Estos son los 3 'títeres' que dirigen la economía de EE.UU.

Presidente de los EE. UU. Donald Trump.
Presidente de los EE. UU. Donald Trump.
  • Las nuevas estrellas de la administración Trump son el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin, el Secretario de Comercio Wilbur Ross y el principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro.
  • Estos tres títeres seguramente proporcionarán las excentricidades proteccionistas que hacen reír a su jefe, pero son un peligro para la economía de los EE. UU.
  • Con Gary Cohn fuera del asesoramiento económico de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump podrá dirigir la economía del país como el espectáculo circense que siempre quiso.

El secretario del Tesoro Steve Mnuchin es un adulador.

El Secretario de Comercio Wilbur Ross es un adulador.

El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, es un adulador.

Y ahora, en un esfuerzo por complacer al presidente de los Estados Unidos, es de esperar que lleven  a cabo un espectáculo en la Casa Blanca, centrado en la economía de los Estados Unidos, materia sobre la cual todos ellos están ahora a cargo.

Pero realmente será un espectáculo sobre la victimización, la venganza y que dejará algunas citas realmente buenas. Ese es el tipo de show que le gusta a Donald Trump.

No habrá hechos. Habrá menos figuras. Le dirán a los estadounidenses que las guerras comerciales "son fáciles de ganar" y no tienen consecuencias. Dirán que las deudas y los déficits no importan. Dirán todo lo que Trump, —quien piensa que la gente todavía obtiene la leche de lecheros que dejan las botellas a las puertas de la casas— les ordene que digan.

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El saludable debate que Trump afirma fomentar en su Casa Blanca es parte de la broma. Los debates concluyen otorgándole la razón a él, y eso significa que corremos el peligro de iniciar una guerra comercial que podría disparar los precios en un momento en el cual la economía ya está comenzando a inflarse.

Que comience el espectáculo.

Secretario de comercio en EE. UU. Wilbur Ross
Secretario de comercio en EE. UU. Wilbur Ross

Los 3 chiflados

Todos estos hombres que están a cargo de los asuntos económicos de EE. UU. son ridículos por sus propios motivos. Ni siquiera puedo clasificarlos.

A pesar de su poco utilizado doctorado en Economía por Harvard, Navarro es lo que los economistas llamarían de una forma poco educada "un cascarrabias".

La administración de Trump por lo visto lo encontró después de que Jared Kushner —  yerno y mano derecha del presidente — , probablemente sediento de conocimiento, buscase libros sobre China en Amazon. Allí, encontraría el ensayoDeath by China escrito por Navarro sobre como el capitalismo chino pretende aniquilar la industria estadounidense.

Sirva esto para dar una idea del contenido de dicho título: un experto entrevistado por el autor para documentarse sobre la materia en torno al libro declaraba que "China es el único país del mundo que se está preparando para matar estadounidenses".

Por ello, cuando el asesor económico de la Administración Trump, Gary Cohn, — quien parece próximo a convertirse en pasado — dejó a un lado a Navarro durante el pasado año, Wall Street vitoreó. Según The Daily Beast, se podía ver a Navarro vagando por los pasillos de la Casa Blanca con una copia de su propio libro en la mano.

"Lo que pasa con Peter Navarro es que nunca formó parte del grupo de economistas dedicados a analizar el sistema global de libre comercio", me declaraba Lee Branstetter, economista de Carnegie Mellon, el año pasado.

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Con Navarro nuevamente elevado en la Casa Blanca y Cohn fuera, cabe esperar que la Administración tome medidas agresivas, especialmente contra China, en cada una de las oportunidades que se presenten. Navarro, al igual que Trump, ve a los Estados Unidos, el país más rico del mundo, como una víctima global.

Peter Navarro, director del Consejo Nacional de Comercio Exterior.
Peter Navarro, director del Consejo Nacional de Comercio Exterior.

En cuanto a Wilbur Ross, a pesar de llevar años haciendo dinero por todo el mundo como asesor de fondos de capital privado, también se ha cobijado bajo este mismo manto. Ross ha sido uno de los nombres que ha encabezado la investigación de la Casa Blanca sobre el aluminio y el acero, que ha dado  como resultado los aranceles que la administración de Trump ha decidido imponer a la mayoría de países.

Estas medidas tomadas tras dicha investigación han frustrado a varios miembros del gobierno de Trump, entre ellos a Cohn, según la información proporcionada por la web de noticias Axios. Todo ello se debe a que Wilbur Ross omitió todas las malas repercusiones que los aranceles de acero y aluminio podrían conllevar; escribió la narración que Trump quería escuchar. Y ahora estamos aquí.

No está claro por qué Ross está haciendo lo que hace, pero sí sabemos que tiene vínculos profundos con la industria del acero. En 2004, ganó 2 mil millones de dólares vendiendo sus negocios de acero a ArcelorMittal. El pasado año, Ross vendió su participación en la empresa y dejó el consejo.

Los ejecutivos de ArcelorMittal, sin embargo, contribuyeron en gran medida al testimonio que condujo al informe elaborado por Ross sobre la situación de dicha industria. Naturalmente, sobra decir, que estaban a favor de los aranceles sobre el acero.

Es aquí donde también debemos señalar que Trump y Ross son  amigos desde hace años. Algo que ambos tienen en común es su tendencia a exagerar groseramente su riqueza. Hace años Trump demandó a un periodista que afirmaba que esta se situaba en torno a los 250 millones de dólares, (no los billones que el actual presidente declara), acusación que perdió. Recientemente también Wilbour Ross fue descubierto  en una mentira parecida: sus revelaciones financieras demostraron que había estado inflando su riqueza para aparecer así en la lista de multimillonarios de Forbes durante años.

Este tipo de inseguridad profundamente asentada debería ser examinada por un psicólogo, no por un periodista.

Finalmente, está Steve Mnuchin.

Confiar en él para contrarrestar a Trump es como confiar en una manta mojada para mantenerse caliente durante un viaje de campamento a través de Siberia. Mnuchin proviene de una línea de ricos Wall Streeters, y su currículum incluyeuna sólida contribución a la crisis hipotecaria, así como créditos de producción en películas como Batman: La Lego Película y Escuadrón Suicida.

A pesar de haber sido preparado en la firma Goldman Sachs, ha estado repitiendo como si se tratara de un papagayo las teorías e ideas de Trump sobre los mercados, al igual que hizo sobre las tonterías de la Administración Trump en los asuntos relativos al déficit y los recortes de impuestos.

Él también está casado con esta mujer, así que imagino que no ha practicado decir "no" desde hace mucho tiempo.

Steven Mnuchin y su mujer Louise Linton.
Steven Mnuchin y su mujer Louise Linton.

Esto es para los asientos baratos

Los republicanos, desesperados por ganar unas elecciones, se han alineado detrás de Trump. Pero su estupidez tiene un precio. Pensaron que podrían mantener a la masa de votantes de Trump en su bloque, pero legislar en perjuicio de estos (ver: recortes de impuestos que benefician a los ricos más que a cualquier otro).

Pero ese no fue el trato que hicieron. Votaron por un hombre del espectáculo que se deleita en la adoración de sus "seguidores", y ahora tienen un show ante el que responderán en especies.

Eso significa que la retórica populista de Trump ahora ocupará un lugar central en el partido. No importa que el contenido carezca de cualquier tipo de sustancia o no sea acorde con el liderazgo del Partido Republicano.

El resultado de todo esto será una serie de años perdidos. Cuando al final se produjo la caída de la economía en 2008, el mundo se vio obligado a dejar el progreso en espera y remar en la misma dirección hacia la recuperación para mantenerse a flote. Diez años después, comenzamos a dejar atrás esto. Podemos empezar a invertir en crecimiento y progreso nuevamente. Pero eso no es lo que estamos haciendo en Estados Unidos.

En cambio, el país está peleando contra sus aliados y rechazando el cambio climático. Estamos apoyando a las industrias moribundas y dejando a otras morir de hambre.

La demostración más clara de todo este desperdicio y esta regresión proviene de la comparación. En agosto, la Casa Blanca inició una investigación sobre el robo de propiedad intelectual de los Estados Unidos por parte de China. Es un problema real que requiere una solución coordinada globalmente.

No importa, con Navarro a la cabeza, lo haremos solos, lo más probable es que pongamos los aranceles sobre una serie de productos chinos durante las próximas semanas, lo que finalizará en una guerra comercial.

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El ministro de asuntos exteriores chino prometió tomar represalias en caso de iniciarse una guerra comercial, pero eso es solo la mitad de la historia. La otra mitad es lo que China ya está haciendo. El lunes, el país inició su reunión anual del Partido Comunista, en la Asamblea Popular Nacional, durante la cual sus líderes delinearon sus metas para el futuro.

Sus objetivos hacen que los objetivos estadounidenses parezcan estúpidos.

Mientras nuestro presidente exalta las virtudes del "hermoso y limpio carbón" y de la "amorosa" acción comercial llevada a cabo por los nuevos aranceles sobre el acero y el aluminio, China se compromete a reducir la contaminación del aire e invertir en la enseñanza de la inteligencia artificial a los jóvenes. Ni siquiera estamos compitiendo con eso, que es casi decir que ya hemos perdido.

Mnuchin, Navarro y Ross no son los hombres para arreglar estos asuntos económicos. Son bufones que realizan una política económica de payasadas para una audiencia compuesta por una sola persona.

Es una broma que nunca tuvo la intención de ser graciosa.

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