El factor más importante en el éxito de Warren Buffett y Bill Gates (según ellos mismos): también lo tienen Elon Musk y Steve Jobs

Ninguno de los dos tenía demasiado interés en conocer al otro, pero el encuentro acabó dando inicio a una amistad que sigue vigente a día de hoy y ya supera los 30 años.

El 5 de julio de 1991, la madre de Bill Gates, Mary, había invitado a su casa a Meg Greenfield, entonces editora del Washington Post y quien quería llevar a su amigo Warren Buffett. Mary Gates, por su parte, acabó convenciendo a su hijo para que él también asistiese, aunque ninguno de los dos multimillonarios —entonces y ahora entre los más ricos del mundo— estaba muy interesado.

"¿De qué íbamos a hablar él y yo, de ratios de rentabilidad?", ha recordado posteriormente el fundador de Microsoft. "¿Qué demonios vamos a hacer todo el día con esta gente? ¿Cuánto tiempo tenemos que quedarnos para ser educados?", era lo que pesaba el presidente de Berkshire Hathaway, según ha relatado él mismo.

Ambos acabaron yendo, congeniaron y en la actualidad hablan con frecuencia y no solo se felicitan por sus cumpleaños, sino que también conmemoran sus aniversarios de amistad.

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En esa misma reunión, el padre de Bill Gates, del mismo nombre, lanzó a sus invitados una pregunta: "¿Qué factor creen que ha sido el más importante para llegar a donde han llegado en la vida?".

Buffett respondió de forma inmediata: "la concentración"; Bill Gates hijo estuvo de acuerdo, según cuenta Rainer Zitelmann, emprendedor, empresario, analista y escritor alemán.

Bill Gates ha basado su éxito en centrar su tiempo, dinero y esfuerzos en determinados proyectos, relativamente pocos, entre los que destaca por encima de todo Microsoft, junto y la Fundación Bill & Melinda Gates.

Desde la adolescencia, ha admitido estar "obsesionado" con los ordenadores y la tecnología, "día y noche" e ignorando todo lo demás. Incluso presumía de que solo pasaban 7 horas entre su salida de trabajar en Microsoft y su entrada a la empresa al día siguiente, como ha contado una de sus exnovias. 

"Bill tenía una cualidad monomaníaca (...) Se concentraba en algo y se pegaba a ello. Tenía la determinación de dominar lo que fuera que estuviera haciendo", según explica su entonces compañero de universidad Andy Braiterman y publica Forbes.

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Por su parte, Warren Buffett ha tenido similar concentración y determinación durante su vida. Ya con 11 años compró sus primeras acciones y se propuso la meta de ser millonario al llegar a la treintena: lo consiguió. 

Además, ha tenido siempre claro que debía centrarse en lo que domina y evitar los experimentos arriesgados y ha mostrado una gran concentración en aquello en lo que se vuelca, desde los negocios hasta el bridge.

En sus partidas ha jugado "con tanta concentración y dedicación que nada en el mundo podía distraerle", como cuando ignoró la entrada en su habitación de un murciélago, que se quedó revoloteando —"No me molesta", se limitó a responderle a su mujer— y hasta el punto de clasificarse para la final del campeonato mundial de bridge en su primer torneo a pesar de no ser profesional.

Los otros jugadores tenían mucha más experiencia que Buffett, "pero él era capaz de concentrarse tan tranquilamente como si estuviera jugando en el salón de su casa (...). De algún modo, su intensidad superaba la debilidad de su juego", escribe su biógrafa, Alice Schroeder, según recoge Forbes.

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La capacidad de mantener la concentración, el foco y la determinación en una tarea o empresa es una característica que Bill Gates y Warren Buffett comparten con otras personas ricas y exitosas.

Lo que marca la diferencia para los multimillonarios respecto al resto de la gente es "su hambre por el riesgo bien tomado, su concentración en el negocio y su determinación": estas cualidades contribuyen a construir y mantener su riqueza, según un estudio (2019 Billionaires Report, de UBS y PwC).

Navaid Farooq, amigo de Elon Musk en su época universitaria, ha señalado cuál es, para él, el rasgo que mejor define y más distingue a Musk, fundador de Tesla y SpaceX, entre otras empresas: "Cuando Elon se mete en algo, desarrolla un nivel de interés diferente al de otras personas. Esto es lo que diferencia a Elon del resto de la humanidad", cuenta en el libro y recoge CNBC.

Otras personas, como su primera mujer y un experto que ha estudiado y analizado su carrera, también han coincidido en apuntar a ese especial e intenso nivel de interés, determinación y concentración de Elon Musk.

En su artículo, Zitelmann —autor de libros como La élite de la riqueza y El poder del capitalismo— también menciona como ejemplo de esta cualidad a Steve Jobs, fundador de Apple. 

"La gente cree que concentrarse significa decir 'sí' a lo que tienes que hacer. Pero no significa eso en absoluto. Significa decir 'no' a las otras 100 buenas ideas que hay. Hay que elegir con cuidado. De hecho, estoy tan orgulloso de las cosas que no hemos hecho como de las que he hecho", afirmó Jobs, quien llevó a Apple al éxito centrándose en un número muy reducido de productos clave, explica Zitelmann.