Crecimiento, rentabilidad y salto al exterior: el plan de FlipEat, la app fundada por dos emprendedoras de 27 años que permite reservar en los restaurantes de moda

El principio rector de todo negocio: detecta una necesidad y cúbrela, a ser posible antes que nadie y, si esto no se puede, al menos haciéndolo mejor. A principios del año pasado, Belén de Jaime y Ana Bas, dos empresarias entonces de 26 años, detectaron una necesidad sin cubrir.

Esta consistía, básicamente, en que no existía manera de reservar de manera ágil y cómoda en muchos de los restaurantes de moda de Madrid. 

"Durante el desconfinamiento, conseguir una mesa en sitios premium o en lugares de moda era casi imposible. La mayoría no tenían aplicación y había que llamar por teléfono. En mi familia somos 7 y comemos juntos una vez por semana semana, pero peleábamos por no tener que ser quien reservara", relata por teléfono a Business Insider España Belén de Jaime.

De la necesidad surgió una intuición: en un momento en el que la buena gastronomía ocupa un lugar cada vez más importante en el ocio de todo joven de bolsillo más o menos desahogado, tal vez había espacio en el mercado para una herramienta que facilitara la reserva en los mejores lugares de ciertas ciudades.

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De la intuición nació la investigación. Consultando a amigos y familiares a través de sencillas encuestas, De Jaime y Bas se dieron cuenta de que, en usuarios de más de 30 años, el uso de aplicaciones como TheFork decae. 

Lo hace especialmente entre un tipo de comensal que, habiendo superado ya la etapa universitaria y con algunos años ya trabajados, empieza a tener el suficiente poder adquisitivo como para anteponer la experiencia a los precios ajustados y las promociones.

Justo el nicho de mercado al que querían dirigirse las dos jóvenes emprendedoras.

Finalmente, la investigación dio lugar a la startup, FlipEat, una aplicación especializada en la gestión de reservas en restaurantes premium y en locales de moda. 

Poco menos que un sueño hecho realidad para foodies, instragamers, tiktokers e influencers en general ávidos de fotos de los restaurantes que están en boca de todos.

También para quienes, como le sucedía a la familia de De Jaime, acostumbren a buscar lugar en restaurantes de cierta calidad.

Fidelización, IA y cenas de empresa, entre los planes de FlipEat

El origen de FlipEat hay que buscarlo en realidad un poco antes. Amigas desde la adolescencia, De Jaime y Bas siempre tuvieron la ilusión de montar un negocio juntas.

Así, una vez el año pasado detectaron ambas la brecha en el sistema que daba espacio a un proyecto como el de FlipEat, lo vieron claro a la hora de abandonar sus prometedoras carreras en el mundo de la banca y la inversión para lanzarse a emprender.

"Si te lo piensas mucho, no lo haces", confiesa De Jaime. Tras terminar de pulir la idea en abril y lanzar entre sus conocidos un primer piloto en verano, FlipEat vio la luz finalmente en septiembre del año pasado.

La apuesta, por ahora, parece prometedora.

Si en octubre del año pasado, según cifras de la propia startup, la aplicación tenía unos 1.000 usuarios y registró 1.300 reservas, este octubre totalizaron 4.000 usuarios, lo que se tradujo en 8.500 reservas, o lo que es lo mismo, unos 25.000 comensales.

Con una comisión media de 1,4 euros por cada uno de ellos (las tarifas que cobra FlipEat a los restaurantes oscilan entre los 1,2 y los 1,9 euros), este volumen de negocio servirá a la startup, según sus previsiones, para cerrar el año con 60.000 euros de facturación.

Es una cifra que esperan llevar hasta cerca de los 300.000 euros el año que viene una vez se consoliden vías de negocio alternativas que ya han abierto como, por ejemplo, la posibilidad de contratar cenas y comida de Navidad y de negocios a través de su plataforma. 

A ello quieren añadir, por ejemplo, programas de fidelización entre los usuarios más asiduos.

Para lograrlo cuentan con una primera ronda de financiación FFF (en el mundo del emprendimiento, la que antecede a las rondas presemilla y semilla y se suele reservar al entorno más cercano de los fundadores antes de la entrada de grandes fondos) de 650.000 euros. 

A esta cantidad esperan sumar una segunda de 1,5 millones de euros para comienzos del año que viene. 

Para ello cuentan con la asesoría, entre otros, del experimentadísimo Javier de Jaime, padre de Belén, habitual del mundo del emprendimiento desde finales de los 90 y uno de los hombres fuertes en España del gigante de la inversión CVC, empresa con participaciones en LaLiga y la Formula 1, entre otras muchas apuestas.

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El dinero que entre servirá por ejemplo para incorporar inteligencia artificial que, como sucede hoy en el streaming, sugiera a los clientes ciertos locales en base a las preferencias detectadas por la propia aplicación.

Sería el punto y seguido a un camino que empezó con De Jaime y Bas ofreciendo su plataforma prácticamente gratis a los restaurantes.

"Nosotros queríamos restaurantes top, pero muchos ya están llenos siempre. Para ellos, la aplicación sirve más bien para gestionar cancelaciones. Si una reserva les falla a última hora, esta aparece de inmediato en la app, con lo que pueden llenar ese hueco", explica la cofundadora.

Es por esto que la mitad de las reservas de FlipEat se hacen en el mismo día y el 30% se hacen en las 3 horas previas a la propia reserva. 

Usar la caja para crecer: así quiere expandirse FlipEat

"Para elegir los restaurantes que están en la app, lo primero es la localización, que estén en barrios a los que esté yendo mucha gente", explica De Jaime. 

Y añade: "El precio no siempre es decisivo. Importa que se coma bien, que esté de moda, que la decoración esté chula. También nos interesan los que tienen vienen avalados por una buena marca. En general, lo que queremos es que quien usa la aplicación no se equivoque".

A pesar de su juventud, las fundadoras de FlipEat tiene meridianamente clara la hoja de ruta del negocio. Esta pasa por alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) positivo en 3 o 4 meses, si los números evolucionan como esperan.

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"No queremos crecer a base de rondas. La de enero es necesaria porque necesitamos gente y hay que mejorar la aplicación. Queremos crecer con la caja, no hay que tener prisa", explica.

Por ahora, la app cuenta con 1.200 locales distribuidos sobre todo en Madrid, aunque también tienen presencia en Barcelona, Málaga, Sevilla y Valencia. Lo primero para ellos es, por tanto, asentarse en España y añadir al menos un par de ciudades más: Bilbao y A Coruña figuran como principales candidatas.

A 5 años vista, FlipEat quiere estar también en Francia, Italia y Portugal para, finalmente, llegar a Latinoamérica, un continente al que ven un gran potencial. "Además, vendrán más modelos de negocio a través de acuerdos con empresas, eventos... También buscaremos crecer por ahí", anticipa.