El extravagante colegio creado por Elon Musk, donde sus 5 hijos juegan con lanzallamas y esquivan idiomas extranjeros

Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX.
Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX.
  • Elon Musk cofundó un colegio en 2014 para sus cinco hijos, llamado Ad Astra.
  • Al principio, el colegio sólo tenía ocho estudiantes y estaba instalado en una sala de conferencias de SpaceX. Ahora acoge a uno 40 estudiantes, según Ars Technica.
  • Ad Astra no tiene cursos, por lo que los niños entre 7 y 14 años aprenden juntos en equipo.
  • Los estudiantes aprenden sobre IA, ética y cómo crear cosas del estilo de globos meteorológicos y robots de combate.
  • Educación física, música y lenguas extranjeras no son parte del programa académico.
  • La escuela tiene su propia moneda, el astra, para promover el emprendimiento.

Elon Musk creó en 2014 un colegio llamado Ad Astra en las oficinas de SpaceX y, ahora, se ha descubierto que su programa de estudios es una absoluta locura.

Ars Technica ha accedido a información exclusiva sobre la escuela, incluyendo un documento presentado ante el Servicio de Rentas Internas (IRS), que revela que Musk la financia con una suma de casi medio millón de dólares.

Ad Astra (que significa "hacia las estrellas" en latín) no ha sido del todo secreto desde su inauguración en 2014, pero los detalles de lo que ocurre dentro no habían trascendido. Su sitio web es enigmático, con sólo un logo, una dirección de e-mail y un portal para padres.

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Musk, que tiene cinco hijos, cofundó Ad Astra en Hawthorne, California, con el profesor Joshua Dahn. En una entrevista el año pasado con el emprendedor Peter Diamandis, Dahn comentaba que Ad Astra comenzó con sólo ocho niños en una sala de conferencias de Space X, con cristales por paredes.

Ahora, la escuela tiene alrededor de 40 estudiantes, siendo la mitad hijos del personal de SpaceX. El documento del IRS apunta a que probablemente nunca vaya a exceder de los 50 alumnos "por el ratio de hijos del personal" de la compañía.

Musk habló sobre Ad Astra en 2015 para una televisión china. "No hay cursos, lo que hace que todos los niños vayan al mismo, como en una asamblea", explicaba. Así, los niños entre 7 y 14 años trabajan juntos en equipo y, si bien reciben puntuaciones por su rendimiento, no reciben notas al final del semestre.

El programa de estudios de Ad Astra

El programa de estudios de Ad Astra es poco convencional, por suavizarlo. Los estudiantes aprenden sobre inteligencia artificial y sobre cómo dar una "charla tecnológica", según Dahn. Ética también se explora en escenarios hipotéticos: por ejemplo, decidiendo de quién es la culpa de que una fábrica haya contaminado un lago cercano.

Educación física y música no entran en el programa; aunque se juega al balón prisionero en la hora de la comida y Dahn sostiene que uno de los estudiantes es, "objetivamente, el mejor violinista del mundo de menos de 12 años".

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Los idiomas extranjeros tampoco están presentes en el programa, debido a la creencia de Elon Musk de que la traducción en tiempo real pronto hará obsoleta esta materia.

En su lugar, los niños aprenden varios códigos (Scheme, Swift y Scratch) y experimentan con más ciencia aplicada que en cualquier laboratorio de una escuela estándar.

"Nos pasamos de la raya", admite Dahn, cuando habla de las clases de química de la escuela. Los estudiantes también pueden construir cosas en un módulo llamado A-Frame, desde globos meteorológicos hasta robots de combate.

El lanzallamas de Elon Musk

Según los informes, en un momento dado los niños preguntaron si se les podía permitir incorporar lanzallamas y pulsos electromagnéticos en sus robots. "La respuesta siempre es sí", aseguraba Dahn, riendo, "hasta que destruyas la escuela".

Para fomentar el emprendimiento, Ad Astra también tiene su propia moneda denominada Astra, que los niños pueden intercambiar entre ellos.

"Una de las cosas que hacen es montar tres veces al año un mercado llamado Bazar, en el que los niños tienen esencialmente sus propias compañías", aseguraba Dahn, que ofrecía un ejemplo de un estudiante que construía sitios web para sus compañeros de clase, incluido uno que hace galletas gourmet.

Musk lleva la cuentas en Ad Astra y, de acuerdo con el documento del IRS encontrado por Ars Technica, Musk sufragó la escuela con 475.000 dólares en 2014 y 2015. Dahn añadía: "Es extraordinariamente generoso y nos permite formar a cualquier niño".

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