Los alimentos están más caros que nunca, pero sigues tirando demasiados a la basura: 5 formas sencillas de que duren más (y ahorrar), según chefs

El dinero que tiras al año a la basura en comida es alarmante.  

Sin entrar en el impacto ambiental que tiene el desperdicio alimentario, es de esperar que con el precio de buen parte de la cesta de la compra en máximos históricos quieras ponerle remedio. 

Desde que se tienen registros, nunca los alimentos habían subido su tanto su coste. El INE señala el aumento del precio "de la leche, quesos y huevos, mayor en agosto que en 2021", y también de la carne, el pan y los cereales. Son algunos los productos que hoy disparan la inflación a niveles de hace cerca de 40 años.  Las legumbres y hortalizas congeladas se han encarecido más de un 18% en agosto. 

Es imposible dejar de comprar comida, pero sí es posible reducir los gastos. ¿Cómo? Dejando de cometer ciertas aberraciones en el supermercado y logrando que los alimentos duren más, según sugieren varios chefs a la edición estadounidense de HuffPost. 

Cómo hacer que los alimentos duren más

Los alimentos tienen una vida útil determinada: algunos duran más, otros menos. Pero a veces eres tú mismo el que acorta este con la forma de almacenarlos.

Saber dónde va cada tipo de producto, así como la forma en que la luz y la temperatura les afectan, ayudará a que tu comida no se estropee antes de tiempo. 

Así debes hacerlo, según los expertos

Cambia el envase en el que vienen

"No guardes siempre los alimentos en el envase en el que vienen", aconseja Rece Hogerheide, chef ejecutivo del Hotel Daxton de Birmingham "Las bolsas de productos atrapan la condensación y el etileno, el gas que se libera durante la maduración. Esto hace que las cosas se pudran".

Ten en cuenta que las "verduras necesitan respirar". Hogerheide aconseja colocar las verduras de hoja y las más resistentes en un recipiente grande con espacio. 

Los frutos del bosque son de los más perecederos. Evita acelerar este proceso lavándolos antes de guardar. "Pon las bayas en un recipiente lo más hermético posible y guárdalas en la nevera. Lávalas justo antes de comerlas".

Hay una excepción: "Con las proteínas (carne), especialmente las selladas al vacío, no introduzcas oxígeno. Déjalo en el recipiente en el que vino", añade Hogerheide.

No todo va en la nevera

Aunque pueda sorprenderte, no todo va en la nevera. Algunos alimentos pueden estropearse antes si los conservas en frío, perder parte de su sabor o incluso perder nutrientes.

Ni el café, ni las cebollas, frutas tropicales o ajos. Tampoco pongas los tomates en la nevera. "Se crea una reacción, se vuelve harinoso y asqueroso", asegura Katarina Petonito, chef de The Duck & The Peach en D.C. 

"Pero no cerca del horno: no quieres que se calienten demasiado", añade. También sugiere colocar cinta adhesiva en la zona donde la fruta se une a la planta para prolongar la frescura.

Mejor solos que mal acompañados

Algunos productos desprenden más etileno que otros, lo que puede afectar a los alimentos cercanos.  "No ponga plátanos cerca de nada", señala Hogerheide. "Hacen que todo lo que les rodea madure mucho más rápido". O dicho de otra forma el camino hacia la putrefacción se acelera.

Las cebollas también envejecen los productos que tienen cerca, especialmente las patatas. Así que no las juntes, a pesar de que ambas necesiten lugar fresco, oscuro y seco. 

Algunos vegetales están mejor en agua

Otro truco para mantener los alimentos en buen estado por más tiempo es, según Rachel García, propietaria de Montclair, New Jersey's Dry Goods Refillery, recurrir al agua.

"Sumerge las zanahorias, el apio, los rábanos y los cítricos en agua". También el brócoli, pero de forma un poco diferente. "Es como las flores. Corta el borde y ponlo en dos o 3 centímetros de agua".

No envuelvas el pollo en plástico

Si has comprado pollo debes consumirlo de forma casi inmediata. De lo contrario te expones al riesgo de comer carne en mal estado.

Pero si vas a guardarlo en la nevera, "no envuelvas el pollo en plástico", según el consejo de Alex Tubero, chef ejecutivo del restaurante Amali de Manhattan (EEUU).

 "Si te sobra, ponlo en papel y déjalo respirar". Eso sí, asegúrate de guardarlo en tu nevera, cerca de otros productos, pues puede ser portador de salmonela, e. coli y otras bacterias que logren infectar otros alimentos.