FODMAP: la dieta diseñada para ayudar a reducir los síntomas del colon irritable

Una dieta baja en FODMAP es un tratamiento desarrollado para combatir los síntomas intestinales como hinchazón, gases, dolor abdominal o alteraciones del hábito intestinal asociados a la afección del colon irritable (SII).

EL SII es un trastorno gastrointestinal que afecta principalmente al intestino grueso, también conocido como colon. Y aunque no supone riesgo mortal, los síntomas pueden terminar afectando a la calidad de vida de quien lo padece si no se controlan.

Más allá de tratamientos con medicamentos, un cambio alimenticio suele ser una vía efectiva para intentar reducir los síntomas. 

Entre las distintas dietas pensadas para combatir el colon irritable se encuentra la baja en FODMAP. Las investigaciones apuntan a que este plan alimenticio es capaz de mejorar la sintomatología del SII.

¿Qué es una dieta baja en FODMAP?

La dieta baja en FODMAP fue desarrollada en 2005 por un equipo de la Universidad de Monash en Melbourne, (Australia). 

Desde entonces ha sido adaptada con éxito, por ejemplo, en Reino Unido por investigadores del King's College London e implementado en el NHS Trust de Guy y St Thomas en Londres. En nuestro país, la Asociación Española de Gastroenterología también se ha hecho eco de ella.

FODMAP es un acrónimo derivado de los términos en inglés de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (Fermentable, Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols en inglés).

Cómo saber si puedes tener síndrome del colon irritable y cómo se diagnostica

Estos son un tipo de carbohidratos (azúcares) de cadena corta que no se absorben bien en el intestino delgado de ciertas personas. Para lograr disolverlas, este aumente la cantidad de agua generada, lo que puede provoca heces más blandas.

Por otro lado, estas moléculas tienden a llegar hasta el colon (intestino grueso) donde sirven de alimento para las bacterias que allí habitan. Es decir, son fermentadas, lo que gases y con ello hinchazón abdominal, flatulencias y otros síntomas gastrointestinales.

La dieta baja en FODMAP propone una restricción de estos carbohidratos fermentables en el colon (o más bien de los alimentos que los conllevan) para con ello reducir los síntomas del SII.

Qué alimentos son ricos en FODMAP 

Estos carbohidratos pueden encontrarse en una amplia variedad de alimentos. 

De manera generalizada, la dieta FODMAP busca reducir o restringir los alimentos con los siguientes azúcares, según indicaciones de Revista Médica:

• Oligosacáridos: fructanos y galactanos (inulina, trigo, centeno y cebada, vegetales flatulentos, legumbres, frutos secos, algunas frutas, etc.).
• Disacáridos:  lactosa (leche, yogur, postres lácteos, quesos blandos…).
• Monosacáridos: fructosa (frutas, verduras, miel, jarabe de maíz rico en fructosa, aditivos…).
• Polioles: alcoholes derivados del azúcar, como sorbitol, xilitol, manitol, isomaltosa, etc. Se pueden encontrar en algunos alimentos procesados (golosinas, pasteles, helados, chocolate…), en ciertas frutas y vegetales, e incluso en colutorios y dentífricos.

Una dieta baja en FODMAP debe ser siempre pautada por un nutricionista especializado ya que conlleva fuertes restricciones de alimentos que realmente suponen un aporte de nutrientes importante para el cuerpo. Por lo cual, si se hace sin conocimiento, esto podría conllevar el riesgo de sufrir un déficit  nutricional.

¿Cómo seguir una dieta FODMAP?

La dieta baja en FODMAPs consta de diferentes fases. 

Se inicia con una restricción dietética de alimentos con un contenido destacado de estos hidratos que posteriormente se van reincorporando gradualmente. Esto ayuda a ir identificando los grupos de alimentos que generan los síntomas para eliminarlos o reducirlos en la alimentación.

Las 3 etapas en la dieta baja en FODMAP, según establece King's College London, son:

• Restricción: en esta etapa, se evitan los alimentos con alto contenido de FODMAP durante 4 a 8 semanas, ya que este período se considera lo suficientemente largo para identificar si los síntomas responderán a una dieta baja en estos azúcares.
• Reintroducción: Si los síntomas han mejorado después de la restricción, es importante reintroducir algunos alimentos con alto contenido de FODMAP. Esto permitirá identificar a qué FODMAP se más sensible, así como qué cantidad de un alimento con alto contenido en estas moléculas desencadena los síntomas.
• Personalización: El objetivo a largo plazo de una dieta baja en FODMAP es personalizar la alimentación para que solo se eviten los alimentos que desencadenan síntomas en cada paciente, volviendo a una dieta lo más normal posible.

Frente a esto, el consejo de la Asociación Española de Gastroenterología es que la etapa de restricciones no debería prolongarse más allá de 3 semanas. 

Asimismo sugiere que las reintroducciones se hagan por grupos de alimentos (con alto contenido de lactosa, fructosa y polioles, fructanos y oligosacáridos).

"Esta estrategia tiene el objetivo de identificar qué alimentos y hasta qué cantidad de los mismos puede tolerar cada paciente", asegura.

Consumir demasiada fructosa puede debilitar el sistema inmunitario, según un estudio

Una vez más es conveniente recordar que este tipo de dienta debe ser guiada por un especialista médico, ya que supone la eliminación durante cierto tiempo de buena parte de alimentos realmente saludables para el organismo como frutas, verduras o legumbres.

Según el King's College London, la dieta baja en FODMAP es efectiva para aproximadamente el 70% de las personas con síndrome de colon irritable que la prueban,  mejorando los síntomas intestinales asociados a esta afección.