Fingí durante meses que iba a trabajar por miedo a contarle a mis padres que lo había dejado todo para montar mi propio negocio

Jenna Gyimesi,
Jane Lu empezó siendo contable.
Jane Lu empezó siendo contable.

En Route /Lucy Alcorn

  • Jane Lu es la CEO y fundadora de Showpo, una empresa australiana de moda online.
  • Dejó su trabajo como contable para montar su primer negocio, que fracasó, pero solo un mes después lanzó Showpo.

Antes me dedicaba a la contabilidad y era realmente mala. Ahora soy la CEO y fundadora de mi propia tienda de moda online, Showpo. 

Conseguí el trabajo de contable en una de las 4 mayores empresas del sector cuando terminé la carrera. Pensé que me encantaba la vida empresarial, se me daban bien las matemáticas y trabajar con dinero me parecía sexy. Así que trabajé en contabilidad y finanzas corporativas durante 3 años antes de darme cuenta de que se me daba mal y que en realidad odiaba lo que hacía.

Estaba un poco condicionada a pensar que un puesto corporativo en una empresa era la única forma de tener seguridad laboral, pero mi trabajo empezó a parecerme más una condena que otra cosa. Sabía que no podría seguir así el resto de mi vida. 

Decidí montar mi propio negocio, pero no podía decírselo a mis padres

El primer negocio que monté fueron pop-ups de moda donde exponía las prendas en diferentes bares. 

Dejar mi trabajo me daba vértigo por miedo al fracaso, pero valoré que no estaba haciendo lo que realmente me gustaba y que, como se me daban tan mal las finanzas, me acabarían echando tarde o temprano. Mirarlo desde esa perspectiva lo hizo que dar el paso fuese un poco más fácil. 

Cuando les dije a mis amigos que iba a dejarlo, pensaron que estaba haciendo el ridículo. Ninguno de nosotros conocía a nadie que hubiera creado una empresa desde cero con éxito. 

Sabiendo lo que opinaban mis amigos, no se me ocurría decírselo a mis padres. Ellos lo habían dejado todo —sus familias, sus trabajos, todo lo que conocían en China— para emigrar a Australia por mí y que yo pudiera tener un futuro mejor, es decir, un trabajo seguro y una estabilidad para toda la vida. 

Yo había sido una niña muy empollona, había sacado buenas notas en el colegio y había conseguido un puesto de contable en un programa de cadetes nada más salir del instituto. 

¿Cómo iba a decirles que lo había tirado todo por la borda? No podía, así que no lo hice.

Soy una asistente virtual de 24 años que gana casi 7.500 euros al mes: cómo he montado mi negocio y encuentro a mis clientes

Empecé a fingir que iba a trabajar, pero la farsa no duró mucho

Fingía que iba a trabajar todos los días porque aún vivía en la casa de mis padres. Además, era más complicado porque mi madre también tenía que ir a trabajar a la ciudad, así que cogíamos el bus para ir juntas. 

Tenía que madrugar todos los días, arreglarme como si fuese a la oficina y coger el autobús para ir a mi falso trabajo. Por suerte, pude mudarme a los 6 meses, así que no tuve que mantener la farsa demasiado tiempo. 

Pero mi negocio acabó fracasando. La socia con la que me embarqué en este primer proyecto perdió la fe en lo que estábamos haciendo, y yo no tenía la confianza necesaria para continuar sola. Perdí los 10.000 dólares que había invertido y se sumaron a las deudas que ya tenía.

En aquel momento, me pareció una terrible pérdida de tiempo y dinero. Me sentí humillada

Más tarde me di cuenta de que esa experiencia me había enseñado mucho más de lo que podría enseñarme cualquier curso de negocios o carrera universitaria: la lección principal que me llevé es que si un modelo de negocio no funciona, ninguna pasión o trabajo duro va a ser suficiente para mantenerlo.

Un mes más tarde, surgió la idea de Showpo

Al principio, lo último que quería era montar otro negocio relacionado con la moda, pero la idea de Showpo (Show Pony en aquel momento) surgió de forma natural con demasiadas copas de vino encima en una cena con el que era mi pareja en ese momento. A los dos nos entusiasmó la idea de crear una tienda de moda online.

Después me fui a casa y empecé a trabajar en la página web utilizando una plantilla muy fácil. También creé cuentas en las redes sociales y planeamos nuestra primera sesión de fotos. En una semana ya estábamos en marcha y habíamos vendido nuestro primer producto a la amiga de una de nuestras modelos, a través de una publicación en Facebook.

Y la música se detuvo: 6 emprendedores cuentan cómo han sobrevivido al estallido de la burbuja de financiación de capital riesgo, a clientes reacios a gastar y a un cementerio de startups caídas

El negocio despegó porque fuimos los primeros en integrar las redes sociales como escaparate

Mirando atrás, está claro que los errores que cometimos en nuestro primer negocio fallido me hicieron mejor empresaria. Me sentía más cómoda estructurando la página web y creando los perfiles en las redes sociales

Lo hicimos en una época en la que los grandes minoristas tradicionales eran demasiado escépticos a la hora de utilizar las redes sociales y eso nos dio una ventaja increíble para llegar a los clientes de una forma que otros no podían, a un menor coste.

Estos son los consejos que le daría a alguien que quiere emprender y montar su propio negocio y que yo aprendí fundando Showpo:

1. Sé ágil, prueba y repite sobre la marcha. En los negocios nada se da por hecho y todo conlleva un riesgo, así que hay que ir paso a paso. 

2. Ten un nicho bien definido y cíñete a él desde el principio. No empieces a ampliarlo hasta que hayas alcanzado el éxito de tu nicho.

3. No te limites a captar clientes, tienes que hacerles fieles de tu marca. Es mucho más fácil convertir a un cliente existente en una nueva venta que buscar más clientes.

4. No te comprometas con contratos a largo plazo: ten siempre margen de maniobra. Si algo nos ha enseñado el covid-19 es que las cosas pueden cambiar en cualquier momento. La liquidez y la flexibilidad son cruciales.

5. Encuentra una red de contactos con más empresarios. Puede que en algún momento te sientas solo, así que la red te da compañía y la oportunidad de aprender de otros. 

Un joven de 26 años que dejó su trabajo gana más de 100.000 euros al mes vendiendo en Amazon: así encuentra productos para vender

Años más tarde, por fin se lo pude contar a mis padres 

Al año y medio de empezar Showpo, les conté a mis padres que estaba en el paro sin cobrar un sueldo para trabajar en mi propia empresa de moda. Les pareció bien porque veían que el negocio empezaba a ir bien. 

Cuando se cumplieron los 2 años, les llevé a cenar por el día del padre y les dije que les había comprado un coche (el primer vehículo que tenían salido del concesionario) y que les iba a pagar la hipoteca. Fue la mejor sensación: cumplí el sueño de mis como inmigrantes.

Es una historia clásica: tus padres lo dejan todo y casi se matan a trabajar para darte un futuro mejor. Para mí, poder revalidar su decisión, su duro trabajo y devolverles todo lo que han hecho por mí —a una edad tan temprana y no mucho después de pensar que lo había perdido todo— fue la sensación más increíble.

Me siento muy afortunada de estar donde estoy ahora. Me encanta poder decir que me he labrado mi propia carrera en el sector del comercio online y tener una vida en la que disfruto cada día: en eso consiste el éxito para mí.

A cualquiera que esté pensando en crear su propia empresa, que lo haga cuando todavía le resulte incómodo y aprenda sobre la marcha, porque si le resulta demasiado cómodo, es que ha empezado demasiado tarde y todo el mundo lo está haciendo ya. Tampoco hay que tenerle miedo al fracaso. Si nunca habéis fracasado, significa que no estáis intentando nada nuevo ni asumiendo ningún riesgo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.