El FMI alerta: "Los reguladores deben actuar ahora para evitar una crisis financiera en toda regla"

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva

REUTERS/Michele Tantussi

  • El organismo rebaja en una décima sus previsiones para la economía mundial este año y el que viene. Para España las mejora en 2023, pero a costa de un peor 2024.
  • "Estamos entrando en una fase peligrosa en la que en la que el crecimiento económico sigue siendo bajo y los riesgos financieros han aumentado", avisa el FMI.

La economía mundial está en la cuerda floja. A un lado (el bueno) la recuperación económica pospandemia, aunque con una senda más escarpada de lo esperado. Al otro, guerra, inflación incrustada, desequilibrios financieros… Cada vez más amenazas que podrían arrastrar al mundo a una crisis.

"Estamos entrando en una fase peligrosa en la que en la que el crecimiento económico sigue siendo bajo y los riesgos financieros han aumentado, aunque la inflación aún no ha dado un giro decisivo", advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su World Economic Outlook (WEO), publicado hoy.

La sucesión de quiebras bancarias en EEUU en cuestión de días, junto al terremoto del gigante europeo Credit Suisse, despertó al fantasma de la última recesión, y el pánico a una nueva crisis financiera vuelve a recorrer Europa, entre otras regiones.

"Los reguladores y supervisores deben actuar ahora para evitar que los riesgos se conviertan en una crisis financiera en toda regla, gestionando activamente las tensiones del mercado y reforzando la supervisión", alerta el organismo.

A primera vista, dice el FMI, "la economía mundial parece preparada para una recuperación gradual de los fuertes golpes de la pandemia y de la guerra de Rusia contra Ucrania". China también está repuntando con fuerza, los problemas de las cadenas de suministro parecen empezar a ceder, y las políticas de los bancos centrales deberían empezar a dar sus frutos, conteniendo la inflación.

Esa es la parte buena. La mala, matiza el organismo, es que "bajo la superficie se acumulan las turbulencias, y la situación es bastante frágil, como nos ha recordado la reciente inestabilidad bancaria".

Aunque el de una crisis financiera no es su escenario base, el organismo sí avisa de que hay riesgo de un aumento de las tensiones financieras, lo que podría llevar al PIB mundial al crecimiento más débil desde 2001.

"En un escenario alternativo plausible, con mayores tensiones en el sector financiero, el crecimiento mundial disminuiría a alrededor del 2,5% en 2023 —el crecimiento más débil desde la recesión mundial de 2001, exceptuando la crisis de COVID-19 en 2020 y la de 2009—", señala el FMI.

Estas perspectivas anémicas reflejan un cóctel letal formado por el agujero abierto por la inflación y las subidas de tipos de interés, los desequilibrios financieros o las consecuencias de la guerra en Ucrania.

"Los riesgos para las perspectivas están muy sesgados a la baja, y las probabilidades de un aterrizaje brusco han aumentado. Las tensiones del sector financiero podrían amplificarse y el contagio podría arraigar, debilitando la economía real a través de un fuerte deterioro de las condiciones de financiación y obligando a los bancos centrales a reconsiderar sus trayectorias", avisa el FMI.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

"El crecimiento económico más bajo en décadas"

En sus previsiones para la economía mundial, el FMI calcula que el PIB global crecerá un 2,8% en 2023, antes de aumentar modestamente hasta el 3% en 2024, una décima menos de lo previsto. Durante los próximos 5 años, el PIB mundial se estancará con un crecimiento del 3%, "la previsión a medio plazo más baja en décadas".

Esta debilidad se concentrará en las economías avanzadas, que crecerán un 1,3% en 2023, y "especialmente en la zona del euro y el Reino Unido". El PIB de los países de la zona euro apenas crecerá un 0,8% este año, y un 1,4% el que viene, frente a un 1,6% y un 1,1% en EEUU.

Dentro de Europa, España será una de las economías que más crezca este año y el que viene, gracias en parte a una menor exposición a la guerra en Ucrania y al empuje de los fondos europeos. El FMI prevé que el PIB suba un 1,5% en 2023 y un 2% en 2024, lo que supone una mejora de 4 décimas para este año, pero un empeoramiento de otras 4 para el que viene. Lo comido por lo servido.  

Personas en la calle con bolsas de la compra

La inflación no bajará al 2% hasta 2025

 Todavía queda inflación para rato. "La inflación ha demostrado ser mucho más difícil de controlar lo que se preveía hace unos meses", constata el FMI.

Lo que en un principio parecía un episodio transitorio de precios altos derivado de la crisis de suministros ha terminado convirtiéndose en el gran quebradero de cabeza de gobiernos y bancos centrales de todo el mundo.

La alta inflación lleva ya 2 años instalada en la economía (y lo que te rondaré...). El FMI pronostica que "disminuirá más lentamente de lo previsto inicialmente": en 2023 seguirá estando en el 7%, y en 2024 bajará al 4,9% gracias al abaratamiento de las materias primas. 

"En la mayoría de los casos, es improbable que la inflación vuelva al objetivo antes de 2025" Además, avisa, "es probable que la inflación subyacente disminuya más lentamente".

Inflación supermercado frutería

Un endurecimiento brusco de las condiciones financieras tendría un impacto dramático

El FMI también avisa de que "un endurecimiento brusco de las condiciones financieras mundiales —un "shock de riesgo"— podría tener un impacto dramático en las condiciones crediticias y las finanzas públicas".

En el centro de la diana: las instituciones financieras con exceso de apalancamiento, riesgo de crédito o exposición a los tipos de interés, demasiada dependencia de la financiación a corto plazo o situadas en jurisdicciones con un espacio fiscal limitado. En un escenario tan grave, avisa, "el PIB per cápita mundial podría estar a punto de caer. Una probabilidad que estimamos en torno al 15%".

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