Estos son los secretos de las fotografías de los anuncios del Burger King y McDonald's, según un food stylist

Christiane Drummond,
Óscar Sanz, durante el rodaje de uno de los anuncios de hamburguesas.
Óscar Sanz, durante el rodaje de uno de los anuncios de hamburguesas.

¿Alguna vez te has preguntado cómo consiguen darle un aspecto tan atractivo al Big Mac que has visto anunciado en la televisión? Oscar Sanz, food stylist que trabaja con grandes marcas como McDonald's, Burger King y Rodilla, ha resuelto todas nuestras dudas.

Se trata de una profesión poco común en España aunque se puede apreciar su trabajo a diario, ya sea de pasada al mirar el cartel publicitario de la parada del autobús o en los anuncios de televisión: son los conocidos como food stylists", que se traduce literalmente del inglés como “estilistas de comida.

Se tratan de los encargados de preparar la comida para las fotografías y vídeos de publicidad, y en España tan solo hay unos pocos food stylists que se dediquen a ello profesionalmente trabajando con grandes marcas. Uno de ellos es Oscar Sanz, que ha logrado fusionar sus talentos y pasiones para dedicarse al estilismo de comida, y hoy en día trabaja para cadenas de comida rápida como McDonald's, Burger King, Rodilla o Tony Roma's.

Aquí puedes ver el resultado de uno de los trabajos de Oscar para McDonald's:

Todo empezó por su primera afición: la cocina. Oscar estaba haciendo unos cursos de comida vegetariana y, a raíz de ello, conoció a los directores de RBA que le ofrecieron la oportunidad de empezar a realizar foto editoriales para una revista; poco a poco fue haciendo contactos en el mundo de la fotografía y no tardó en empezar a recibir encargos para publicidad.

Acabar siendo “food stylist” realmente tenía sentido para Oscar, que ya contaba con una base artística como modelista, reproductor de antigüedades, restaurador de monumentos y demás labores relacionadas con escultura y modelaje.

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Esto me permite unir las dos cosas: tanto la parte artística, como el conocimiento de la cocina; es decir, de los ingredientes, y los elementos y las características de los alimentos“, explica Oscar.

Desde entonces ha progresado mucho en su carrera profesional. Lleva más de cinco años colaborando con Burger King; 4 años trabajando con McDonald's; y alrededor de 2 años con Rodilla. Actualmente también está realizando proyectos para Tony Roma's y, de la misma manera le surgen proyectos de forma esporádica para otras grandes marcas, como KFC, Tim Hortons, Fanta, JB o Jamaica,

Cuatro horas para preparar la hamburguesa perfecta 

El food stylist debe colocar cada ingrediente en su sitio para que la foto de la hamburguesa sea perfecta.
El food stylist debe colocar cada ingrediente en su sitio para que la foto de la hamburguesa sea perfecta.

Oscar no solo explica el proceso que ha seguido para llegar a donde está hoy en día, sino que también responde a la pregunta del millón: ¿cuál es el proceso detrás de una foto de una hamburguesa del McDonald's, Burger King y demás productos de comida rápida?

Lo primero que hay que entender es que se trata de un proceso muy lento y cuidadoso donde la atención al detalle es primordial. Al preguntarle a Oscar cuánto tiempo dedica a preparar cada alimento explica que depende mucho del tipo de producto y las necesidades del cliente. Puede llevar entre una hora y toda la mañana. Por ejemplo, la sesión para preparar la siguiente foto requirió en torno a 4 horas:

La mayoría de veces es algo muy concreto; te dicen cuál es la hamburguesa, qué ingredientes lleva y en qué orden tienes que colocarlos. A partir de ahí voy perfeccionando otros detalles preguntándoles cómo quieren el queso, por ejemplo, si más o menos derretido; si quieren la lechuga más o menos irregular; si quieren darle un aspecto más desmontado o más perfecto, más precioso o más informal…Todo esto hay que tenerlo en cuenta“, explica el food stylist. “Una vez acabado, colocas el producto ante la cámara y te van diciendo qué quieren que cambies“.

Lo más importante cuando montas un bocadillo es que veas los ingredientes que lleva, que con un simple vistazo lo sepas", añade Oscar. "Eso no suele pasar con un bocadillo real“. El secreto para que podamos apreciar cada capa —desde el queso fundido hasta las rodajas de tomate— radica en la colocación de cada alimento.

Así, es clave entender el método de preparación original; en el caso de Rodilla, Oscar estuvo yendo al restaurante para ver cómo preparaban los bocadillos para así darle el aspecto más real y conseguido posible en las fotos. “Conocer bien el producto que después vas a reproducir es básico“, asegura.

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Suele ser el cliente el encargado de llevar los ingredientes al rodaje, a excepción de los productos frescos. Oscar explica que suele ser él mismo el que va a la frutería y elige “la lechuga o el tomate más bonito; si de entrada partes de un producto poco atractivo el resultado no será el mejor.

El food stylist incluso cocina en plató; hay productos que por sí solo no son estéticos, como podría ser una pechuga de pollo, y en estos casos el estilista de comida lo cocina en el momento manteniendo la esencia del producto original pero dándole un tono distinto, por ejemplo.

Pero, ¿entonces los productos de las fotos de publicidad de comida rápida siempre son reales? No todos. Hay productos que lógicamente no pueden ser auténticos porque no puedes preservarlos durante suficiente tiempo. Es el caso del helado, que se derretiría a los pocos minutos de comenzar el rodaje. En estos casos hay que preparar un helado ficticio, pero tendremos que quedarnos con las ganas de saber de qué están hechos: cada food stylist tiene su propia fórmula secreta, y dar con una receta mágica depende de uno mismo.

Oscar Sanz trabajando en un rodaje.
Oscar Sanz trabajando en un rodaje.

No hay ninguna escuela que imparta clases de estilismo de comida en España. Cada uno lleva a cabo su propia investigación y autoformación en el que dedicas muchas horas a ir probando diferentes cosas“, explica. “Yo tengo mi propia técnica para hacer un helado que, tú lo ves, y realmente parece helado de verdad. Y cada vez que me enfrento a un helado voy perfeccionándola y mejorándola“.

Las salsas son otro producto complicado; para asegurarse de que se queden fijas para la foto el food stylist prueba distintas fórmulas para darle mayor viscosidad y que tengan más estabilidad y firmeza. No obstante, siempre que se pueda usar el producto real se usa. Esto no quita que lo alteren ligeramente con el uso de colorantes, por ejemplo. Oscar tiene una amplia gama de herramientas para llevar a cabo su labor, entre los que no faltan las pinzas, los pinceles y las tijeras.

Y, ¿por qué optan por una edición manual, y no por usar una herramienta como Photoshop? Usar un programa de edición sería especialmente complicado para embellecer los productos en un vídeo; a esto se le suma que si se hace manualmente queda mucho más real.

Un buen ejemplo es la siguiente foto En vez de colocar los alimentos en forma de ‘S’ con un ordenador, recortan la forma en una cartulina blanca y cuidadosamente van rellenándolo. El Photoshop realmente solo lo usan para darle el toque final —ya sea más brillo, contraste, etc— pero Oscar no se encarga de esta parte del proceso.

¿La estética roza el engaño?

Tras conocer todo el trabajo que hay detrás de una sola foto o vídeo de publicidad de comida rápida una pregunta nos rondaba la cabeza, ¿esta cuidadosa elaboración roza la publicidad engañosa? Desde el punto de vista de Oscar no.

Hace unos años podía crear un poco más de controversia, pero ahora tu miras el perfil de Facebook o Instagram de una persona y dista mucho de la realidad. Estamos acostumbrados a que lo que proyectes sea la mejor versión de ti mismo o lo que estés haciendoYo creo que engañas si estás mostrando algo que es totalmente diferente a lo que te vas a encontrar, no si simplemente muestras una versión mejor”.

Desde su punto de vista, el hecho de que el producto no tenga el mismo aspecto que en el anuncio tampoco es ningún secreto. “En la actualidad me parece muy inmaduro pedir una hamburguesa, por ejemplo, y esperar que esté como la foto. Es imposible que en un restaurante de comida rápida el producto sea idéntico al de la imagen cuando tienes a un chico de 18 años montando 40 bocadillos en media hora, ¿cómo te van a quedar?“, explica con sinceridad Oscar.

La cuidadosa colocación no solo tiene una función estética: “En la foto te están explicando a qué sabe y qué lleva  —de ahí la importancia de la colocación— luego tú te la comes y evidentemente no tiene la misma estética, y es que si fuera así no te la podrías ni comer de lo grande que es”. Y, en vista a uno de los trabajos recientes de Oscar, parece evidente.

Puedes ver todos los trabajos de Oscar en su página web y cuenta de Instagram.

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