Este sevillano explica cómo se puede utilizar el blockchain para vender un trastero

Pavel Ramírez
Big Data Pexels
  • Un trastero se convierte en una de las primeras primeras propiedades vendida en la UE en criptomonedas.
  • El sevillano Miguel Prados Rodríguez pretendía probar con esta operación si era posible para posteriormente vender un apartamento por el mismo procedimiento.
  • La compraventa del trastero está inscrita en el registro y el único paso que falta es que Hacienda acepte la liquidación de impuestos a través de criptomonedas.

Un hombre ha completado en Sevilla la venta de una propiedad utilizando la tecnología de blockchain, una de las primeras llevadas a cabo en la Unión Europea. El vendedor ha aceptado el pago a través de Ethereum, una de las criptomonedas más populares del momento, junto al bitcoin.

"A pesar de que conocía la tecnología, me generaba dudas sobre el proceso de una compraventa", explica Miguel Prados Rodríguez, el vendedor, a Business Insider. Y es que, aunque se declara un "apasionado del blockchain", el hecho de que no existieran muchos precedentes al respecto le frenaba.

La compraventa en cuestión fue de un trastero, que se llevó a cabo este verano y que ha seguido el mismo proceso que cualquier otra llevada a cabo en España y por un precio fijado en euros, pero abonado en Ethereum, tal y como asegura Prados.

Con este movimiento pretendía evitar la volatilidad que rodea a las criptomonedas, que no están respaldadas por ningún bien estable como el oro o reguladas por un banco central, y que podría haber provocado que el precio de la compraventa hubiese fluctuado notablemente desde el momento de la fijación del precio y su pago.

La compraventa se llevó a cabo a través de la plataforma de transacciones Propy, en la que la tanto el vendedor como el comprador —un hombre francés llamado Sebastien— utilizaron Ethereum para transferir la propiedad mediante la plataforma.

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"La transacción se hizo supervisada por un notario, porque de otro modo no sería legal. En el proceso, al final, lo que se puede hacer de forma completamente autónoma desde la plataforma es que el comprador firme un poder notarial que autorice al vendedor a realizar la operación en su nombre. Entonces, el notario certifica que la información que se ha subido a la plataforma es correcta y adjunta como certificación la información que aporta Propy para validar esa operación", explica Prados a Business Insider.

De este modo, "se reconoce a Propy como plataforma de pasarela de pago (en criptomonedas) y de depositorio documental", agrega.

Una compraventa a modo de prueba

"Un amigo mío que es notario y yo empezamos a formarnos sobre legislación y tecnología en materia del sector inmobiliario en la UE", relata Prados, quien este verano ya tenía en mente vender un apartamento. Sin embargo, esas dudas le llevaron a "hacer una prueba" con algo menos cuantioso: un trastero. "El notario consideraba que es un bien inmueble", explica.

Prados asegura que el experimento le ha costado "un dinero": vendió el trastero por un Ethereum, "que eran unos 700 euros y que ahora está en algo más 200 euros".

En cualquier caso, en lo metodológico, salió bien. "Sebastien realizó la operación desde Francia, que se hizo con la moneda digital. El registrador aceptó como prueba de la transacción el hush de la misma. Una vez vimos que el registrador lo aceptó, pensamos en la venta del apartamento", afirma Prados.

Sin embargo, el problema es que, a pesar de haberse completado la compraventa del trastero y de que en el registro figure la transacción, aún queda un último paso en el caso del trastero: que Hacienda acepte la liquidación de impuestos propuesta por el notario mediante criptomonedas.

A la espera del visto bueno de Hacienda

"Hacienda tiene que pronunciarse sobre la liquidación de impuestos del trastero. El registrador ha propuesto una liquidación en base a una moneda digital (en concordancia con legislación europea), pero Hacienda podría pensar que es una permuta, es decir, que te cambio una vivienda por 20 coches o 200.000 kilos de patatas", asegura Prados.

"La duda de Hacienda es si el bitcoin es un bien inmaterial que no es una divisa digital o si, en efecto, es una divisa", explica Prados, que señala que el comprador ya ha depositado una señal en bitcoins por el apartamento y ambas partes están simplemente esperando a que se resuelva el asunto de la liquidación de impuestos de la venta del trastero para formalizar la compraventa del piso.

"Hacienda lleva unos tres meses sin pronunciarse", expone Prados, quien se queja de la demora arguyendo que "se han seguido los mismos pasos que en una compraventa estándar en España. Todo lo necesario para que se pueda hacer un proceso sencillo que cumpla con la legislación".

Es más, según Prados, el proceso también se ajusta a las directrices de la UE. "Por un lado, dice que hay que facilitar el desarrollo tecnológico en el ámbito de las criptomonedas; por otro, afirma que el bitcoin es una divisa digital, aunque reconoce su volatilidad e insta a tomar precauciones", apunta. 

Un punto de inflexión en la intermediación en las transacciones

En cualquier caso, y a la espera de la decisión de Hacienda, Prados defiende que este tipo de compraventas deberían servir de modelo para el futuro: "A la hora de prevenir fraude o el blanqueo, las criptomonedas son mucho más seguras. Se puede trazar desde el origen cualquier operación y algo infinitamente mejor que lo que sucede con el efectivo, con los billetes de 500, por ejemplo".

Por eso, Prados no se fía de los intermediarios: “Creo que en las transacciones no debería haber intermediación, algo que se consigue gracias al blockchain. Yo creo en la descentralización de la economía y en la autonomía de las personas respecto a la banca. Sin intermediarios. Este es un fallo del sistema".

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El modelo por el que apuesta Prados es el de eliminar esa intermediación.  "En el momento en que se tarde cinco minutos [en hacer una transacción], los costes bajarían en una compraventa: los impuestos, los costes que se ahorran en intermediarios como notarios o agencias inmobiliarias...", estima. 

"Cuando el Gobierno de turno acepte el uso de la cadena bloques, desde la intención de compra hasta la compra efectiva pueden pasar cinco minutos y no tres meses como me ha pasado a mí con el trastero", resume.

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