El impacto de la pandemia en el sector aéreo: 6 gráficos que demuestran que ya se nota la recuperación tras los peores meses de la historia

Ilustración sector aéreo

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Se esperaba que 2021 fuera el año en el que toda la demanda contenida durante los meses más duros de la pandemia se disparase hasta hacer que las cifras del sector diesen un giro de 180º.

La realidad es que el año pasado supuso una recuperación parcial y con muchas alegrías, pero también muchas decepciones para la actividad turística en España por la paralización de los viajes hasta mayo por el estado de alarma, las restricciones a la movilidad que limitaron la llegada de extranjeros y el remate final de la 6ª ola que mermó las ventas de las empresas turísticas.

Las aerolíneas españolas ya han pasado lo peor de la pandemia, 24 meses de subidas y bajadas de contagios, confinamientos, cierres de fronteras, miles de vuelos cancelados y nuevas variantes que han impactado de lleno al sector.

Business Insider España ha analizado en 6 gráficos cómo la pandemia afectó a las tendencias de los viajes aéreos y los primeros signos de recuperación. 

1. La afiliación cayó en picado

La llegada de la pandemia dejó en tierra a casi todas las aeronaves y, con ellas, a la tripulación. Los trabajadores de la industria aérea fueron algunos de los más afectados por el virus y eso se vio claramente reflejado en los datos de afiliación.

Poco a poco, las compañías aéreas fueron recuperando a su plantilla en función de la evolución de los contagios y la relajación de las restricciones, especialmente las relacionadas con el cierre de fronteras que hundieron los datos de movilidad.

A mediados de febrero, la cifra de trabajadores en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se situaba en 104.363, según los datos facilitados por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que también indican que un 8% de los afiliados del sector aéreo sigue en ERTE.

Mientras que varias grandes compañías del sector turístico empiezan a tomar medidas drásticas con su plantilla debido a la permanente incertidumbre que sigue afectando a la industria de los viajes, otras como Iberia son optimistas con lo que está por llegar.

La compañía que dirige Javier Sánchez-Prieto espera una buena temporada de verano (en el sector arranca el 1 de abril y dura 6 meses), eso siempre que no aparezcan nuevos obstáculos por el camino.

La filial del grupo hispano-británico IAG prevé que se produzca una fuerte recuperación del tráfico aéreo y, con ello, un incremento de las operaciones, por lo que recientemente ha abierto diferentes convocatorias para ampliar su plantilla.

La aerolínea consiguió sacar hace poco a todos sus pilotos que seguían en ERTE; entre 1.200 y 1.300 tripulantes técnicos que el 1 de febrero pudieron retomar su jornada regular al 100%.

2. Las aerolíneas siguen en números rojos, pero van recuperando poco a poco sus ingresos

El holding de aerolíneas International Airlines Group (IAG) –el grupo que engloba a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus– seguía registrando pérdidas de 2.933 millones de euros a cierre de 2021.

Estas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales son un 57,7% menores que las de 2020, cuando IAG perdió un total de 6.935 millones de euros. Los ingresos de 2021 alcanzaron los 8.455 millones de euros, un 8,3% más un año atrás, cuando la cifra que obtuvo IAG alcanzó los 7.806 millones de euros.

Por su parte, Air France-KLM cerró 2021 con ebitda positivo pero menores ingresos. La pérdida neta de la aerolínea fue de 3.292 millones de euros, aunque menor a la del ejercicio 2020 cuando sufrió pérdidas sin precedentes de 7.100 millones de euros.

La situación llevó a los gobiernos francés y holandés a conceder préstamos directos o garantizados a Air France-KLM, por un total de más de 10.000 millones de euros.

Otra que necesitó ayuda externa por el impacto de la crisis fue el grupo de aerolíneas Lufthansa, que fue rescatado por el gobierno alemán. En 2021 tuvo una pérdida neta de 2.191 millones de euros, un 67% más baja que el año anterior. 

Los ingresos, que se desplomaron el primer año de la pandemia, mejoraron en 2021 hasta 16.811 millones de euros (un aumento del 24%).

Por último, la low cost Ryanair (cuyo ejercicio fiscal acaba a 31 de marzo) registró una pérdida neta de 96 millones de euros en los 3 últimos meses de 2021 correspondientes a su tercer trimestre fiscal.

La compañía aérea irlandesa perdió 306 millones de euros en el mismo trimestre de 2020 y obtuvo un beneficio de 88 millones en los últimos tres meses de 2019. 

3. Lenta mejora del tráfico de pasajeros, las operaciones y la ocupación

Muchos viajeros que se apresuraron a realizar viajes de última hora a casa antes de los cierres de marzo de 2020 se encontraron con vuelos casi vacíos, aeropuertos tranquilos y colas de seguridad cortas. 

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Para responder a la repentina caída de la demanda, las aerolíneas cancelaron muchos vuelos nacionales en los meses siguientes y el Gobierno instó a la gente a evitar los viajes no esenciales.

El despliegue generalizado de vacunas a partir de principios de 2021 coincidió con un aumento constante de los pasajeros, y aunque poco a poco se vuelven a alcanzar la cifras cercanas a las anteriores a la pandemia, aún queda un largo camino por recorrer.

Según anunció el gestor aeroportuario Aena, las aerolíneas han programado 220 millones de asientos en los aeropuertos de su red para verano, lo que supone un aumento del 3,6% respecto 2019.

En su presentación de resultados de 2021, Aena anunció unas pérdidas de 60 millones de euros. Este dato sigue siendo muestra del impacto que ha tenido la crisis del COVID-19, pero representa la mitad de las registradas en 2020, cuando ascendieron a 126,8 millones de euros. 

La red de Aena cerró el segundo año de la crisis con 119,9 millones de viajeros entre despegues y aterrizajes, es decir, un 56,4% por debajo del tráfico de 2019.

El crecimiento del tráfico fue en 2021 de un 54,2% a nivel nacional, mientras que el internacional progresó un 60,8%.

Durante esos 12 meses, la mayor parte de las compañías aéreas mejoraron su tráfico de pasajeros en comparación con 2020, cuando estalló la pandemia, salvo la alemana Lufthansa (bajó un 26%, con 2,3 millones de usuarios); Binter (caída del 22,7%, con 1,7 millones de pasajeros) y Norwegian (un 54% que en 2020 con 600.000 viajeros en España).

A excepción de estas 3, el resto de compañías del top 25 mejoraron sus números gracias a las campañas de vacunación y la relajación de las restricciones a la movilidad entre fronteras.

Los datos de la Asociación de Líneas Aéreas revelan que la ocupación de los aviones no ha aumentado al mismo ritmo. 

Según han confirmado a Business Insider España, la ocupación de 2021 se coloco en un 70%, cinco puntos tan solo por encima del 65% del año anterior y 15 puntos menos de la media de 85% de 2019. 

Por ello, si bien el sector considera que ya está en la senda, no prevé alcanzar los niveles de 2019 hasta 2023 o 2024.

4. El auge del comercio online disparó los vuelos de carga

La irrupción del COVID-19 dejó imágenes para la historia: terminales ‘fantasmas’ y aviones aparcados en las pistas de todos los aeropuertos españoles. 

Sin embargo, las restricciones a la movilidad no dejaron en tierra a todos los vuelos de carga que tenían que hacer llegar la mercancía a sus destinos, ya fuera material sanitario que llegaba a España o la última compra hecha en la web de Amazon.

Es más, el crecimiento de empresas de comercio electrónico como Amazon ha impulsado a los transportistas de carga a adquirir más aviones para transportar paquetes por todo el mundo, no solo mediante la compra de aviones nuevos, sino adquiriendo aviones de pasajeros para convertirlos en cargueros.

En definitiva, el negocio de carga aérea ha conseguido en estos últimos meses que las cuentas de algunas aerolíneas no cayesen tan en picado como lo hubieran hecho de no haber contado con esta división en sus negocios.

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