepardo macho es atacado por perros salvajes africanos en la Reserva Privada de Caza de Zimanga, KwaZulu-Natal, Sudáfrica.Peter Haygarth/Wildlife Photographer of the Year

Haygarth había estado siguiendo a los perros mientras cazaban en la Reserva Privada de Caza Zimanga en KwaZulu-Natal, Sudáfrica. La manada acababa de perder un jabalí cuando se encontraron con este guepardo.

Al llegar el resto de la manada de 12 perros, la confianza de los animales creció y comenzaron a rodear al guepardo. El guepardo intentó escapar y consiguió, tras unos minutos, salir de allí.

Esta imagen de Fank Deschandol muestra a un insecto muerto y aferrado a un tallo de helecho en la Amazonia Peruana. Lo más curioso es que del cuerpo del insecto salen tres tallos de un hongo zombie.

Un insecto muerto del que salen tres hongos salvajes en la amazonia peruana.
Un insecto muerto del que salen tres hongos salvajes en la amazonia peruana.Frank Deschandol/Wildlife Photographer of the Year

El hongo zombie estaba usando al insecto para esparcir sus esporas en el viento. Tomó el control de los músculos del insecto y lo obligó a escalar el tallo del helecho a una altura adecuada para esparcir las esporas. Una vez que el insecto se sujetó, el hongo germinó los tres crecimientos (rematados con cápsulas de esporas) que se ven en la foto.

Sin embargo, la mayor amenaza para la mayoría de los animales somos nosotros. Los humanos tiramos un promedio de 8,8 millones de toneladas de plástico en el océano cada año, y esto daña la vida marina. Esta tortuga marina pagó con su vida nuestra contaminación.

La tortuga marina de Kemp murió ahogada por una cuerda que estaba atada a una silla de playa a orillas del Refugio Nacional de Vida Silvestre Bon Secour de Alabama.
La tortuga marina de Kemp murió ahogada por una cuerda que estaba atada a una silla de playa a orillas del Refugio Nacional de Vida Silvestre Bon Secour de Alabama.Matthew Ware/Wildlife Photographer of the Year

Matthew Ware fotografió a esta tortuga marina muerta a orillas del Refugio Nacional de Vida Silvestre Bon Secour de Alabama. La criatura tenía una cuerda alrededor de su cuello; el otro extremo estaba unido a una silla de playa.

La Kemp's ridley es la tortuga marina más amenazada. En los últimos 50 años, las actividades humanas han reducido considerablemente el número de especímenes.

Los humanos también matan a muchos animales directamente. Esta imagen de Jo-Anne McArthur muestra pieles de serpientes de cascabel en Texas, junto a las huellas de los humanos que las despellejaron.

Estas pieles de serpientes de cascabel están clavadas a una pared blanca en Sweetwater, Texas.
Estas pieles de serpientes de cascabel están clavadas a una pared blanca en Sweetwater, Texas.Jo Anne McArthur/Wildlife Photographer of the Year

Cada año, el pueblo de Sweetwater (Texas) celebra un festival de cuatro días llamado "La redada de la serpiente de cascabel", durante el cual decenas de miles de serpientes de cascabel son capturadas, asesinadas y despellejadas. En la primavera, los comerciantes usan gasolina para sacar a las serpientes de sus guaridas de invierno (aunque esta práctica está prohibida en muchos estados de los Estados Unidos). Las serpientes son lanzadas a los pozos en el festival, decapitadas y despellejadas.

No todas las interacciones entre humanos y animales son siniestras, por supuesto. El fotógrafo Thomas Peschak capturó el curioso acercamiento de una joven ballena gris hacia un par de manos que se adentraban en las aguas de la costa de Baja California, México.

Una ballena gris se acerca a un par de manos que bajan desde un barco turístico en la Laguna de San Ignacio, en la costa de Baja California, México.
Una ballena gris se acerca a un par de manos que bajan desde un barco turístico en la Laguna de San Ignacio, en la costa de Baja California, México.Thomas P Peschak/Wildlife Photographer of the Year

En la Laguna San Ignacio, las crías de ballena gris y sus madres buscan activamente el contacto con la gente para rascarse la cabeza o frotarse la espalda.

San Ignacio es Patrimonio de la Humanidad y allí el avistamiento de ballenas es una práctica controlada por la población local. Hay un número limitado de barcos y no se permite la pesca de invierno. La interacción con las criaturas marinas ocurre solo si las ballenas así lo deciden.

 
 
 

Muchos animales han aprendido a aprovecharse de nuestras posesiones abandonadas. El asiento trasero de este Ford Pinto de los años 70 es el hogar de cinco juguetones mapaches en Saskatchewan, Canadá.

Un mapache asoma su cara por el parabrisas de un coche en una granja abandonada en Saskatchewan, Canadá.
Un mapache asoma su cara por el parabrisas de un coche en una granja abandonada en Saskatchewan, Canadá.Jason Bantle/Wildlife Photographer of the Year

El fotógrafo Jason Bantle sacó esta foto de una madre mapache metiendo la cabeza por un agujero en el parabrisas. El agujero tenía bordes rotos y era demasiado estrecho para que los coyotes, los principales depredadores del mapache, pudieran atravesarlo. Eso hizo del coche un lugar ideal para que esta mapache criara a su familia.

La pared blanca de un baño chino no parece un lugar ideal para el capullo de una polilla. Pero ahí es donde el fotógrafo Minghui Yuan encontró este capullo de polilla Cyna.

Un capullo de una polilla de Cyna.
Un capullo de una polilla de Cyna.Minghui Yuan/Wildlife Photographer of the Year

Yuan tomó esta foto después de realizar un rodaje en la selva tropical de Xishuangbanna en el suroeste de China. Un lugar más típico para que una oruga Cyna pueda pupar sería un tronco de árbol o una roca en ese bosque, pero esta tejió un delicado capullo de seda, de apenas 1,5 pulgadas de largo, en una pared interior.

En un bosque muy diferente, en la isla japonesa de Hokkaido, la fotógrafa Diana Rebman capturó el momento en el que este pájaro trataba de beberse las gotas de este trozo de hielo.

Un "long-tailed" en la isla japonesa de Hokkaido.
Un "long-tailed" en la isla japonesa de Hokkaido.Diana Rebman/Wildlife Photographer of the Year

Rebman contó que hacía mucho frío esa mañana, con temperaturas alrededor de -20 grados centígrados.

En esta imagen de Carlos Pérez Naval se puede ver a un perezoso descansando en el Parque Nacional de Soberanía en Panamá.

Un perezoso en el Parque Nacional de Soberanía de Panamá.
Un perezoso en el Parque Nacional de Soberanía de Panamá.Carlos Pérez Naval/Wildlife Photographer of the Year

Naval comenta que esperaba ver a un perezoso durante un viaje al parque con su familia.

El pelo naranja y la raya oscura en la parte posterior de esta criatura indica que se trata de un macho adulto. Estaba colgado en un árbol de cecropia, moviéndose lentamente para alcanzar nuevas hojas.

Muchos fotógrafos de los que participaron en el concurso se metieron debajo del agua para capturar grandes momentos. Alex Mustard consiguió fotografiar la coordinación de estos peces depredadores.

En el mar Rojo hay que sumergirse a 25 metros para poder ver un momento como este.
En el mar Rojo hay que sumergirse a 25 metros para poder ver un momento como este.Alex Mustard/Wildlife Photographer of the Year

Mustard ha viajado a esta parte del Mar Rojo, frente a las costas de Egipto, de forma regular durante los últimos 20 años. Los peces de arrecife desovan en esas aguas cada verano.

"El gran atractivo es que siempre veo algo nuevo", dijo.

 
 
 

Fotografiar a los habitantes de las profundidades oceánicas en su hábitat natural es un reto. En esta foto nocturna, un pez gato mira a través de la campana translúcida de una medusa en el agua de la Polinesia Francesa.

Un pequeño pez gato se deja ver a través de una medusa en las las costas de Tahití, en la Polinesia Francesa.
Un pequeño pez gato se deja ver a través de una medusa en las las costas de Tahití, en la Polinesia Francesa.Fabien Michenet /Wildlife Photographer of the Year

Sin ningún lugar donde esconderse en mar abierto, el pez gato ha adoptado a esta medusa como un escudo nocturno, deslizándose bajo su campana y fuera del alcance de los tentáculos morados que pican.

El fotógrafo Fabien Michenet relató que ha hecho cientos de inmersiones nocturnas y que es la primera vez que ve algo como esto.

 
 
 

Esta foca encontró un lugar seguro en esta isla del norte de la Antártida. Sus aletas estaban cruzadas sobre su pecho mientras dormía profundamente.

Una foca de Weddell cierra los ojos ante el puerto de Larsen, en la isla de South Georgia, abrazando sus aletas firmemente contra su cuerpo.
Una foca de Weddell cierra los ojos ante el puerto de Larsen, en la isla de South Georgia, abrazando sus aletas firmemente contra su cuerpo.Ralf Schneider/Wildlife Photographer of the Year

El hielo era relativamente inaccesible para los depredadores de la foca por lo que el fotógrafo Ralf Schneider aprovechó el sueño del animal para hacer una foto rápida. Las focas de Weddell tienen una gruesa capa de grasa para mantenerlas calientes por encima y por debajo de las heladas aguas del océano Antártico.

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