Los 'criptoevangelistas' quieren convencer a los más pobres para que usen el bitcoin, pero puede que no sea una buena idea

Ben Weiss,
Protestas contra el bitcoin en El Salvador

REUTERS/Jose Cabezas

El uso de las criptomonedas se está comenzando a generalizar a la hora de realizar pagos habituales. Restaurantes, inmobiliarias, agencias de viajes y hasta los taxis de Madrid permiten el pago en estas dividas. Pero no son ni mucho menos los iniciadores de este movimiento. Muchas localidades a lo largo del mundo llevan años de ventaja.

Dos años antes de que El Salvador se convirtiera en el primer país en declarar el bitcoin como moneda de curso legal, un pequeño proyecto a lo largo de la costa del país fue pionero en el uso de la criptomoneda.

Bitcoin Beach, un hito en todo el mundo

Después de recibir una suma sustancial de bitcoins de un donante anónimo en 2019, Michael Peterson, un hombre de negocios de 47 años de California, y un grupo de voluntarios locales transformaron la pequeña ciudad surfista de El Zonte en una meca para los evangelistas de bitcoin a través de un proyecto al que llamaron Bitcoin Beach.

Hoy, los habitantes de El Zonte pueden usar la criptomoneda para todo, desde comprar comestibles hasta pagar el alquiler. Influencers y entusiastas del Bitcoin de todo el mundo también han acudido en masa al paraíso criptográfico, y algunos incluso han comenzado a copiar el experimento en otros lugares.

Llegada a El Zonte en El Salvador.
Llegada a El Zonte en El Salvador.

Si bien el bitcoin sigue siendo una moneda volátil, y ha perdido más de la mitad de su valor este año, sus defensores argumentan que puede ayudar a "bancarizar a los no bancarizados", generar ahorros y vencer la inflación.

He viajado a El Salvador, donde el Bitcoin se ha aceptado como moneda de uso legal, y estos son los motivos por los que el experimento podría funcionar

Estos evangelistas del bitcoin han decidido tratar de persuadir a los pobres del mundo para que usen bitcoin como moneda. Desde Guatemala hasta Sudáfrica, estos son algunos de los experimentos globales más recientes con criptomonedas.

Bitcoin Lake, o cómo minar con excrementos

A finales de 2021, Patrick Melder, un excirujano de Atlanta de 54 años, lanzó un proyecto para llevar el bitcoin a la ciudad junto al lago de Panajachel, en Guatemala.

Como cristiano devoto, Melder cree que Bitcoin Lake, el nombre de su nueva iniciativa, creará oportunidades económicas en Panajachel e incluso podría ser un modelo para los misioneros cristianos que trabajan en áreas económicamente deprimidas.

Al igual que Peterson de Bitcoin Beach, este segundo insta a las empresas locales a aceptar el bitcoin como forma de pago y dirige clases semanales sobre la criptomoneda a la que asisten unos 20 adolescentes. Melder dice que quiere sembrar las "semillas" de la creencia en bitcoin para que los niños estén preparados para saber usarlo cuando sean mayores.

Sin embargo, lo que distingue a Bitcoin Lake es la minería de la moneda. Melder y su equipo dicen haber diseñado una máquina que convierte los excrementos en electricidad y que tienen la intención de usar para extraer bitcoins. La cuantía que saquen sería donada a la ciudad. 

"Básicamente, podemos pagarle a la gente por sus heces", dice Melder, quien también planea usar basura, metano excedente y aceite de cocina usado para extraer bitcoins.

Si bien Bitcoin Lake tiene menos de un año, su mentor asegura que ya ha persuadido a más de 100 empresas para que acepten la criptomoneda y ha recibido el apoyo del alcalde de la ciudad.

 

Un networking peruano impulsado por el bitcoin

Hace 2 años, el californiano Rich Swisher se unió a Valentin Popescu, un rumano que vive en Perú, para iniciar otro proyecto destinado a persuadir a las personas empobrecidas de Perú para que usen el bitcoin como moneda. El proyecto, llamado Motiv, utiliza una red de líderes de comunidades en todo el país, incluidos empresarios y educadores.

Estos líderes actúan como centros para el proyecto local de bitcoin, promoviendo la moneda entre sus vecinos. Hasta ahora, Motivha abierto 15 centros en todo el país y más de 60 empresas aceptan la criptomoneda.

Local de Bitcoin Beach en El Salvador.
Local de Bitcoin Beach en El Salvador.

Reactivación de negocios

Una de esas redes de bitcoins gira en torno a Olger Alarcón, de 47 años, que vive en Lima. Alarcón era dueño de un negocio de fabricación de calzado que cerró cuando la pandemia de coronavirus asoló Perú. Meses después,Motiv financió en bitcoins la reactivación del negocio del empresario. 

Ahora el zapatero paga a sus empleados en bitcoins, recibe bitcoins de algunos clientes y paga algunos materiales con la misma moneda. "Ha sido una ayuda para toda mi familia", aseguró a Business Insider.

Motiv también ha persuadido a las empresas cercanas para que acepten bitcoins de Alarcón y sus empleados. "Están al borde de la muerte, no pasa nada en sus vidas", dice Swisher sobre las personas a las que ayuda Motiv, y agrega que buscaba "reactivar" sus vidas, "pero hacerlo con bitcoin".

Un pueblo pobre sudafricano, cuna de la criptomoneda

Otro caso similar se inició hace apenas un año en Sudáfrica. Hermann Vivier, un surfista de 36 años, creó una iniciativa para llevar bitcoin a un pequeño barrio de Mossel Bay, en la costa del país.

Este deportista vio como Bitcoin Beach lograba un reconocimiento mundial y pensó que merecía la pena intentar recrear el proyecto en Ekasi, el vecindario donde Vivier había fundado una ONG para enseñar a los niños a surfear.

Ahora, todos los instructores de surf de Vivier aceptan pagos a través de bitcoin, las tiendas de alimentación cercanas también la aceptan y hace poco lanzó un programa de educación en bitcoin para niños.

A diferencia de Bitcoin Beach o Bitcoin Lake, que están ubicados en áreas muy turísticas, el proyecto de Vivier se encuentra en un municipio pobre donde la mayoría de la población negra recuerda el legado del apartheid. Por ello, Vivier no ve a los turistas de bitcoins llegando a usar la criptomoneda en la economía local de Ekasi en el corto plazo.

Pero al igual que Peterson, Melder y Swisher, Vivier sostiene que con la ayuda del bitcoin, los residentes de Ekasi pueden superar la pobreza. Defiende que el bitcoin no está destinado solo a especuladores o inversores: "Se inventó para mejorar la vida de la mayoría de las personas en este planeta".

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¿Puede el uso del bitcoin ayudar a las zonas empobrecidas?

Más allá de lo novedoso de estos proyectos, cabe preguntar si estos evangelistas del bitcoin realmente están ayudando a las comunidades donde operan.

Jorge Cuéllar, profesor de la Universidad de Dartmouth, que ha investigado el crecimiento de las comunidades de criptomonedas en América Latina, señala que estos proyectos experimentan a costa de las poblaciones más precarias del mundo.

Estrategia económica

"Hay un movimiento estratégico por parte de los entusiastas del bitcoin para ubicar los sitios donde la moneda tendrá la mayor aprobación", explica a Business Insider. "Y eso significa, desde esta percepción, los lugares más desesperados económicamente".

Cuéllar describe el bitcoin, con sus valores en constante fluctuación, como un desajuste para aquellos que no tienen el colchón financiero de los millonarios. "La volatilidad es mucho más real para las personas que intentan entrar en el mercado de las criptomonedas", señala.

Del mismo modo, Mariel García Llorens, una antropóloga que realiza su doctorado en la Universidad de California en Davis, se muestra escéptica ante afirmaciones como la de Motiv de que los evangelistas del bitcoin están "emancipando" a las personas de la pobreza.

La mayoría de las comunidades más ricas no usan bitcoins para las compras diarias, apunta. "¿Por qué vas a pensar que la gente pobre usaría bitcoins como pago cuando nosotros no lo hacemos?", se cuestiona.

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