El FMI alerta: "La pérdida de poder adquisitivo es inevitable y significará una disminución temporal de los ingresos de hogares y empresas"

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
  • El organismo avisa de que toca apretarse el cinturón: "la pérdida de poder adquisitivo es inevitable y tendrá que ser absorbida por una disminución temporal de los ingresos".
  • Recomienda ayudas directas y una reforma fiscal que incluya tasa verde, y defiende el impuesto temporal a las grandes fortunas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha enviado hoy un mensaje poco alentador a hogares y empresas españolas, y que se resume en que la pérdida de ingresos va a ser inevitable, por mucho que la economía española no entre en recesión en 2023.

Desde hace meses, los hogares españoles ven cómo su poder de compra se va escapando por un agujero abierto por la inflación: con el mismo dinero ahora pueden permitirse menos que antes

"La pérdida de poder adquisitivo es inevitable y tendrá que ser absorbida por una disminución temporal de los ingresos reales de los hogares y las empresas", ha avisado el FMI en la publicación de su Artículo IV sobre España, donde actualiza las perspectivas para la economía. 

En otras palabras: toca apretarse el cinturón. 

Entre otras cosas, porque la inflación, que lleva meses descontrolada, continuará siendo elevada el año que viene, pero los salarios no están creciendo a la misma velocidad. El organismo prevé que los precios sigan subiendo en el entorno del 5% en 2023, mientras que todavía en 2024 seguirá por encima del 2%.

Los sueldos, en cambio, crecen poco más del 2,5%, muy por debajo de los precios. La OCDE, de hecho, sitúa a España a la cabeza del hundimiento salarial en 2022.

Pero subir los salarios no es una opción para el FMI. El organismo advierte en su informe del riesgo de que la economía caiga en una espiral de precios y, en su lugar, recomienda un pacto de rentas como posible solución: 

"Un acuerdo general para repartir entre la sociedad las pérdidas de ingresos (pacto de rentas), podría reducir el riesgo de una inflación persistente".

Cómo debe ser el gran pacto de rentas entre sindicatos y empresarios que evite el descalabro de la economía española

El problema es que ahora mismo ese pacto está bloqueado. Como el riesgo de espiral de precios es bajo, y el desacuerdo entre sindicatos y empresarios a la hora de pactar una subida salarial es alto, las negociaciones para un pacto de rentas llevan meses encalladas.

Hace meses que, para frenar la escalada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, emplazó a sindicatos y empresarios a llegar a un gran pacto de rentas. Pero no funcionó: los trabajadores reclamaban una subida salarial que los empresarios no estaban dispuestos a asumir, en parte, por el riesgo de que llevara a una peligrosa espiral de precios.

Ahora, el problema es que esa pérdida de poder adquisitivo está cercenando los ingresos de algunos colectivos. Según cálculos del Banco de España, el impacto de la inflación en hogares con menos renta es 1,2 puntos porcentuales superior al de los que tienen mayor renta.

Ayudas directas, impuesto a grandes patrimonios y reforma fiscal con tasa verde

El organismo ha defendido algunas de las medidas lanzadas por el Ejecutivo para aliviar el impacto de la crisis en la renta de hogares y empresas: "El oportuno despliegue del apoyo público ha amortiguado el impacto de la fuerte subida de los precios de la energía, aunque un mayor grado de focalización de las medidas sería deseable".

Concretamente, recomienda destinar ayudas focalizadas a colectivos vulnerables, como "ayudas directas en forma de vales de suma fija (en función de la renta)", y destaca que "varias medidas, entre ellas la ampliación de los bonos sociales eléctrico y térmico, el aumento del ingreso mínimo vital y la ayuda sectorial directa para las empresas, han sido dirigidas adecuadamente para beneficiar a los más vulnerables a un coste fiscal relativamente bajo".

Todas estas medidas, sumadas a otras como la revalorización de las pensiones con el IPC, están abriendo un agujero en la tesorería pública, agrandando una deuda ya de por sí en máximos históricos tras el esfuerzo para hacer frente a la pandemia. 

Para cerrar ese agujero, el FMI ha advertido que haría falta un ajuste importante, de entre 0,3 décimas y 0,6 décimas del PIB, a partir del año que viene. Esto se traduce, básicamente, en la necesidad de más ingresos, es decir: impuestos.

Gran renuncia

El organismo ha dado su visto bueno a algunas de las figuras temporales creadas por el Gobierno, como el impuesto a las grandes fortunas: "En el presupuesto se propone subir temporalmente los impuestos de las empresas y los hogares de altos ingresos que se han visto menos afectados por la crisis energética para financiar el apoyo a los más vulnerables, lo cual es apropiado".

Por otro lado, recomienda una reforma fiscal de los ingresos, que "podría ampliar las bases impositivas y reforzar los impuestos medioambientales, conforme a las recomendaciones de la evaluación de expertos sobre el sistema tributario de España publicada este año".

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