Esta artista quiere que los ejecutivos del Mobile World Congress se relajen un poco y vayan a su galería tras el evento

Analía Plaza
Haimney
  • Una galería de Barcelona inagurará una exposición del diseñador gráfico David Carson durante el Mobile World Congress.
  • Sus dueños suelen combinar arte y tecnología en sus exposiciones, como interacciones con inteligencia artificial.
  • "Sería fácil hacer un evento para los asistentes del MWC, pero no queremos algo tan fácil. Si la gente viene a cerrar tratos, que pueda ir a otro sitio", dice la artista Irene Carbonari. "La cultura no existe sin el dinero"

El número 70 de la calle Trafalgar de Barcelona tiene truco. Por un lado, el local da a una amplia arteria comercial. Por el otro, la puerta se abre hacia un pequeño pasaje, el de Sant Benet. Hasta hace poco, la zona estaba poblada por mayoristas del textil chinos que han ido abandonando y marchando a Badalona y siendo sustituidos por bares, hoteles y servicios para turistas. "La ciudad tiene problemas con el turismo. Hay un plan llamado Barcelona 2020 para que sea más cultural y han movido toda la zona industrial de Arc de Triomf a Badalona. Trabajamos con el Ayuntamiento y vimos en qué zona nos podrían dar la licencia. Y en Trafalgar es donde están todas las nuevas galerías".

Irene Carbonari es artista y dueña de Haimney, una galería de arte que está preparando la exposición de David Carson e inaugurará durante el próximo Mobile World Congress. Es argentina y llegó a Barcelona hace cuatro años junto a su socio y pareja, Mariano Sosto. Empezaron como exportadores de arte en Latinoamérica y vinieron a Europa con la idea de montar un comercio B2B (venta de arte entre empresas), pero al poco de estar en Barcelona estalló la crisis catalana. "Nos quedamos aislados al no ser catalanes, así que dimos el siguiente paso", cuenta. Aprovechando que algunos locales habían bajado de precio, colaboraron con el Ayuntamiento para montar su galería y "reubicar a la ciudad como centro cultural de Europa".

David Carson es un reputado diseñador gráfico estadounidense, famoso por sus innovaciones en el diseño editorial de revistas y en tipografía. Dirigió la revista Ray Gun durante tres años con un estilo tan particular que a su estética se la conoce como "tipografía grunge". El Mobile World Congress, por otro lado, es el evento por excelencia en Barcelona, una de las citas tecnológicas más grandes del mundo y el lugar en el que, suele decirse, las empresas asistentes cierran todos los tratos del año.

carson
David Carson

"Queremos aportar otra visión. Hay cosas que funcionan, pero no siempre adaptarte a ellas es la mejor forma de hacer algo", explica Carbonari. "Sería más fácil, pero nuestra idea es que si hay tanta gente que viene a cerrar tratos, ¿por qué no darles la oportunidad de que vengan a otro sitio? Si es gente que está todo el día hablando de negocios, puede pasarse a tomar un vino y ver una obra de arte. Todo lo que se hará en la ciudad irá dirigido a empresarios, así que es bueno aportar algo más. Puede ser nutritivo para los visitantes. Además, la cultura no existe sin el sistema. No hay cultura sin dinero".

La exposición, que mostrará los collages con material reciclado de Carson, será interactiva y parte de ella irá más tarde a Berlín. "Conocimos a Carson en diciembre. Además de nuestro espacio, le aportamos la posibilidad de ser parte de los eventos que haremos en Berlín", continúa la artista. El diseñador escogió este enorme espacio para presentar su trabajo tras conocer "la historia de Haimneyy cómo han llegado hasta aquí".

Cómo montar un negocio de arte en 2019

El negocio del arte es "difícil", explica Carbonari, porque a diferencia de otros productos "necesitas verlo experimentado". Para montar su galería, que no lleva ni un año abierta, ha intentado cambiar el modelo y hacer un plan de negocio "atrevido". 

"La gente que tiene galerías son personas de 60 años. Yo tengo menos de 30 y Mariano [su pareja y socio] menos de 40. Antes las ventas se hacían en la galería: llegaba un coleccionista y compraba. Luego empezaron las ferias, que es donde está la industria. Y ahora tienes que rentabilizar el espacio. El nuestro lo alquilamos para eventos y producciones de marcas. Y así le damos trabajo a los artistas".

Según explica, en lugar de ir a un 50% con los artistas que programan y de los que venden algo, van a un 30-70: la galería se queda el 30% del precio de venta y el artista el resto.

"Lo que hay que hacer es ser creativo y no limitar a los artistas. Analizar qué les limita, por qué terminan viviendo en un piso compartido y trabajando en talleres, y buscar alternativas. En Barcelona funciona el contenido para marcas y fiestas, vienen grandes festivales de vez en cuando. Pues en vez de darle el marketing a una productora de publicidad, que ya tiene bastante, dáselo a un artista, que te hace un contenido único".

También trabajaron con esos artistas durante la reforma del local, que como venía de ser un almacén textil, una quesería, un taller de muebles y estar ocupado, estaba en malas condiciones. "No es lo mismo que una galería de arte diseñada desde cero, como en Nueva York. Queríamos algo vivo, así que lo reciclamos todo". Invirtieron un total de 300.000 euros en la reforma y acondicionamiento, aunque calcula que sin el reciclaje habría sido bastante más.

La exposición de Carson, en la que también participan con la venta de un libro recopilatorio, es otra fuente de ingresos.

haimney


Arte, tecnología, cyborgs y censura digital

Además de programar a Carson, hasta la fecha en Haimney han tocado temas que mezclan arte y tecnología.

Por ejemplo: no hace demasiados meses un colectivo de arte cuyos miembros viven entre Rusia y Alemania instaló varias pantallas para que los visitantes pudieran charlar con un bot. "Fue interesante. Era una interfaz en la que hablabas con una inteligencia artificial. El chat te empujaba a hablarlo, pero al final daba la vuelta y te terminaba guiando él a ti. Así mostraba que una IA no es más que una extensión", cuenta.

"Es como un humano con máscara. Todos nos sentimos limitados por cosas externas y buscamos herramientas para salir de esos límites, como sucedió con la cultura cyborg. Ahora la etapa es la de la IA. Una inteligencia artificial es un algoritmo que toma decisiones en base a lo que uno le plantea, así que, a la vez, somos nosotros mismos".

Neil Harbisson, el primer cyborg reconocido
Neil Harbisson, el primer cyborg reconocido


¿Y las redes? ¿No son, al contrario, herramientas que limitan la 'extensión' cuando aplican la censura? "Son simplistas", recalca. "Lo van desarrollando y mejora: antes subías un desnudo pintado y te lo quitaban, pero ahora ya reconocen que es pintura. Pero obviamente ahí el que limita es el ser humano. Toda esa censura la aplican personas, no IAs". Para muestra, este collage - no censurado - en la que la propia artista denuncia que se censure "la verdad y no la mentira".

 

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