Las familias de los jóvenes captados por IM Academy, la criptosecta investigada en España, internacionalizan su lucha

La agenda de las personas que Carmen ha contactado en las últimas semanas es propia de un presidente de Gobierno, un embajador, un ministro o un alto ejecutivo de una multinacional. 

En ella figuran Mohammed bin Rashid Al Maktoum, emir de Dubái, y Hamdan bin Mohammed al Maktoum, príncipe heredero a la corona. También Corine Mauch, alcaldesa de la ciudad suiza del cantón de Zúrich, y altos dirigentes de empresas como Lindt y Coca Cola. 

A ellos hay que sumar ministerios, embajadas y secretarías de Estado. Todo, con un solo objetivo: que IM Academy, una supuesta academia de trading nacida hace años en EEUU, no logre su objetivo de expandirse internacionalmente.

Sus esfuerzos y los del resto de las familias que han denunciado a la empresa están empezando a dar sus frutos. 

Tras presentar el pasado mes de mayo en el Ministerio de Justicia más de 90.000 firmas conseguidas a través del portal Change.org, súbitamente, antes de que diera tiempo siquiera a que nadie del emirato se interesara por el caso ni hablara con ellos, el evento se canceló.

Quieren lograr lo mismo con otro encuentro que IM Academy quiere organizar en Zúrich el próximo 3 de octubre. Su petición en la plataforma acumula ya más de 40.000 firmas y anda a menos 10.000 del objetivo de las 50.000.

La razón de tanto movimiento encuentra su origen en IM Academy (también conocida en España como IM Mastery Academy), una empresa fundada en Nueva York en 2013 por la pareja conformada por Cristopher e Isis Terry, dos carismáticos personajes que se venden como gurús de las finanzas y del pensamiento positivo y cuyas ideas se resumen en que hacerse rico es solo cuestión voluntad.

Hasta aquí, nada que no prediquen también una ingente cantidad de inversores bursátiles, emprendedores, tiburones de las finanzas y supuestos expertos en psicología con apenas algún libro de autoayuda publicado como todo bagaje.

El problema es que IM Academy ha ido varios pasos más allá, rebasando la gruesa línea que separa los fondos y las academias de inversión serios y lo que ya se conoce popularmente como criptosecta.

Lo ha hecho de muchas maneras. 

En primer lugar, a través del público al que se dirige: jóvenes de entre 15 y 20 años captados en institutos, parques, pisos y grandes eventos y que carecen de conocimientos económicos como para sospechar de las altas rentabilidades que prometen.

En segundo lugar, lo han hecho a través de su mensaje. Aunque últimamente han matizado mucho lo que dicen en público para evitar el escrutinio público, durante años la supuesta academia ha prometido con rotundidad que quien se une a ella y se esfuerza se hace rico. Sin más, sin medias tintas ni matices.

En tercer lugar, IM Academy se ha saltado todos los códigos, sobre todo a través de su funcionamiento. 

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La empresa es una pirámide conformada por una gruesa base de jóvenes que pagan 150 euros al mes a cambio de formación en productos financieros de todo tipo: diariamente reciben horas y horas de vídeos y podcasts que deben ver y escuchar.

Más allá de esto, con la promesa de recibir descuentos en sus tarifas mensuales, los jóvenes deben ejercer además de esforzados captadores de más miembros que pasen a engrosar las filas de la organización.

Finalmente, todos reciben el mismo mensaje: como un solo hombre, han de invertir en lo que IM Academy les aconseje y, sobre todo, no deben dejar que nada les aleje de su objetivo: la riqueza. Para ello, deben alejarse de su familia y sus amigos, abandonar sus empleos y sus estudios y dedicarse en cuerpo y alma, durante todas las horas del día, a la captación, la formación y la inversión.

Solo así algún día lograrán formar parte del selecto grupo de personas que pueden permitirse vivir sin preocuparse del dinero. Todo, a cambio de una sola cosa: dedicación y obediencia total.

En manos de la justicia

Estos métodos más que discutibles pusieron a IM Academy hace un año bajo el punto de mira de las autoridades españolas. Las investigaciones policiales empezaron a cristalizar el pasado mes de marzo, cuando fueron detenidos buena parte de los cabecillas de la organización en el país.

Estos han sido por ahora puestos en libertad a la espera de juicio. Desde entonces, revelan a Business Insider España fuentes cercanas a la investigación, los esfuerzos de los agentes se han centrado en el volcado de datos de los móviles incautados a los detenidos. 

De ahí esperan sacar los abogados de las familias de los jóvenes captados por la organización las primeras pruebas rotundas que permitan llevar adelante la acusación, que se centra por ahora en los delitos de estafa, asociación ilícita, atentado contra los derechos de los trabajadores (pues la base de jóvenes de IM Academy podría haber estado operando bajo el régimen de falsos autónomos) y manipulación psicológica.

"Nos encontramos ante el típico esquema de estafa piramidal en el que solo ganan dinero siempre quienes forman parte de la cúpula", explica a Business Insider España Carlos Bardavío, abogado que forma parte de la acusación. El caso lo lleva el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.

La base de la organización es tan ancha, explica el letrado, que quienes ocupan la parte alta de la empresa ganan dinero siempre solo en las comisiones que se llevan por recomendar ciertas operaciones, independientemente de que esta salga bien o mal.

"Aunque aún no hay evidencias para pedir más medidas cautelares, confío en que poco a poco podremos ir progresando Eso sí, hay que tener claro que el proceso va para largo, a 6 o 7 años vista".

Juantxo Domínguez, presidente de RedUNE, una entidad que lleva décadas investigando y combatiendo todo tipo de sectas, no tiene ninguna duda: "IM Academy entra dentro de lo que consideramos grupo coercitivo".

En concreto, se trata de lo que RedUNE define como grupo sectario comercial, que se caracterizan por especializarse en un tema (en este caso, la economía) para, a través de esto, manipular a sus miembros con un argumentario que propone a cada miembro dedicación completa.

"No reconocía el rostro de mi hijo cuando me hablaba de negocios"

La hija de Carmen pasó a formar parte de IM Academy hace aproximadamente un año, con apenas 21. 

Lo hizo dejando de lado sus estudios y convencida de que, con ello, daba un paso decisivo para alcanzar una vida llena de lujos. Es su objetivo y su vida.

Entre los temas de conversación que obsesionan a la joven desde hace un año figuran las criptomonedas y los NFT, productos considerados inversiones de alto riesgo.

También da vueltas sin parar a mecanismos algo más desconocidos todavía por el gran público como las opciones binarias, un instrumento de inversión que especula con el valor futuro de los activos y que tiende a convertir las apuestas financieras en un arriesgadísimo juego de todo o nada.

"Nos dice que estudiar es una estupidez, que lo que decimos su padre y yo es absurdo. Habla de hacerse millonaria, de viajar, de que para conseguir algo solo es necesario poner toda la energía en ello. Le han lavado la cabeza", dice Carmen.

La hostilidad de la joven a cualquier planteamiento que cuestione los axiomas sobre los que se asienta IM Academy son marca de la casa y obligan a que madres como Carmen, por ejemplo, no puedan dar nunca su nombre real. Libran sus batallas a espaldas de sus hijos.

"Nos han secuestrado a nuestros hijos, que es lo más importante que tenemos", comenta Carmen.

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Siente lo mismo Ángela, que también pide a Business Insider España hablar bajo nombre ficticio para evitar conflictos con su hijo, un joven que pasó a formar parte de la base de IM Academy hace también un año, con apenas 17.

Recién acabado el Bachillerato, cuando ya hacía planes para cursar estudios superiores del ámbito sociosanitario, el joven se topó con IM Academy. Su vida pasó entonces a girar en torno a las enseñanzas de los supuestos expertos de la empresa.

"No reconocía la cara de mi hijo cuando me hablaba de los negocios que hacía con esta gente. Era un rostro desencajado, no era él", recuerda Ángela.

Sin embargo, recientes acontecimientos han hecho zozobrar la fe casi ilimitada del joven en la organización. 

En el gran macroevento organizado por IM Academy en abril en Badalona, que sirvió a la empresa para darse a conocer al gran público en España, el hijo de Ángela, como otros muchos asistentes, contrajo una bronquitis aguda y, sobre todo, sarna.

Fue la consecuencia de dormir en el suelo durante 3 días en un piso con capacidad para apenas una docena de inquilinos pero que compartió con cerca de medio centenar de asistentes. Todos, tan jóvenes, tan escasos de recursos y tan convencidos de su capacidad de hacerse ricos como él.

Recién llegado a casa, pasó 10 días limitándose a comer y dormir. "Mi hijo me decía que le estaba sentando mal el antibiótico, pero yo sé que no era así. Simplemente, su cuerpo no podía más".

Desde entonces, la enfermedad, que se le sigue presentando de manera recurrente en forma de picazones y erupciones cutáneas, ejerce de doloroso recordatorio de que algo no termina de encajar en el discurso de IM Academy, de que la distancia entre la vida de ensueño que le han prometido y su precaria realidad, con una sarna que no termina de curarse, es demasiado grande.

Esto ha despertado la esperanza de su madre: "Poco a poco vamos consiguiendo cosas. La enfermedad ha sido un golpe muy duro para él". 

No obstante, Ángela no olvida el duro camino que tiene todavía por delante en su denuncia a IM Academy: "Somos pulgas contra titanes. Tumbar Dubái ha sido un golpe duro para ellos, pero ahora toca intentarlo con Zúrich, y después será otra. Es como combatir a la Hidra de Lerna".