La formación continua y el asesoramiento marcan el camino de los profesionales de hoy y de mañana: cómo orientar tu carrera si eres estudiante

A fuerza de repetirlo, se ha convertido en un lugar común, aunque no por ello deja de ser verdad: los tiempos cambian cada vez más y cada vez más deprisa. Como consecuencia, las necesidades de las empresas cambian también y los profesionales deben adaptarse.

Pero, ¿cómo hacerlo? A diferencia de lo que ocurría hace 3 o 4 décadas, cuando las opciones de formación eran casi todas presenciales (salvo para los intrépidos que se animaban con los cursos por correspondencia), hoy las posibilidades de aprender y de acceder a cursos se multiplican cada día de manera exponencial.

Basta, por ejemplo, con poner una palabra tan inocente como "charla" en una red social tan integrada en todo tipo de dispositivos como YouTube. 

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De inmediato, junto a una buena cantidad de creadores de contenido hablando de sus cosas, aparecen también conferencias de duración variable impartidas por expertos de toda índole y organizadas por instituciones como TED Talks o BBVA.

Se trata, por un lado, de una gran noticia para todos aquel que, ávido de conocimiento, acostumbre a bucear online en busca de oportunidades baratas para aprender. 

Paradójicamente, el invento puede volverse en contra precisamente de este tipo de profesional: una oferta formativa tan ingente puede bloquear incluso al adulto más informado.

Y ni qué decir tiene que algo parecido le puede suceder a los más jóvenes. Si hace unos años lo suyo era escoger entre unas cuantas carreras universitarias o FP impartidas por una reducida cantidad de centros, hoy las perspectivas se han multiplicado exponencialmente.

MOOC (cursos online abiertos de manera masiva, por sus siglas en inglés), bootcamps (cursos de carácter más o menos intensivo e híbrido) y programas de todo tipo pueden abrir para ellos puertas que ni tan siquiera saben que existen.

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"Necesitamos ayuda para elegir cómo formarnos. Elegir estudios no es como ir a un restaurante. La situación es muy compleja y cada vez lo es más. Hay en España hay 3.000 grados, y en el mundo hay más de 15.000 MOOC. Es una decisión muy difícil", explicó al respecto Elena Ibáñez, CEO y fundadora de Singularity Experts.

Lo hizo el pasado 17 de mayo en el XXIII Smart Business Meeting, una charla organizada por Business Insider España que giró en torno a la educación y al nuevo entorno laboral y que contó con el patrocinio de Havas Media Group y Upday, y con la colaboración de la UNED.

La de Ibáñez es una plataforma de asesoría educativa que ayuda a jóvenes y no tan jóvenes a trazar su plan formativo y navegar en el infinito mar de posibilidades educativas.

"Ya que tenemos que invertir tanto tiempo y tanto dinero en formarnos, necesitamos poder abrirnos a un asesoramiento externo, igual que ocurre con la inversión financiera. No podemos elegir entre lo que no conocemos", ahondó Ibáñez. 

Para muestra, un botón: aún hoy, entre muchos padres y docentes resulta extraño aconsejar a un alumno estudiar ciberseguridad, un ámbito que suena ajeno a los caminos educativos convencionales. 

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Es, sin embargo, una de las áreas que más desesperadamente busca profesionales en España, dada la escasez de especialistas en la materia.

A Ibáñez le dio réplica Federica Ilaria Fornaciari, business manager partner de Havas Media Group, que se mostró partidaria de no dejar del todo de lado la educación reglada.

"La educación universitaria básica hay que tenerla. Las cosas no salen solas, sino del duro trabajo, del estudio, del esfuerzo y de los libros. La teoría vale tanto como la práctica. Zuckerberg hay uno", comentó en alusión al fundador de Facebook, conocido mundialmente por abandonar Harvard para seguir desarrollando su web en 2004, que era por aquel entonces poco más que un portal para ligar.

La formación continua es una obligación, no una opción, especialmente para los perfiles directivos

Siguiendo esta línea, Manuel del Campo, moderador del encuentro y CEO de Axel Springer España, editora de Business Insider España, quiso saber si las empresas están haciendo los deberes en cuanto a formar a sus empleados.

"Creo que lo están haciendo mejor que hace un tiempo. Sobre todo entre los directivos, formarse es un deber, no una opción. Estar muchos años no nos convierte en buenos líderes, sino en buenos técnicos", comentó Fornaciari, que ahondó en esta idea con un ejemplo personal.

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"Mi padre siempre me pregunta si a mí lo que me gusta es coleccionar títulos, porque hice mis estudios en Italia, y ahí podía haberme quedado. Luego hice el MBA, y este año un curso en el IESE con ayuda de mi empresa", comentó la experta de Havas Media Group.

"Y no, no se trata de coleccionar títulos; se trata de aprovechar la capacidad que todos tenemos de reconvertirnos. Cada título debe aportar algo. Tener 8 páginas de CV solo por tenerlas a mí no me apasiona".

En este afán de los profesionales por transformarse, hay quien apunta que herramientas como el elearning marcarán inevitablemente el futuro de la formación. Ibáñez, sin embargo, quiso reivindicar un uso racional de la tecnología.

"El elearning se impondrá en la medida en que aporte a la enseñanza. Habrá contenidos que necesitarán una clase de dos horas de un gran especialista, otros que necesitarán un técnico enseñando a hacer algo en realidad virtual...".

La integración de la tecnología en la enseñanza, opinó, no será una cuestión de sí o no, sino que será más bien cuestión de integrar esta tecnología de manera inteligente.

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"Esto es complicarle la vida a todos los docentes, que deberán pensar qué formato dar a cada lección para que los alumnos salgan beneficiados. Tendrá que pasar a todos los niveles y en formación reglada y no reglada. La tecnología hay que aplicarla cuando tenga sentido", zanjó.

Sea bajo el método que sea, en todo caso, aprender a aprender, vaticinaron estas dos expertas, será una necesidad. "Si no lo haces, te quedas fuera", concluyó Fornaciari.