¿El fin de las pantallas? Los coches de lujo marcan el camino

Desde que llegaron las pantallas a los coches se generó debate. Mientras que algunos las aman, otros sueñan con la vuelta de los botones. Ahora parece que ciertos fabricantes han escuchado a los usuarios y se plantean ponerles fin.

Uno de los mayores problemas que generan las pantallas a la hora de conducir es que distraen en exceso a los conductores, siendo esta la principal causa de muerte en las carreteras no solo en España, sino a nivel mundial.

Para tratar de reducirlo, según informa Slate, cada vez más fabricantes se alejan de las enormes y complejas pantallas táctiles que han infestado el diseño de los salpicaderos en los últimos 15 años. Vuelven los botones y los mandos.

Lo cierto es que el cambio hacia esta decisión se debe a que los usuarios llevaban tiempo mostrándose contrarios con las pantallas. Muchos conductores quieren botones, y así se lo han hecho saber a los fabricantes. Aunque la seguridad les da igual a la mayoría de directivos, la rebelión de los consumidores no. 

Hyundai renuncia a la pantalla táctil en sus coches porque considera que los botones físicos son más seguros

Este auge de las pantallas dentro de los coches es algo ha propiciado Tesla, que durante años afirmaba que sus coches eran "ordenadores con ruedas". Como resultado, las pantallas táctiles se consideraron un símbolo de modernidad tecnológica. Sin embargo, lo barato que resulta incorporarlas a los vehículos también fue un factor clave para su implementación.

"Estas pantallas se presentan como un diseño vanguardista y minimalista", explica Matt Farah, crítico de coches y presentador de The Smoking Tire, un canal de YouTube y pódcast centrado en el automóvil. "Pero, en realidad, es la forma más barata posible de construir un interior". El crítico afirma que estas pantallas les cuestan menos de 50 dólares a los fabricantes. 

Sobre el impacto en la conducción, los expertos recuerdan que los botones de los coches no hacían que el conductor quitase la vista de la carretera, cosa que las pantallas sí hacen. 

"Lo irónico es que todo el mundo acepta básicamente que es peligroso utilizar el teléfono mientras se conduce. Sin embargo, nadie se queja de lo que estamos haciendo en su lugar, que es fundamentalmente utilizar un iPad mientras conducimos", señala Farah. Estas pantallas suponen un retraso para el diseño de coches.

Una reciente encuesta de consumidores de J.D. Power sobre la fiabilidad de los vehículos concluía que "el infoentretenimiento sigue siendo un problema importante para los vehículos nuevos". Varios estudios confirman que se tarda más en completar tareas con pantallas que con botones físicos.

Los fabricantes de automóviles se han dado cuenta y han empezado a cambiar su discurso. Dados los costes más elevados de utilizar controles físicos, no es de extrañar que Porsche haya estado a la vanguardia, devolviendo los botones al interior del Cayenne de 2024. 

"Es de esperar que el lujo se extienda", afirma Farah. "A medida que rechacen las pantallas, con el tiempo podría considerarse lujoso tener botones en su lugar". Según explica Volkswagen, esta decisión se debe a que los clientes se quejaron de que era imposible usar la pantalla sin quitar la vista del volante. Por eso han decidido recuperar los botones. 

Sin embargo, hay otros que siguen confiando en las pantallas, como Mercedes. La marca mantiene su apuesta por ellas y en su nuevo modelo, el Mercedes Clase E 2024, vendrá con 3. Un punto más peligroso es el de General Motors, que va a sustituir tanto Apple CarPlay y Android Auto por un sistema propio.

Esto apunta a que los conductores que se compren un coche nuevo de esta marca tendrán que aprender desde 0 como se usa, lo que hará que estén más despistados mientras conducen. Este nuevo sistema solo puede traer más accidentes por apartar la vista de la carretera.