Facebook pierde en un día en capitalización bursátil más de lo que Netflix, McDonald's, Nike o Inditex valen en bolsa: ¿es síntoma de una nueva burbuja?

Mark Zuckerberg, CEO de Facebook

REUTERS/Leah Millis

Las grandes tecnológicas están marcando unos hitos en los mercados que no se han visto en la historia.

Las grandes subidas y bajadas en el precio de algunas acciones a golpe de sus resultados empresariales están dejando ojipláticos a muchos analistas e inversores: de la mayor pérdida de capitalización bursátil en un solo día –200.000 millones de dólares– de Facebook, a la subida por capitalización más grande también en una única jornada con Amazon –más de 200.000 millones de dólares–.

Las grandes tecnológicas están desatadas. Amazon y Facebook son únicamente 2 ejemplos, pero hay más. Los resultados de Apple y de Microsoft provocaron una enorme reacción compradora en la bolsa, mientras que las cuentas de Netflix se saldaron con una sangría. 

Los valores tecnológicos de gran capitalización están a otro nivel y esa fuga de dinero tan rápido refleja la descomunal cifra de valoración que han alcanzado. La suma o pérdida de 200.000 millones de dólares, ya que lo que vale Inditex en la bolsa española. De hecho, el derrumbe de Amazon supondría la quiebra de 2 empresas como la firma textil española

Es un dato absolutamente llamativo que pone de relieve los números tan grandes que empresas como Facebook o Amazon han alcanzado. Por ejemplo, la compañía fundada por Jeff Bezos podría comprarse a tocateja y sin preguntar McDonald's con lo que ha ganado en bolsa en un solo día tras presentar estos últimos resultados. 

¿Qué está pasando con este sector que está generando unas reacciones tan dispares, que están mostrando estas cifras tan monstruosas?

El Nasdaq Composite tuvo recientemente su momento más difícil, cayendo en picado un 3,7%. El S&P 500 cerró con una caída del 2,4 % y el Dow Jones un 1,5 %. Todo en un solo día, después de 4 días consecutivos de ganancias. 

“La primera etapa de la debilidad fue impulsada por esos resultados decepcionantes de Facebook”, asegura Michael Reinking, estratega senior del NYSE, en una información que publica Barron’s.

Para Joaquín Robles, analista de XTB, la volatilidad dentro de las principales empresas que componen el sector tecnológico se debe fundamentalmente a las “altas expectativas y previsiones de crecimiento descuentan los inversores en su precio”

“Cuando analizamos los descensos superiores al 20% en la cotización de Netflix y Facebook, vemos como los resultados han sido buenos, fueron las estimaciones que tenía la compañía para este trimestre lo que ahuyentó a los inversores”, asegura Robles a Business Insider España

Por ejemplo, en el caso de la compañía de streaming, mientras el mercado esperaba para este trimestre cerca de 6 millones nuevos de suscriptores, la compañía dijo que esperaba menos de dos, y en el caso de la red social, cuando el año pasado incrementó sus beneficios un 48%, este año espera que lo haga un 3%.

En opinión de Rafael Ojeda, analista senior de Fortage Funds, esta situación viene motivada por el encarecimiento que ha sufrido el sector tecnológico de Wall Street en los últimos años. “En estos momentos en la bolsa de Estados Unidos muchas compañías, sobre todo las empresas tecnológicas, están cotizando a unos múltiplos muy elevados”, asevera. 

“Se está descontando que van a tener un beneficio de hasta el infinito y más allá, por la sencilla razón de que las big tech son máquinas de ganar dinero, como así han estado demostrando”, analiza. 

La posibilidad de otra burbuja al más puro estilo de las puntocom

El experto asegura que estas empresas están demostrando mucho músculo para crecer, incluso adquiriendo otros negocios, y disponen de un poder de fijación de precio que otras compañías no puedan tener. Esto provoca que muchos inversores apuesten por estas empresas como una reserva de valor para obtener una rentabilidad superior a la inflación. 

Sin embargo, cree que el hecho de que estas compañías están condenadas a mantener unas previsiones muy elevadas puede ser “el contrapunto importante”, lo cual puede terminar decepcionando. 

“En el momento en el que estas compañías dan un mal dato la sensación que se genera es de ‘acabarse la fiesta’ y el inversor busca recoger beneficios y hacer caja porque ya no sabe qué puede suceder... Hablamos de una burbuja”, ahonda. 

José Carlos Díez, economista y profesor de la Universidad de Alcalá, iba en esa misma línea en el programa de Twitch Let’s Talk: “Si los inversores deciden, como pasó en el 2001, que esto no se valora por expectativas de futuro, sino por la caja, el Nasdaq tiene una caída de otro 30% o 40% fácil”.

Ojeda considera que, aunque está claro que estas compañías tienen un poder de fijación de precio importante, “nada sube hasta el cielo ni baja hasta el infierno”. 

“Tiene que haber puntos en los que se justifique la realidad de las cosas”, comenta al respecto. 

No obstante, no todos los expertos comparten esa teoría.

“Esa discrepancia entre expectativas hace saltar por los aires las valoraciones de estas compañías que además estiman sus beneficios con el escenario actual de tipos de interés… No podemos hablar de burbuja en el sentido que todas estas compañías han demostrado tener una capacidad para generar beneficios enormes, el problema recae más sobre los inversores que descuentan una capacidad de innovación y de seguir incrementando sus ganancias que de no cumplirse podrían llevar a ajustes en los precios”, dice Robles.

Una visión que coexiste con el análisis de Sergio Ávila, analista de IG: “No creo que haya una burbuja, puesto que el PER del Nasdaq es ahora ligeramente superior a 24 veces, mientras que la burbuja del año 2000 estalló con un PER de 150 veces”. 

“Simplemente, es un ajuste de valoraciones en un entorno donde se esperan subidas de tipos de interés y donde se espera que los beneficios crezcan a una velocidad muy inferior a la del año pasado”, termina.

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