Las principales diferencias entre la alergia y la intolerancia: aprende los síntomas de cada una para no confundirlas

Las personas que padecen alergia o intolerancia suelen sufrir reacciones adversas cuando se ponen en contacto con la sustancia a la que son susceptibles.

Pero el tipo de respuesta que presenta una persona alérgica es diferente al que se produce en una que tenga intolerancia. Esto es especialmente importante cuando se habla de alergias e intolerancias alimentarias, ya que la reacción que se desencadena en el organismo es distinta y conviene prestar atención.

Según explica un informe de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en la actualidad el porcentaje de personas en España con alergias o intolerancia a los alimentos es de entre el 5% y el 8% en niños y de entre el 2% y el 3% en adultos.

Este estudio también analiza las diferencias entre una reacción alérgica y una intolerancia, y aclara que aunque sea habitual confundirlas es necesario identificar adecuadamente ambos términos.

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Estas son las principales diferencias entre la alergia y la intolerancia:

Principales diferencias entre intolerancia alimentaria y alergia

Lo primero que se debe establecer es que en las intolerancias no interviene la respuesta inmunitaria del organismo, tal y como detalla el mismo informe de la UPV. 

La mayor parte de las intolerancias son metabólicas y se deben al déficit de una enzima, como ocurre por ejemplo con la lactosa debido al déficit de la enzima lactasa. 

Por otro lado, en las alergias sí que interviene la respuesta inmunitaria del organismo, siendo esta la principal diferencia respecto a una intolerancia. La mayoría de las alergias están provocadas por la exposición a ciertos tipos de proteínas presentes en los alimentos.

Eso sí, tanto los alérgicos como los que padecen intolerancia deben evitar el consumo de dichos alimentos

Diferencias entre los síntomas

Cuando una persona alérgica o una con intolerancia comen cierto tipo de alimentos presentan reacciones similares. Los síntomas más habituales en ambos casos son de tipo digestivo, como dolor de barriga, hinchazón, náuseas o vómitos.

Además, los alérgicos pueden presentar síntomas respiratorios, como estornudos, tos y asma. También hay síntomas cutáneos, como la inflamación de los labios o la formación de eczemas.

Pero la principal diferencia reside en el tiempo que tardan en aparecer estas señales. En las alergias alimentarias los síntomas aparecen de forma inmediata o a la media hora de consumir el alimento, mientras que los intolerantes pueden notar los efectos hasta un día después.

¿Deben actuar de la misma forma alérgicos e intolerantes?

Lo cierto es que las personas con alergia deben eliminar por completo el alimento o el componente que les provoca alergia, ya que una reacción grave del organismo podría tener peores efectos que con una intolerancia.

Esto en ocasiones no es sencillo, ya que hay que vigilar la composición de todos los productos que se compran en el supermercado y de cualquier plato que se vaya a pedir en un bar o restaurante.

Sin embargo, padecer una intolerancia no implica necesariamente abandonar ese tipo de alimento. Las personas con este problema pueden ingerir pequeñas cantidades, esto sucede porque el organismo, siempre y cuando se haga de forma gradual, logra aceptar pequeñas cantidades del alimento en cuestión sin desarrollar síntomas.