Un nuevo estudio aporta más luz sobre la “niebla mental” y el deterioro cognitivo que puede provocar “incluso un COVID leve”

Pedro Sanchez-Vicente, paciente con COVID persistente, posa para una fotografía que visualiza los efectos de la niebla mental.
Pedro Sanchez-Vicente, paciente con COVID persistente, posa para una fotografía que visualiza los efectos de la niebla mental.

Susana Vera/Reuters

Desde 2020, la ciencia lleva investigando cómo afecta el coronavirus al cerebro humano y qué síntomas neurológicos pueden estar asociados con el COVID persistente.

"Lo que nos preocupa especialmente como neurocientíficos es que muchos enfermos de COVID de larga duración manifiestan tener niebla cerebral", señalaban el año pasado 2 directivos de un importante centro de investigación del cerebro, haciendo referencia a la también conocida como niebla mental.

Ambos son términos coloquiales con los que se denomina un síndrome de deterioro cognitivo asociado con el COVID-19 que se caracteriza por problemas de atención, concentración, velocidad de procesamiento de información, memoria y función ejecutiva, y acerca del que un nuevo estudio, publicado en junio en Cell, aporta más luz.

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El equipo, dirigido por las investigadoras Michelle Monje (Universidad de Stanford, EEUU) y Akiko Iwasaki (Universidad de Yale, EEUU), ha hallado similitudes entre la niebla mental del COVID y la niebla de quimio (síntomas cognitivos inducidos por la quimioterapia).

Asimismo, ha determinado que, en ratones con infecciones leves de coronavirus, este alteraba la actividad normal de varias poblaciones de células cerebrales y dejaba signos de inflamación, lo que consideran que podría ayudar a explicar algunas alteraciones cognitivas que experimentan los supervivientes del COVID-19 y aportar posibles vías para las terapias, informa Wired.

"Estos hallazgos ilustran una neuropatofisiología similar tras la terapia del cáncer y la infección respiratoria por el SARS-CoV-2, que puede contribuir al deterioro cognitivo tras un COVID incluso leve", resumen en el estudio.

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Explorando los efectos neurobiológicos de la infección respiratoria por SARS-CoV-2, los autores han descubierto una reactividad microglial selectiva de la materia blanca en ratones y humanos, e infección respiratoria leve en ratones, un deterioro persistente de la neurogénesis en el hipocampo, una disminución de los oligodendrocitos y una pérdida de mielina, y un aumento de las citocinas/quimiocinas en el líquido cefalorraquídeo.

"En conjunto, los hallazgos presentados aquí ilustran que, incluso una infección respiratoria leve por el SARS-CoV-2 ,puede provocar cambios neuroinflamatorios persistentes y la consiguiente desregulación de tipos de células neuronales importantes para una función cognitiva saludable", explican.

Además, el COVID más grave puede tener consecuencias neuropatológicas adicionales (incluidos trombos microvasculares, pérdida de neuronas, inflamación cortical e incluso infección cerebral directa), por lo que "no es sorprendente que las secuelas neurológicas de la infección por SARS-CoV-2 estén demostrando ser comunes y debilitantes", apuntan los científicos en el estudio.

Mientras que la desregulación multicelular inducida por la inflamación puede ser potencialmente reversible con intervenciones terapéuticas, "estas posibles complicaciones más graves de COVID, como el accidente cerebrovascular, pueden causar daños irreversibles en el cerebro", contraponen.

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