La fantasía de que una 'dominatrix' controle tu tarjeta de crédito: el increíble mundo de la dominación financiera, contado desde dentro

Jyoti Mann,
Dominio económico

Getty Images

  • Me he adentrado en el mundo de la dominación financiera en Twitter para averiguar si podía conseguir dinero de un pay pig.
  • Un hombre casado de 47 años me pagó más de 100 euros solo por poder conversar conmigo, aunque luego se lo devolví. 
  • El 'findom' se refiere al placer que algunos hombres obtienen al pagar dinero a cambio de nada a mujeres desconocidas. En algunos casos les permiten controlar incluso sus tarjetas de crédito o cuentas bancarias.

Un paso más allá de OnlyFans. Algunas mujeres están recurriendo a la dominación financiera o findom —una nueva práctica de dominación sexual basada en el mundo del BDSM— para ganar dinero desde casa a través de internet con los llamados 'pay pigs' (se podría traducir como cerdos pagadores en español).

Esos pay pigs, en su mayoría hombres, se excitan en las peleas psicológicas que mantienen con mujeres que practican el arte de la dominación financiera (findom). Las dominatrix en este caso reciben el nombre de findommes, y simplemente ordenan a sus pay pigs que les envíen dinero a cambio de nada más que la humillación de hacerlo.

Después de haber escrito sobre el fenómeno para Business Insider, me pregunté cómo sería sacarme un dinero extra trabajando como findomme por una noche.

En ello andaba cuando uno de estos pay pigs se coló entre mis mensajes privados de Twitter. "¿Te puedo enviar dinero?", me preguntó.

Oliendo que aquella era mi oportunidad para adentrarme en el mundo, respondí: "¿Eso es un patético intento de ser mi pay pig?".

Había aprendido cómo tenía que ser esa conversación con un pay pig tras haber entrevistado hace un tiempo a una mujer que se estaba sacando un dinero extra como findomme.

Estafa Only Fans

Algunas de estas mujeres exigen, de partida, una "cuota de honor" de unos 20 euros para mantener una conversación con un pay pig. Yo quería ir un paso más allá, así que le ordené que me enviara 100 libras (unos 115 euros) a mi cuenta en Cash App, una plataforma de pago online utilizada habitualmente por las findommes para recibir dinero de sus pay pigs.

Mi pay pig, en cambio, me envió la mitad de la cuota que había exigido.

"Vas a tener que pagarme el importe íntegro si quieres tener el privilegio de que responda a un perdedor como tú, por no hablar de la posibilidad de que me adores", le dije.

Me preguntó qué pasaría si no pagaba el importe íntegro, así que le amenacé con bloquearle en Twitter.

Y como no cumplió, le di al botón de bloquear.

En 10 minutos había transferido la cuota completa, así que levanté el bloqueo.

Placer por vaciar tu cuenta bancaria

Business Insider ha devuelto íntegramente las 100 libras de ese tributo, y el hombre en cuestión ha accedido a ser entrevistado de forma anónima para este artículo sabiendo la verdadera identidad de la autora y el hecho de que sus comentarios serían publicados.

El entrevistado se identifica como un hombre de 47 años que vive en el norte de Inglaterra. Afirma que prefiere permanecer en el anonimato porque su mujer no conoce su afición al mundo de la dominación financiera.

Además, explica que lo que más le gusta de ser un pay pig es la facilidad con la que una findomme puede quedarse con su dinero: "Me emocionaba pagarte el dinero por la forma en que has usado esos trucos mentales para obligarme a hacerlo".

 

Antes de casarse, pagaba a findommes cada semana y gastaba miles de libras al año en este fetiche, pero ahora asegura que solo lo hace de vez en cuando. 

"Nunca he vaciado mi cuenta bancaria", dice, refiriéndose a las exigencias de "vaciar la cartera" que hacen algunas findommes. "Afortunadamente, me he contenido para no gastar demasiado, pero por desgracia muchos no parecen ser capaces de moderarse". 

El hombre relata, por otra parte, que a veces se arrepiente de sus actos una vez la emoción remite: "El findom es una adicción potencialmente peligrosa y a muchas de las llamadas findommes no parece importarles ni parecen sentir ningún respeto".

Mi pay pig confiesa que se sintió "un poco deprimido" después de haberme enviado ese dinero porque había planeado ahorrar para una sesión con una dominatrix tradicional en el mundo real.

Entonces le agradecí su tiempo y nos despedimos.

Ser una findomme por una noche resulta bastante fácil y está muy bien pagado, así que entiendo por qué las mujeres pueden querer convertirlo en un trabajo extra. Pero admito que, en mi caso, sentí un poco de lástima por mi pay pig.

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