Las grandes farmacéuticas rechazaron en 2017 el plan de la Unión Europea para acelerar la producción de vacunas para enfermedades como el COVID-19

Un científico de GSK estudia células cancerígenas
  • Las grandes compañías farmacéuticas rechazaron en 2017 un plan de la Unión Europea para acelerar la producción de vacunas que permitiera estar preparados en caso de una pandemia, según ha revelado The Guardian.
  • La información está recogida en un informe del Observatorio Corporativo Europeo (COE, por sus siglas en inglés). 
  • La portavoz de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores asegura que, en el momento de la propuesta, también había otras prioridades como la investigación de la tuberculosis, las enfermedades autoinmunes y la salud digital.
  • La entidad asegura que han desarrollado otros proyectos para prevenir la aparición de enfermedades infecciosas. 
  • El informe del COE asegura que la influencia de las grandes farmacéuticas en la agenda de investigación de la IMI hace que se impongan sus prioridades económicas. 
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Las grandes compañías farmacéuticas rechazaron en 2017 un plan de la Unión Europea para acelerar la producción de vacunas que permitiera estar preparados en caso de una pandemia, según ha revelado The Guardian. 

La propuesta—que buscaba acelerar el desarrollo y aprobación de vacunas y mejorar la prevención—fue presentada por los representantes de la Comisión Europea de una entidad público-privada, la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI), cuyo objetivo es respaldar la investigación innovadora en Europa y conectar a la industria farmacéutica con las necesidades. 

Sin embargo, los socios industriales—representantes de Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA) entre los que se encuentran los líderes del sector como GSK, Novartis, Pfizer, Lilly y Jonhnson& Johnson— rechazaron el plan. 

La información está recogida en un informe del Observatorio Corporativo Europeo (COE, por sus siglas en inglés) que ha realizado un estudio para investigar a qué se ha dedicado el presupuesto de la IMI. 

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El informe asegura que los grupos farmacéuticos priorizaron proyectos más rentables y desoyeron las advertencias sobre la necesidad de prepararse para futuras pandemias. 

La comisión presentó la propuesta con el objetivo de  "facilitar el desarrollo y la aprobación reglamentaria de vacunas contra los patógenos prioritarios, en la medida de lo posible antes de que se produzca un brote real". 

La IMI también decidió no financiar proyectos con la Coalición para Innovaciones en la Preparación ante Epidemias, una fundación que trata de hacer frente a las denominadas enfermedades prioritarias del proyecto, como MERS y SARS, ambas coronavirus.

Sin embargo, una portavoz de la IMI ha asegurado a The Guardian que la entidad apuesta por varios proyectos para prevenir y controlar la aparición de enfermedades infecciosas.

Además, ha asegurado que, en el momento de la propuesta, había otras prioridades como la investigación de la tuberculosis, las enfermedades autoinmunes y la salud digital y que el plan presentado no era muy efectivo. 

El acta de la reunión en la que la propuesta fue rechazada ha quedado recogido que, si bien la propuesta de Comisión no fue apoyada por la EFPIA, "la modernización de la reglamentación es considerado muy importante por las industrias, y se seguirá debatiendo". 

El informe del COE concluye que la influencia directa de las grandes farmacéuticas en la agenda de investigación de la IMI la ha llevado a dominar las prioridades de la industria, y a dejar de lado las enfermedades que asolan a los países más pobres y las enfermedades más olvidadas, incluyendo los coronavirus. 

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