El FMI pide a los países ricos que aumenten su gasto público para facilitar la recuperación de la crisis del coronavirus

Desde el inicio de la pandemia, la mayoría de países han elevado sus niveles de gasto público para poner en marcha planes de estímulo y medidas de apoyo a las empresas y hogares ante el impacto económico del coronavirus. Como consecuencia, la deuda pública de muchos países desarrollados, incluyendo a España, se ha incrementado rápidamente, llegando a hacer saltar las alarmas de una posible suspensión de pagos en algunos de ellos.

Y, a diferencia de lo ocurrido durante la recesión de la década pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado su beneplácito a este aumento de la inversión pública, aún a costa de disparar los niveles de deuda. De hecho, en su último informe semestral sobre finanzas públicas, el Fondo ha urgido a los países ricos a aumentar su gasto público para fomentar la creación de empleo e impulsar la recuperación de la crisis del coronavirus.

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El texto señala que las economías avanzadas deberían preocuparse menos por su deuda pública y aprovechar los tipos de interés históricamente bajos para aumentar cuanto antes su inversión pública en el mantenimiento de infraestructuras. Además, reclama que los países ricos prepararen planes para nuevas inversiones en infraestructura digital y tecnología verde.

Como refleja el gráfico siguiente, el FMI argumenta que cada millón de dólares (unos 850.000 euros) invertido en infraestructura creará entre 2 y 8 nuevos empleos y que, si se invierte la misma cantidad en I+D, energías renovables o edificios inteligentes, se podrían generar entre 5 y 14 puestos de trabajo. Mientras, estima que la aplicación de esas mismas políticas en países en desarrollo multiplicará su efecto de creación de empleo.

Así, el FMI calcula que elevar la inversión pública en las condiciones actuales hasta un 1% del PIB ayudaría a fomentar el crecimiento económico en más de 2,7% pasados 2 años, lo que supone corregir al alza sus anteriores estimaciones, además de fomentar la inversión privada en un 10% y el empleo en un 1,2%, como refleja el gráfico a continuación.

En total, el FMI considera que ese aumento de la inversión pública en un punto del PIB en los países avanzados y emergentes, se traduciría en los próximos 2 años en la creación de entre 20 y 33 millones de puestos de trabajo en total, de los que 7 millones serían empleos directos. Este dato implica que se podrían crear entre 2 y 3 millones de puestos de trabajo en la Unión Europea y otros 2 millones de empleos en Estados Unidos, segúnFinancial Times.

El informe del Fondo también destaca que el incremento del gasto público también puede ser un factor que ayude a mejorar la confianza de los inversores privados en una recuperación sostenible, especialmente ante la elevada incertidumbre respecto a la mejora de la economía. "Los proyectos de inversión pública también pueden estimular la inversión privada de manera más directa", asegura el texto.

Como ejemplo, el FMI señala que "las inversiones en comunicaciones digitales, electrificación o infraestructura de transporte permiten que surjan nuevos negocios", del mismo modo que asegura que sus cálculos confirman que "las inversiones en sanidad y otros servicios sociales están asociadas con aumentos considerables en la inversión privada en el horizonte de un año".