He probado la nueva app de compras de la matriz de TikTok, que pretende competir con Amazon: es una auténtica lotería, aunque los precios están por los suelos

En los últimos meses, una extraña aplicación se ha disparado en las clasificaciones de la App Store. 

Una app que promete entregar a los clientes artículos que van desde juguetes hasta productos para el hogar a precios irrisorios.

Fanno es una plataforma de comercio electrónico desarrollada por ByteDance, la empresa responsable de la aplicación de vídeos cortos TikTok. 

La aplicación ayuda a poner en contacto a fabricantes chinos de bajo coste con clientes de hasta 5 mercados de Europa, incluyendo España. Vende desde chucherías a cañas de pescar por solo 3 euros, y "chaquetas de cuero" por 20, como AliExpress o Wish.com.

"Es algo que [ByteDance] tiene que probar", cuenta a Business Insider Rui Ma, inversor tecnológico y creador de Tech Buzz China. 

ByteDance, que ya domina el ecosistema de los vídeos cortos, está buscando su próximo gran éxito, y el comercio electrónico es un área lucrativa que quiere explorar.

Además, el potencial es enorme: la propia TikTok se está introduciendo en el comercio electrónico integrado, y el desarrollo de Fanno podría ayudar a ByteDance a construir su infraestructura de compras.

Intrigado por la posibilidad de comprar cosas que no necesito a cuenta de Business Insider, he decidido probar Fanno. 

Justo después de Navidad, me descargué la aplicación y empecé a navegar.

En total compré 25 artículos, todos por menos de 90 euros. Compré de todo, desde esmalte de uñas y un smartwatch, hasta un pelador de pizza que parecía una apuesta segura en mi busca por hacer las mejores napolitanas en casa.

Las ofertas de lanzamiento, una serie de vales y la entrega gratuita redujeron el coste de mi compra en un 21%. Si hubiera pagado los artículos al precio de entrada que aparece en Fanno antes de los descuentos, me habría costado más de 100 euros.

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Hacer un pedido fue fácil, ya que se aceptan pagos a débito, crédito y PayPal. Me sorprendió la cantidad de artículos que estaba recibiendo por un precio tan bajo. Ahora tocaba esperar.

Teniendo en cuenta la interrupción de la cadena de suministro global y el impacto que estaba teniendo en el tiempo de envío de los artículos, imaginé que me esperaba una larga espera. Y así fue. Todos mis artículos tardaron unas 2 semanas en llegar.

Fanno es la última incursión de ByteDance en el comercio electrónico, un área de interés creciente para las plataformas de redes sociales.

Instagram y Facebook ofrecen a los usuarios la posibilidad de comprar artículos directamente en la aplicación. 

Esto es algo que TikTok está haciendo también con su propia plataforma TikTok Shop, basada en la plataforma de comercio electrónico que su equivalente chino, Douyin, tiene desde hace años.

Pero Fanno es diferente: una aplicación independiente, en lugar de algo integrado en TikTok. 

Ma señala que Fanno es una oportunidad útil para ByteDance debido a la relativa inmadurez del mercado del comercio electrónico en el mundo occidental en comparación con China. 

Mientras que el mercado chino está acostumbrado a varias plataformas de comercio electrónico como TaoBao y Alibaba, el mercado occidental sigue dominado principalmente por Amazon. 

Ma considera que el mercado está maduro para la disrupción de una plataforma de rápido crecimiento como Fanno. 

"Es una de esas cosas fáciles de hacer dado el desarrollo del resto del mundo", manifiesta Ma. 

Un portavoz de ByteDance comenta lo siguiente a Business Insider: "Fanno es un mercado de comercio electrónico en fase inicial, cuyo objetivo es ofrecer productos rentables a clientes de un pequeño número de países de Europa".

"Como reflejo del hecho de que todavía es una propuesta incipiente, Fanno está en constante evolución, ya que tratamos de reflejar los comentarios de los clientes y los comerciantes por igual para perfeccionar la experiencia de compra", añade.

El 19 de enero llegó por fin mi primer paquete.

Se trataba de un reloj inteligente de un fabricante chino que se inspiraba en el diseño de Apple o Samsung. El reloj me costó 6,50 euros antes de utilizar un cupón, y 5,35 euros después, menos que el impuesto de venta de algunos relojes de gama alta.

Parecía elegante y valía mucho más de lo que costaba.

El reloj puede registrar mi pulso, presión arterial, niveles de oxígeno y recuento de pasos, así como una serie de opciones deportivas. Si quisiera sincronizarlo con mi teléfono descargando una aplicación, también podría acceder a los mensajes de texto. 

Pero decidí no hacerlo.

Aunque no hay ninguna pista de que la aplicación del reloj haga algo malicioso, después de consultar a un analista de seguridad, no me sentí cómodo vinculándolo a mi teléfono lleno de contactos. 

Un reloj tan barato, de un fabricante sin nombre, parecía demasiado bueno para ser verdad. Me preocupaba —sin pruebas— que la aplicación pudiera desviar mis datos.

Los días 22, 24 y 25 de enero llegaron más de una docena de artículos en 9 paquetes distintos. Había una paleta de pizza demasiado pequeña, una consola de juegos retro que funcionaba muy bien, joyería y ropa barata y vistosa y útiles utensilios de cocina, aunque algunos no funcionaban.

En general, Fanno es una aplicación inusual que tiene cierta utilidad, pero después de recibir bastantes paquetes empecé a ver sus inconvenientes.

Estos iban desde un embalaje poco ecológico, pasando por publicidad falsa, hasta productos que simplemente no funcionaban.

Un adorno de jardín que pedí llegó envuelto en suficiente plástico como para cubrir un producto de 4 o 5 veces su tamaño. Algunos estaban envueltos en varias bolsas. También llegaron en varias entregas. 

Empecé a preocuparme de que mi cartero se enfadara por la cantidad de paquetes repetidos que le pedía que entregara.

"Esto no es sostenible", me dijo Oliver Bates, que estudia la última milla de las entregas y el comercio electrónico en la Universidad de Lancaster. "Es un modelo que responde completamente a la naturaleza de las compras a la carta perpetuada por apps similares". 

El auge del comercio electrónico está contribuyendo a un aumento del transporte, ya que los repartidores atraviesan las carreteras y los barcos transportan los artículos por todo el mundo. 

El transporte representa ya el 17% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según el Boston Consulting Group.

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La paleta de pizza que pedí se anunciaba como de 33 cm. Naturalmente, pensé que se refería al diámetro, pero era el tamaño desde la parte superior de la sartén hasta el final del mango, lo que significaba que todo lo que podía voltear eran sartenes de un niño pequeño. 

También pedí un bolígrafo en la página web, pero recibí las puntas atornilladas de un bolígrafo en lugar del objeto real.

La calidad de los artículos variaba enormemente y es difícil discernir de antemano lo que será bueno.

Los aparatos electrónicos que no requieren acceso a tus datos pueden ser una apuesta segura, aunque no sé si han pasado las pruebas de seguridad eléctrica de la Unión Europea, por lo que habría que vigilarlos. 

Asimismo, pensé que cualquier artículo de cocina sería seguro, pero el colador roto apunta a que no.

Al final, comprar a través de una aplicación significa apostar por la calidad, y los paquetes están maltratados y golpeados antes de llegar a la puerta de tu casa. 

Dicho esto, Fanno sigue en mi teléfono, y ByteDance sigue enviándome notificaciones push que me incitan a abrir la aplicación. Todavía no he comprado más artículos, pero si el precio fuera adecuado, podría aprovechar otra oportunidad.