Hay un grupo de taxistas en Madrid intentando renovar la imagen del gremio: "Necesitamos actualizarnos, como las VTCs"

Analía Plaza
Taxistas en Medialab
  • El Taxi Experimenta es un proyecto del Ayuntamiento de Madrid que reúne cada semana a un grupo de taxistas que propone mejoras en el servicio.
  • Entre otras ideas, sugieren incorporar sensores en sus coches para recoger datos de baches o contaminación en la ciudad, mejorar la información que hay en las paradas, rediseñar la mampara que separa al viajero del conductor o visibilizar la realidad de su sector.
  • Los proyectos se prototiparán, probarán y enviarán al Ayuntamiento, por si decide apoyarlos.

Mientras en la calle y en las negociaciones con la Comunidad sus compañeros amenazaban con hacer huelga de hambre - que ya ha empezado -, en la planta baja del Medialab un grupo de taxistas charlaba para proponer mejoras en su servicio.

En realidad, la cita no tiene mucho que ver con las habituales reivindicaciones del sector, sino que va un poquito más allá. Desde hace tres meses, alrededor de veinte taxistas madrileños se reúnen semanalmente y estudian cómo innovar en un sector que no ha cambiado demasiado en las últimas décadas - y al que factores como las tecnologías móviles y geolocalización, la llegada del carsharing, la irrupción de las VTCs o la crisis han afectado profundamente. Además, otra cosa no, pero lo conocen de primera mano y saben qué deberían cambiar.

"Tú te subes a un taxi y no tienes ni idea de las tarifas", expone Luis Merino, un taxista que ya lleva cuatro años jubilado. "Si estuvieran publicadas en más sitios, no sería así".

Acto seguido, Luis saca de su carpeta varios bocetos en los que tiene diseñada la "parada del futuro", un poste que más allá de la clásica "P" sobre un palo incluye información útil para el viajero: de tarifas al horario de la parada (hay algunas en las que no hay taxis a ciertas horas, porque saben que no habrá nadie) o un mapita de la zona de la ciudad en la que está.

Prototipo de parada

El Taxi Experimenta es una idea de Medialab Prado, un espacio de innovación del Ayuntamiento de Madrid, para identificar los problemas, retos y oportunidades del gremio, así como para diseñar prototipos.

Empezó el pasado 29 de octubre y está a punto de concluir: este domingo 27 termina el plazo para presentar proyectos. Los taxistas se han unido en pequeños grupos para llevarlos a cabo. Lo siguiente será convencer a otros ciudadanos o personal del Ayuntamiento que sepan hacer cosas que ellos no (por ejemplo, diseñar o programar) para que les echen una mano y puedan definirlos mejor.

Como explican en Medialab, "aquí se pone la semilla y se riega para que crezca, pero luego se tiene que buscar la vida. La idea es probar los prototipos en algún sitio, testarlos, documentar el proceso entero y mandarlo al Ayuntamiento para que tenga ese conocimiento. Por otro lado, si los grupos deciden seguir trabajando en ellos, este espacio está para eso".

¿Qué ideas para mejorar tienen los taxistas?

Además de las "paradas del futuro", hay varias propuestas que los taxistas han gestado estos meses.

La primera tiene que ver con utilizar el taxi como algo más que un vehículo que mueve gente en la ciudad y ponerle sensores que recojan datos. Estos datos irían de vuelta al Ayuntamiento, que podría utilizarlos para sus tareas en otras áreas.

Por ejemplo: Madrid tiene actualmente 26 estaciones de medición de contaminación en toda la ciudad. Los taxistas sugieren incorporar en sus coches medidores para complementar esa información. No es una idea tan loca, sobre todo si tenemos en cuenta que los autobuses de la EMT ya la han ensayado y que los taxistas van por rutas variables y calles más pequeñas que ellos, con lo que podrían recoger datos más ricos. Entre las dudas en el aire, está saber quién pagaría el sensor, (¿el taxista?, ¿el Ayuntamiento?), y si al consistorio realmente le hace falta.

"Quizá con sus 26 estaciones de medición tienen la información suficiente para actuar", comenta uno de los promotores de la idea. "Habría que saber si es necesario".

Otra idea de sensorización tiene que ver con recoger datos de baches en las calles para arreglarlos, cosa que actualmente hacen los técnicos del Ayuntamiento a mano o de la que informan los propios ciudadanos. Por último, y dado que ahora mismo no recogen ningún dato, sugieren empezar a medir los viajes que hacen y se fijan en Nueva York - que publica los datos agregados de todos los trayectos que hacen sus taxis - para ello.

Nueva York

Una app y un buen plan de comunicación

Los taxistas innovadores también saben que dos de sus puntos flacos ahora mismo son la tecnología y la comunicación.

Las aplicaciones que usan los VTC, Uber y Cabify, son mejores conectando a viajeros con coches cercanos, permitiendo el pago con tarjeta e informando al usuario de cuánto le costará el trayecto con antelación.

Como los 15.723 taxis que hay en la ciudad están agrupados en diferentes radios y les sería complicado desarrollar una app que las agrupara a todas, han propuesto revisar la que les ha hecho el Ayuntamiento de Madrid para proponer mejoras. Se llama TxMad y, tras varios meses usándola, creen que podría incorporar nuevas características. Asimismo, pretenden desarrollar un pequeño prototipo de otra nueva que permita al usuario valorar su viaje y al conductor, como hacen Uber y Cabify.

el taxi experimenta

¿Y cómo contar mejor su sector, que con las huelgas e imágenes de otros taxistas violentos atacando a coches VTC ha quedado dañado? Hay dos ideas en marcha.

La primera, con un proyecto artístico que toque temas como la demografía del sector y los cambios generacionales que está habiendo (actualmente, hay casi tantos taxistas de entre 30 y 44 años como taxistas entre 45 y 55 años en Madrid, signo de que está rejuveneciendo) o la huella de la crisis, que en los últimos diez años les ha hecho perder hasta un 30% de facturación, según datos de un estudio publicado por el Ayuntamiento. 

La segunda, un documental centrado en las mujeres taxistas, que apenas suponen un 13,9% del total de conductores. "¿Por qué somos menos? Creo que por el riesgo a tener accidentes, que nos echa para atrás", explica Laura, una taxista que participará. "Las mujeres suelen querer estar tranquilas y, en el taxi, los golpes que te puedes dar con el coche están ahí".

Otras de las ideas que surgen en cada reunión son más tradicionales y tienen - cómo no - que ver con su competencia inmediata.

"Deberíamos actualizarnos, como los VTCs", comenta Jaime, un taxista que adquirió su licencia hace poco. "Ellos van más formales y nosotros no tenemos uniformidad. Eso da otra imagen.

Y luego está la tontería de la botella de agua o los cristales tintados, que para algunos usuarios está muy bien". En este caso, le interrumpen sus compañeros, no hay mucho que hacer: la normativa a la que ellos se someten, pero su competencia directa no, les impide llevar lunas tintadas.  

 

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