Europa abre la puerta a los paneles solares chinos

Operarios instalando paneles solares.
Operarios instalando paneles solares.
  • La Comisión Europea ha levantado las medidas proteccionistas que había impuesto sobre los fabricantes chinos de placas fotovoltaicas.
  • En 2013, Europa estableció una serie de medidas antidumping y antisubsidios contra los productores chinos, que entraban al mercado europeo a precios más bajos. 
  • El gigante asiático fabrica siete de cada diez módulos fotovoltaicos en el mundo. 

China vuelve a entrar en el juego de la energía solar en Europa. La Unión Europea pone fin a los cinco años de restricciones comerciales impuestas a los productores de paneles solares del gigante asiático. Desde que la medida expiró el 3 de septiembre, los fabricantes chinos de placas fotovoltaicas encuentran abiertas, de par en par, las puertas del mercado europeo.

Fue en 2013 cuando la Comisión Europea estableció una serie de medidas antidumping y antisubsidios contra los vendedores chinos de placas y células solares, que irrumpían en el escenario europeo con precios más bajos. Ya en marzo del año pasado, cuando la aplicación de estas medidas expiraba, se tomó la decisión de prolongarlas a lo largo de otros dieciocho meses.

El ejecutivo europeo estableció tal disposición acusando a los asiáticos de rebajar los precios por debajo de la media del mercado para sortear la competencia europea. La Comisión argumentó en aquel momento que la finalidad de tal medida no era otra que dar un poco de oxígeno a los fabricantes europeos de paneles solares, ante la sombra de perder hasta 25.0000 puestos de trabajo.

Si en un primer momento se impusieron aranceles a los fabricantes de paneles solares chinos, en los últimos dieciocho meses estaban sujetos a unos impuestos de entrada del 64,9%, para alcanzar un determinado precio mínimo que se ha ido rebajando progresivamente.

Ahora, Bruselas aboga por la destitución de las medidas proteccionistas poniendo por bandera los objetivos de energía renovables que se ha marcado Europa para 2030, por la que espera alcanzar un 27% de producción renovable en la cesta energética.

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Según recoge un artículo de Forbes, hoy siete de cada diez módulos solares del mundo se fabrican en China. Los productores del país asiático contaban con un excedente de capacidad de 30 gigawatios. Es esta hegemonía la que preocupa a los productores de paneles solares del Viejo Continente, en donde el mercado total es de aproximadamente 7 gigavatios.

Lo cierto es que, en este punto, confluyen los intereses de la industria europea de fabricación de paneles solares y sus componentes, agrupada en la asociación EU ProSun y las empresas de instalación de paneles solares, bajo el paraguas de Solar Power Europe. Los primeros se ven afectados por los bajos precios de los fabricantes chinos a los que acusan de competencia desleal; los segundos sostienen que las medidas proteccionistas están elevando los precios del mercado y haciéndolos menos competitivos.

“Tras considerar las necesidades de ambos, productores y los importadores de paneles solares, la Comisión ha decidido que lo mejor para la UE es que las medidas en su conjunto caduquen”, expuso la Comisión en un comunicado a través de su web.

Y parece que la noticia ha sido recibida con los brazos abiertos entre las compañías europeas de energía solar. El presidente de Solar Power Europe, Christian Westereier celebró la decisión y sostuvo que se habían eliminado las barreras al crecimiento de la energía solar en Europa. A lo que el consejero delegado de la entidad, James Watson, añadió: “Las medidas arancelarias han hecho que la energía solar sea mucho más cara de lo necesario en Europa. Al eliminarlas, se convertirá en la fuente más barata en muchos países de Europa, esto significa que muchos consumidores y gobiernos podrán invertir en energía solar”.

Mientras, el director de EU Pro Sun, Milan Nitzschke, hace hincapié en que la intención de China es hacerse con este mercado a nivel global y mira a países, que como Estados Unidos o India trabajan por proteger sus propios intereses “mediante la implementación de medidas de defensa comercial”.

De hecho, ambos países representan el segundo y tercer mercado mundiales de las placas solares. Fue a principios de año cuando Trump decidió imponer aranceles de hasta un 30% a los equipos solares fabricados fuera de las fronteras estadounidenses. La medida fue muy criticada e interpretada como un paso más con el que la administración Trump se aleja de los objetivos marcados en la Cumbre del Clima de París.

En cualquier caso el ministro de comercio chino celebró el fin de las restricciones que significaría “la restauración de las relaciones comerciales fotovoltaicas entre China y Europa a condiciones normales, lo que generará un ambiente más estable y predecible para la cooperación entre las dos industrias”, dijo el ministro en un comunicado a través de la web.

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