La directora gerente del FMI pide mantener las medidas de estímulo ante la crisis del coronavirus y advierte de que "todavía no estamos fuera de peligro"

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
  • La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha publicado una carta este miércoles en la que pide que los gobiernos mantengan las medidas de estímulo ante el coronavirus, a pocos días de la reunión de ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales del G20 de este fin de semana.
  • Georgieva advierte de que "todavía no estamos fuera de peligro" a pesar de haber entrado en una nueva fase de la pandemia, que considera que "requerirá mayor agilidad y acción política para asegurar una recuperación duradera y compartida".
  • La máxima dirigente del FMI cuantifica en 11 billones de dólares (unos 9,6 billones de euros) la medidas fiscales puestas en marcha por los miembros del G20 y los bancos centrales y destaca que "han creado una base para la economía global".
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"La actividad de la economía mundial, que registró una disminución sin precedentes a principios de este año, ha comenzado a fortalecerse gradualmente", ha asegurado este miércoles la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en una carta en la que ha advertido de que, pese a esta mejoría, "todavía no estamos fuera de peligro".

La misiva de Georgieva, publicada en vísperas de la reunión de ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales del G20 que se celebrará por videoconferencia este fin de semana, destaca que "la economía mundial ha entrado en una nueva fase" de la pandemia, aunque precisando que es necesario que los gobiernos no retiren de forma prematura sus medidas de estímulo ante el coronavirus.

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La directora gerente del FMI ha destacado que "se espera que se produzca una recuperación parcial en 2021", aunque ha puntualizado que "una segunda oleada mundial de importancia del coronavirus podría provocar nuevas disrupciones en la actividad económica", señalando además a otros riesgos subyacentes como la sobrevaloración de activos, la volatilidad de precios de las materias primas, el aumento del proteccionismo o la inestabilidad política.

Ante esta incertidumbre, Georgieva ha precisado que esta nueva fase de la lucha contra el impacto de la pandemia "requerirá mayor agilidad y acción política para asegurar una recuperación duradera y compartida", a pesar de los costes que suponen las medidas fiscales que han puesto en marcha los gobiernos y su impacto en los niveles de deuda de la mayoría de países.

Así, la máxima dirigente del FMI ha cuantificado en11 billones de dólares (unos 9,6 billones de euros) la medidas fiscales puestas en marcha por los miembros del G20, los bancos centrales y otras economías desarrolladas, destacando que estas políticas "han creado una base para la economía global" y que suponen un "esfuerzo extraordinario que no debe ser subestimado".

Kristalina Georgieva ha destacado el impacto del coronavirus en el mercado laboral, señalando que algunos países han visto desaparecer más empleos en los meses de marzo y abril de los que se había creado desde el final de la pasada crisis financiera mundial de 2008, señalando que la tasa de ocupación de la población en edad de trabajar era todavía más baja que a principios de año.

Por el lado empresarial, la directora gerente del FMI ha apuntado que se están produciendo más quiebras debido al agotamiento de las reservas de efectivo de las compañías, por lo que ha insistido en la necesidad de favorecer "el uso flexible del capital para mantener abiertas las líneas de crédito para las empresas".

Georgieva ha puesto el foco en las consecuencias sociales del coronavirus, como el parón educativo que han sufrido más de 1.000 millones de estudiantes en 162 países o el previsible aumento de la pobreza y la desigualdad, "poniendo de relieve las debilidades de los sistemas sanitarios, la precariedad del trabajo y las difíciles perspectivas para que los jóvenes accedan a las oportunidades que necesitan desesperadamente".

Por este motivo, la directora gerente del FMI ha defendido que "la política monetaria debe seguir siendo acomodaticia donde las brechas de producción sean significativas y la inflación esté por debajo del objetivo, como es el caso en muchos países durante esta crisis", tras destacar la coordinación entre bancos centrales durante la pandemia.

De cara al futuro, Georgieva ha priorizado "invertir en las personas, en educación, salud, protección social y para prevenir el fuerte aumento de la desigualdad que podría producir esta crisis", además de reforzar el crecimiento ambientalmente sostenible y aprovechar la transformación digital para mejorar la eficiencia gubernamental, reducir la burocracia y "fomentar la educación online y el teletrabajo".

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